Este jueves se reúnen los consejos de administración de CaixaBank y Bankia para aprobar los últimos detalles de la fusión. Una fusión que se ha fraguado en secreto en los últimos meses y que, sin duda, ha protagonizado la vuelta al cole tras las vacaciones. La entidad resultante tendría un valor de 650.000 millones de euros y se coronaría como el banco más importante a nivel nacional en cuanto a activos.

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Más allá de las consecuencias que la operación tendrá a nivel macroeconómico, para los inversores e incluso para el Estado (por su participación en Bankia), los clientes también tienen sus dudas ante la consolidación. Y es que podrían sufrir modificaciones como cambios en el número de cuenta, en las condiciones de sus tarjetas y productos bancarios o, con mucha probabilidad, el cierre de su oficina bancaria más cercana.

¿Cerrará mi oficina bancaria?

Esta es una de las consecuencias más claras, e inevitables, de la fusión CaixaBank-Bankia. Según han avanzado expertos como Barclays, el solapamiento de oficinas bancarias entre ambas entidades supondría el 23% del total, es decir, 1.411 oficinas que se encuentran en el mismo código postal y, en ocasiones, en la misma calle.

Es muy previsible, por tanto, que la entidad resultante cierre gran parte de estas oficinas para ajustar los costes, unos costes de reestructuración que podrían superar los 1.000 millones, según Barclays. La estrategia de cierres dependerá de cada comunidad autónoma ya que, por ejemplo, en Madrid ambas entidades cuentan con 1.053 oficinas en total.

Sin embargo, todo apunta a que las zonas peor paradas serán las de la ‘España vaciada’, que podrían ver cerrar muchas de las oficinas bancarias de ambas entidades en los próximos meses.

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¿Cambiará mi número de cuenta?

El número de cuenta de cada cliente es único y exclusivo pero las primeras cuatro cifras corresponden a cada entidad bancaria concreta. Esto significa que las cuentas corrientes de CaixaBank comienzan por 2100 y las de Bankia por 2038. Si se cumplen las previsiones y CaixaBank queda como entidad resultante, es lógico pensar que todas las cuentas se queden con el prefijo 2100.

El cliente no debe preocuparse del cambio ya que la única variación sería el cambio de número y no supondría ningún coste ni gestión operativa. En la misma línea, no se prevén modificaciones en los recibos y domiciliaciones en la cuenta y será la entidad final quien se ocupe de redireccionarlos.

A pesar de esto, es recomendable que el cliente esté atento a que todos estos cambios se realizan correctamente, tanto en el caso del número de cuenta como las variaciones en los recibos de servicios contratados.

¿Cambiarán las condiciones de mi hipoteca o préstamos?

No, las condiciones de las hipotecas, ya sean contratadas con CaixaBank o Bankia no cambiarán con la operación empresarial. Las hipotecas son acuerdos legales, con un tiempo determinado, por lo que no se puede modificar sus condiciones a posteriori salvo en el caso de que haya un acuerdo entre ambas partes.

Lo mismo ocurre con otros productos bancarios como préstamos, depósitos a plazo fijo o seguros, que tampoco pueden modificar las condiciones pactadas en el momento de la firma, con la excepción de que haya un acuerdo entre ambas partes o motivos válidos especificados en el contrato. Sin embargo, si se podrán cambiar las condiciones de renovación en el momento del vencimiento del contrato.

¿Qué pasará con mis cuentas y tarjetas?

Por otro lado, las cuentas corrientes y las tarjetas de crédito no tienen una duración determinada, son productos indefinidos, por lo que la entidad resultante sí podría modificar las condiciones en este tipo de productos bancarios, siempre respetando los plazos que impone la ley.

En caso de que se produzca un cambio de las condiciones hay dos supuestos. En primer caso, si las condiciones empeoran, la entidad debe avisar al cliente con dos meses de antelación para que este pueda cancelar su contrato sin coste o penalización. En el segundo caso, si las condiciones mejoran, los cambios se pueden realizar de forma automática.

¿Qué pasará con los fondos de inversión y los planes de pensiones?

La fusión supondría el liderazgo de la entidad resultante en cuestión de activos, a través de fondos, sicavs, fondos millonarios, fondos extranjeros y planes de pensiones. Sin embargo, en este caso los clientes sí que podrían sufrir ciertos cambios al verse obligados a traspasar sus fondos a otros productos comercializados por la nueva entidad.

¿Se cancelará mi reclamación?

No, no se espera que las entidades cancelen las reclamaciones ya iniciadas, sino que pasarán a formar parte de la nueva entidad resultante. Así, los clientes pueden estar tranquilos ante las reclamaciones, ya sea por IRPH, gastos de formalización de hipotecas, cláusulas suelo o tarjetas revolving.