La economía española continúa desbordando todas las previsiones y creciendo a un ritmo muy superior al de la media europea y sus grandes economías. Este martes, la publicación de la Contabilidad Nacional Trimestral (CNT) desprende que el Producto Interior Bruto (PIB) se engrosó otras ocho décimas entre abril y junio, misma progresión que la registrada en los tres meses precedentes, y registra una evolución interanual del 2,9%. Asimismo, la inflación se ha desplomado seis décimas en el mes de julio, volviendo a recuperar los valores inferiores a los tres puntos.

Ambos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE) dan un espaldarazo al Gobierno de coalición de cara al cierre del ciclo político, un impulso a la macroeconomía y un alivio a los bolsillos de las familias. El avance del PIB, principalmente impulsado por las exportaciones, refuerza el dinamismo y la competitividad del sector empresarial español; mientras que la caída de la inflación hasta el 2,8%, para la que han sido determinantes la bajada de precios de la energía y los alimentos, concede un verano más ameno que los anteriores a los hogares.

Estas cifras generan optimismo en el Ejecutivo, que además suma la reciente publicación de los mejores datos de ocupación de la historia del país (EPA) a la ecuación para poner en valor la “fortaleza” de la economía española. No obstante, desde la cartera de Economía, Comercio y Empresa reconocen que "queda mucho trabajo por hacer”, aunque no quitan valor a “las reformas y medidas de política económica” que están “permitiendo mantener unos excelentes datos macroeconómicos, que se están trasladando también a los datos micro, mejorando la situación y perspectivas económicas de familias y empresas".

El titular de la cartera económica, Carlos Cuerpo, ha celebrado también que sendas progresiones se estén dando de forma “equilibrada”, evitando fuertes rebotes en la inflación consecuencia de la estacionalidad o desplomes del PIB por la excesiva dependencia de determinados sectores. “Este crecimiento sigue siendo equilibrado, con una aportación muy positiva de nuestro sector exterior y una moderación progresiva de los precios”, ha apuntado. Además, ha trasladado que las cifras, incluidas las del empleo, elevan a España por encima de “nuestros principales socios” en casi todas las variables económicas.

Datos desgranados del PIB: todas las variables crecen

La progresión desgranada del PIB muestra una progresión positiva para todos los sectores durante el segundo trimestre del año, de igual manera que el periodo precedente. En detalle, la demanda nacional ha contribuido con tres décimas al crecimiento intertrimestral y con dos puntos al interanual. Por su parte, la demanda externa ha aportado medio punto entre abril y junio y nueve décimas a la comparativa anual. Así, ambas se mantienen con una aportación positiva al conjunto de la economía.

Por agregados de demanda, el gasto en consumo final de los hogares ha crecido un 0,3% trimestral y un 2,3% interanual, mientras que las Administraciones Públicas han avanzado un 0,2% y un 2,3%, respectivamente. Ambas presentan una progresión del gasto en consumo final conjunto del 2,3%. Por su parte, la formación bruta de capital ha registrado una variación de tres décimas en el segundo trimestre y del 1,1% interanual.

A estos datos contribuyen las tasas registradas en las exportaciones de bienes y servicios (1,2% trimestral y 3,6% interanual) como en las importaciones, con una reducción de dos décimas entre abril y junio y una progresión anual del 1,4%. superando ambas en nueve décimas y 1,1 punto el dato adelantado, respectivamente. En relación con la oferta, todos los grandes sectores presentaron tasas positivas, a excepción de las primarias. Las ramas industriales han crecido un 0,4% intertrimestral y un 4% interanual, la Construcción un 0,1% y un 2,4% y los Servicios un 0,9% y un 2,7%. Por su parte, las ramas primarias han registrado una evolución intertrimestral negativa (-1,2%), pero mantienen el 2,9% interanual.

La inflación da una tregua

La progresión de los precios ha afianzado su senda de bajadas en el mes de julio. Después de tres subidas consecutivas que llevaron al Índice de Precios de Consumo (IPC) hasta el 3,6% de mayo, valor más alto desde abril de 2023, en junio se consiguieron reducir dos décimas y, un mes después, una fuerte caída de seis décimas ha confirmado el cambio de tendencia. El 2,8% registrado devuelve al país a los valores del curso pasado, destacando además los subgrupos que se reducen por su afectación a los hogares: alimentos y electricidad.

Por su parte, la evolución mensual registra una caída de medio punto, la mayor de 2023 y 2024, y se aleja del incremento del 0,3% registrado en junio. La inflación subyacente -aquella que no incluye los alimentos no elaborados ni la energía- también ha dado buenas noticias y, aunque en menor medida, se ha rebajado dos décimas, dejando la tasa en el mismo nivel que el índice general. Por último, el valor armonizado, al que atiende Bruselas para elaborar sus estadísticas, ha sido la que más se ha rebajado, siete décimas interanuales e intermensuales, situándose en el 2,9%.