José Ignacio Goirigolzarri ha sido elegido como presidente ejecutivo de CaixaBank tras la fusión con Bankia, pero sus poderes serán ilimitados. El banquero vasco ha pactado junto con Gonzalo Gortázar, el primer ejecutivo de la entidad catalana, el nuevo organigrama de la unión, en el que la mayoría de competencias recaerán sobre directivos de CaixaBank.

De esta manera, Goirigolzarri será el responsable de las áreas de Auditoría Interna, la Secretaría General y Comunicación, según exponen fuentes conocedoras de las negociaciones. Mientras, Gortázar se centrará en los negocios y las relaciones con el Banco Central Europeo (BCE) y Riesgos.

 

Este reparto es clave de cara a los ajustes que habrá en el futuro en los dos grupos dentro de la cúpula, ya que en las fusiones cada directivo recurre a su personal de confianza. En Bankia, las áreas que mantendrá Goirigolzarri son lideradas por el secretario general, Miguel Crespo, el responsable de Auditoría, Iñaki Azaola, y la dircom, Amalia Blanco.

Mientras, algunos de los principales directivos de CaixaBank que saldrían beneficiados son el director general de Negocio, Juan Antonio Alcaraz, el de Riesgos, Jorge Mondéjar, y el de Intervención, Matthias Bullach.

Por otro lado, ambos directivos ya han finiquitado el consejo de administración, que en principio contará con Goirigolzarri y Gortázar como ejecutivos, tres dominicales, un externo y 9 independientes, según las fuentes consultadas. CaixaBank nombrará a 6 de los 9 independientes, y Bankia a los tres restantes. Los candidatos más apostados son Eva Castillo, Joaquín Ayuso y Javier Campo.