El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha clausurado este jueves la XXXII Asamblea de la Confederación Empresarial Española de la Economía Social (CEPES) y, aprovechando la cita electoral europea de este domingo, ha comparado la respuesta que dio la Europa conservadora y liberal a la crisis de 2008 con la dada y comanda por los socialistas a la que dinamitó la pandemia. Además, ha lamentado el auge de los populismos de extrema derecha y el neoliberalismo individualista, momento en el que se ha acordado de Javier Milei, presidente de Argentina.
España es la locomotora de crecimiento de Europa
El líder del Ejecutivo ha querido “reivindicar lo social frente a los mismos que levantan la motosierra y hablan de que la justicia social es aberrante, cuestionando la esencia misma de la economía social”, ha criticado. “Niegan la idea misma de la sociedad, de formar de algo mucho más grande como es vivir en comunidad”, ha añadido. Ante este discurso, el socialista ha considerado “importante responderles”. “Ignoran las consecuencias de la ausencia de cohesión social, territorial y medioambiental”, ha asegurado. O quizá no les importe por a quién afectan.
Una Europa sin fantasmas de austeridad
El auge de estos discursos individualistas y populistas, apoyados en el neoliberalismo económico y marcados por la búsqueda del retroceso de derechos sociales, amenaza el viejo continente. Los fantasmas de la crisis de 2008, sobre todo de la respuesta que a esta se dio, han vuelto y el miedo ante una posible nueva troika es real. “En 2008 sufrimos una terrible crisis económica y social, cuyo alcance no podíamos atisbar entonces: millones de empleo y miles de empresas se perdieron en el sumidero de la depresión, la más devastadora desde el crack del 29”, ha recordado Sánchez.
De la caída de Lehman Brothers que desencadenó todo han pasado 15 años y ocho meses. “mucho más tiempo del necesario, hoy lo sabemos, para que España recuperara lo que aquella crisis se llevó por delante”, ha lamentado el jefe del Ejecutivo. La culpa de la lenta recuperación, para Sánchez, la tiene “las recetas neoliberales que no contribuyeron a nada salvo a añadir mucho más dolor a la crisis”. “Tiempo perdido por no tener la fuerza y el coraje de defender España frente al dogmatismo de aquella Europa, la de los recortes y la insolidaridad”, ha señalado.
El futuro de Europa puede ser diferente
“La Europa que rescató a sus bancos, pero se olvidó de sus hogares, cooperativas, pequeñas y medianas empresas, autónomos”, ha calificado el secretario general del PSOE, “contribuyó a crear monstruos como el Brexit o el auge de la ultraderecha”. Sin embargo, “ahora España es la locomotora del crecimiento de Europa, pero una locomotora que no se deshace ni desengancha los vagones para que unos pocos, los que van delante, vayan más rápido. Tira de todo el convoy y no deja a nadie rezagada”, ha metaforizado.
“No hay que elegir entre el crecimiento económico, los avances sociales, las políticas activas y reducir el déficit y la deuda pública”, ha incidido Sánchez en su discurso económico. “Frente a esos dilemas ficticios del neoliberalismo, nosotros elegimos no elegir. Apostamos por otro modelo que está funcionando”, ha zanjado.
Denuncia contra Israel
Durante su comparecencia también ha aprovechado para defender la decisión de España sobre sumarse a la denuncia presentada por Sudáfrica ante el Tribunal Internacional de Justicia. "Ante el incumplimiento del gobierno de Netanyahu, de la petición del Tribunal Internacional de Justicia para detener la guerra y en apoyo al respecto al derecho internacional de Naciones Unidas, intervenimos en el procedimiento iniciado por el país de Sudáfrica, porque es urgente que todos y todas apoyemos al Tribunal para que se cumplan las medidas cautelares para detener cualquier operación militar", ha argumentado.
Además, ha señalado que es "urgente" fortalecer Naciones Unidas, apoyando el papel que juega el Tribunal como máximo órgano judicial de un sistema internacional basado en reglas. "No les quepa duda de que España se va a mantener del lado correcto de la historia", ha apuntado. Sobre el último crimen de guerra cometido por Israel, que ha bombardeado una escuela, asesinando a 27 personas (5 de ellas niños), el presidente ha considerado "insoportable” la cifra de 36.000 víctimas gazatíes desde el comienzo del ataque "del primer ministro Netanyahu".