Juan Roig, presidente de Mercadona, ha explicado con detalle las cuentas económicas anuales del gigante de los supermercados valenciano en la rueda de prensa celebrada este martes. Mercadona cerró 2022 con un beneficio neto de 718 millones de euros, un 5% más que el año anterior. Una realidad en la que el propio presidente de la cadena de distribución ha reconocido el impacto positivo de la subida de la inflación. Roig ha defendido la subida de precio de algunos de sus productos básicos por el impacto de la guerra de Ucrania y ha explicado la relación entre el encarecimiento de los tomates -ejemplo de producto básico en la cesta de la compra de los clientes de Mercadona- y la invasión rusa de territorio ucraniano. Una relación que, tal y como ha reconocido, él mismo no conocía.

“Qué tiene que ver el gas con el tomate?”, se preguntaba el presidente de Mercadona al observar un encarecimiento del producto de hasta el 50% en las secciones de frutería de sus propios supermercados. Roig reconoce que se lo preguntó a uno de los directivos responsables y recibió una respuesta que tampoco entendió: “Es culpa del gas”. Ante esto, el líder de Mercadona ha replicado la explicación que recibió de uno de sus altos cargos: “Somos la huerta de Europa. Cuando estalló la guerra de Ucrania y se disparó el precio del gas no era rentable producir tomates en Europa. Entonces buscaron otra alternativa y se vinieron a España a comprar tomates. Ante eso nosotros teníamos dos opciones: o comprar tomates más caros o dejar de vender tomates, así que tuvimos que subir los precios”.

Una explicación básica de la ley de la oferta y la demanda que regula el mercado capitalista y que el presidente ha utilizado para justificar el encarecimiento de muchos de sus productos básicos en los últimos meses. A día de hoy Mercadona vende los tomates a 2,05 euros el kilo, un 50% que antes de la guerra de Ucrania. Y este control de precios también es característico de las cadenas de distribución, como ha defendido el presidente. “Nadie controla el precio del cemento pero sí de la alimentación porque todos lo consumimos”, defiende ante las críticas de los consumidores ante el encarecimiento de los precios, que reconoce entender. 

La guerra de Ucrania, la pandemia y la inflación, así como la creciente globalización, ha afectado al negocio de la cadena de distribución con mayor cuota de mercado a día de hoy en España, pero también lo han hecho la crisis energética, la sequía en algunas zonas del territorio nacional o la gripe aviar. Ante esto, Roig se ha permitido bromear sobre el último impacto macroeconómico que podría tener su impacto a nivel mundial: la quiebra del Silicon Valley Bank y del Signature Bank. “No creo que nos pueda afectar la quiebra pero nunca se sabe”, ha reiterado el presidente de Mercadona en la rueda de prensa de resultados.

Tensión con los proveedores: "Si queremos tener jamón, o subimos el precio o no hay" 

No obstante, Roig asegura que los repuntes de la inflación comenzaron en abril de 2021 tras el fin de algunas de las restricciones de la pandemia y la vuelta al consumo. Una “tormenta perfecta” en la que el presidente de Mercadona reconoce haber sufrido desabastecimientos, con varios casos puntuales desde entonces. “En abril de 2021 empezó a subir el precio de muchísimos productos”, ha asegurado de nuevo en base a la ley de oferta y demanda del mercado. “Si hay más oferta que demanda, los precios bajan, y si hay más demanda que oferta, los precios suben. Se crea o no se crea, esto es así”, ha explicado sobre le comportamiento del mercado. 

El ejemplo del encarecimiento del tomate por la invasión de Ucrania no ha sido el único que ha citado Roig durante su intervención. También ha justificado el aumento del precio de productos derivados del cerdo por el repunte de las exportaciones de estos productos a China. “Si queremos tener chorizo o jamón o subimos el precio o no lo hay”, ha reiterado el directivo. 

