Uniter, donde están asociados antiguos empleados del BBVA, ha pedido mediante un editorial de su web y una carta al presidente del banco, Carlos Torres Vila, la dimisión de José Miguel de Andrés Torrrecilla, presidente de la comisión de Auditoría y Cumplimiento del BBVA y miembro del Consejo de Administración de la entidad.
Esta exigencia de responsabilidades va en la línea de su intervención en la Junta General de Accionistas del banco, donde ya exigieron responsabilidades a De Andrés, al que le realizaron unas preguntas que el aludido no contestó. También manifestaron críticas a la gestión FG, al que criticaron por exceso de poder ejecutivo y de ser responsable de una "gestión deshonesta".
Un Consejo que aún sigue hecho a medida de FG
En el editorial publicado hoy, Uniter reprocha a De Andrés su "inacción" e informa de que el pasado 29 de marzo enviaron al sucesor de FG al frente del banco, Carlos Torrres Vila, una carta en la que le solicitaban formalmente la dimisión del presidente de la comisión de Auditoría y Cumplimiento, así como que también abandonara su cargo como coordinador de consejeros. La mayoría del Consejo del BBVA está formado por personas que fueron escogidas por el propio Francisco González, siendo algunos de ellos antiguos responsables de entes que debían regular al banco, como Jaime Caruana, exgobernador del Banco de España, o José Manel González-Páramo, exejectuvo del Banco Central Europeo.
Desde que estalló la relación de Francisco González (FG) y el excomisario Villarejo, el BBVA apenas ha hecho acuse de recibo de la exigencia de información y de responsabilidades por parte de los reguladores españoles y europeos, de los afectados por los espionajes e intoxicaciones de Villarejo y hasta de sus propios accionistas. El banco se ha limitado a decir que ha puesto en marcha una "investigación interna", que lleva un año en marcha y de la que nada se sabe, excepto que fue el propio sospechoso de irregularidades el que la inició (FG) y que su pupilo y sucesor, Carlos Torres Vila, le va añadiendo empresas a la vez que proclama públicamente su fe en su mentor, sospechoso de haber ordenado espionajes a un Gobierno democrático pagados con dinero del banco que presidía.