“Hemos tenido una tensión con los proveedores que nunca habíamos tenido. Tanto hemos tensionado que algunos proveedores han dejado de producir porque no les salía rentable”, ha revelado el presidente de Mercadona sobre su relación con sus 3.000 proveedores a la hora de recibir materias primas. Es el caso de la crisis de desabastecimiento de leche que han sufrido supermercados de la cadena durante "mes o mes y medio" y que, según Roig, solo se podía solucionar subiendo los precios. “Tuvimos que subir los precios porque, si no los subíamos, no había leche”, defiende ahora Roig. De hecho, ha cifrado un aumento de 0,32 céntimos de euro en el precio de la leche en sus propios supermercados.

El presidente de Mercadona ha explicado también lo que ha ocurrido con el aceite de girasol, pasando de 1,60 euros a los 3,20 euros tras el estallido de la guerra de Ucrania. En esta línea, ha desvelado una tendencia clave en los supermercados cuando se producen situaciones de desabastecimiento. "Cuando hay desabastecimiento tenemos un efecto pernicioso: vienen clientes del sector de la restauración o de hoteles a comprar, que nunca han venido, porque les fallan sus proveedores”, ha anunciado Roig. El desabastecimiento de aceite de girasol llevó a Mercadona a limitar las ventas: "Tuvimos que hacer algo que no nos gusta. Prohibimos comprar", ha recordado ahora el máximo directivo. 

Roig prevé bajadas de precio en la verdura "si los del tiempo no se equivocan"

A pesar del encarecimiento de los productos en el primer paso de la cadena de distribución, Roig reconoce haber paliado en un 2% el encarecimiento de sus precios sobre los clientes. “Han subido los precios de coste un 12% y hemos subido un 10% el precio de venta, por lo que hemos paliado dos puntos porcentuales”, ha defendido el presidente de Mercadona. Un encarecimiento que ha afectado a las clases más bajas, tal y como ha reconocido el directivo. "Si a alguien que gana entre 600 y 800 euros, con un presupuesto de 300 euros de alimentación, le subes los precios un 10%, les afecta profundamente”, lamenta. 

El presidente de Mercadona tiene previsto ahora un abaratamiento de la verdura en sus establecimientos como consecuencia de la mejora de las temperaturas y, por tanto, mayores niveles de oferta. “Como están subiendo las temperaturas se van a adelantar las temporadas, va a haber más oferta y va a haber más verdura, entonces va a bajar el precio. Si los del tiempo no se equivocan”, ha avanzado el líder de Mercadona. De hecho, Mercadona se ha marcado como objetivo principal para este 2023 bajar el precio del carro-menú de los clientes: “Tenemos que hacer compatibles bajar los precios de venta sin afectar a la sostenibilidad de todos los componentes”.

Mercadona rechaza topar los precios o una cesta de la compra base

Roig ha reiterado su intención de querer bajar los precios siempre que sea posible y defiende: "Si te pasas, el jefe (el cliente para Mercadona) se va a la competencia". Precisamente sobre la competencia, el presidente de Mercadona ha rechazado de lleno la opción de topar los precios o diseñar una cesta de la compra de productos básicos con precios limitados, la propuesta anunciada ya por Eroski, pero que Roig considera "una ilusión"

“Eso de que un distribuidor puede decidir los precios libremente de la competencia es imposible. Lo que más nos gusta a las cadenas de supermercados es poner los precios más baratos para hacerle la competencia al de al lado. Es nuestro placer”, ha reiterado el presidente de Mercadona. No obstante, ha reiterado su intención de sumarse a las medidas de las autoridades para abaratar la cesta de la compra: "Si la Generalitat da un bono lo haremos. Nos pondremos de acuerdo con todas las demás cadenas de supermercados e hipermercados y lo haremos".

“Todo funciona por la oferta y la demanda. Con todo respeto a mis competidores, topar los precios es imposible. Nosotros toparíamos si el proveedor nos topa a nosotros el precio, pero pasado mañana pueden subir los precios por lo que sea y lo que tendríamos que hacer sería subir el precio a otro producto y no lo vamos a hacer" -ha defendido en varias ocasiones el presidente de Mercadona- "La única opción para topar los precios es bajando la calidad. Eso se puede hacer perfectamente pero nosotros no lo vamos a hacer”.