El Instituto Nacional de Estadística (INE) ha corregido el dato del Índice de Precios de Consumo (IPC) de febrero y sitúa su valor en el 6% tras una subida una décima menor de la adelantada. El dato, que fue adelantado el pasado 28 de febrero, muestra la estabilización de los valores de inflación, cuya progresión con respecto a enero (5,9%) es de tan solo una décima y sitúa el foco de la preocupación sobre la evolución de los precios de los alimentos, que se dispara hasta el 16,6%. Así, los hogares verán como la cesta de la compra sigue incrementando su valor, especialmente en los productos frescos. Las legumbres, hortalizas y frutas frescas han sido los productos más damnificados por la reducción de oferta consecuencia de las condiciones climáticas.

Otra de las preocupaciones es la inflación subyacente -aquella que no incluye los alimentos no elaborados ni la energía-, que no consigue alejarse de su tónica negativa y se mantiene en valores superiores a los del índice general. No obstante, el INE ha reducido en una décima el aumento que había adelantado y la cifra se sitúa, finalmente, en un 7,6% en febrero, lo que sigue suponiendo alcanzar valores máximos no alcanzados desde 1986. La previsión del gobierno es que la inflación subyacente alcance su pico máximo durante el primer trimestre de 2023 y comience a caer de la mano de los alimentos y materias primas.

La evolución reflejada en el segundo índice de 2023 la atribuye el instituto estadístico a la subida de los precios de la electricidad en comparación con febrero de 2022, último mes sin guerra de Ucrania -hasta el día 20 que comenzó-, y al incremento interanual de los alimentos y las bebidas no alcohólicas. La nota positiva la aportar en este periodo la evolución del precio de los carburantes y lubricantes, que reflejan una caída en comparación con el mismo mes de 2022. En la misma línea, el transporte combinado de pasajeros muestra una importante reducción, hasta el 7,2% mensual, directamente afectado por las medidas de gratuidad y bonificación del transporte público vigentes.

Desde el Ministerio de Asuntos Económicos trasladan la responsabilidad al Banco Central Europeo (BCE), organismo al que atribuyen la competencia de reducir las tasas de inflación a nivel europeo, aspecto en el que España sigue marcando los valores más bajos. En lo que compete al Gobierno, las mismas fuentes aseguran que se está haciendo todo lo posible para “apoyar a los ciudadanos” y piden esperar a que se desarrollen los efectos de las últimas medidas aprobadas en el último real decreto anticrisis del 28 de diciembre, cuyo valor asciende hasta los 45.000 millones de euros y de las que aseguran “aún tienen recorrido”.

Alimentos disparados

El grupo de productos más golpeados por la evolución de los precios continúan siendo los alimentos y bebidas no alcohólicas, situación que afecta directamente a las familias. El dato reflejado en el mes de febrero se eleva al 16,6% tras sufrir un incremento de más de un punto con respecto a enero, cuando el valor se redujo levemente hasta el 15,4%. Estos datos avivan aún más el debate sobre las medidas que deben asumirse para contrarrestar esta subida desmedida. En el seno del Gobierno persisten dos grupos muy diferenciados y, mientras Unidas Podemos continúan defendiendo una intervención pública, la parte socialista pide esperar a que las medidas aprobadas desplieguen por completo sus efectos.

“Es absolutamente fundamental que, además de las medidas tomadas en el pasado, las más ambiciosas tomadas nunca ante una crisis en nuestro país, hagamos más, porque es verdad que no es suficiente”, ha apuntado Ione Belarra, ministra de Derechos sociales, en declaraciones concedidas a TVE minutos después de conocerse el dato. “La cesta de la compra y el precio de la vivienda, principales gastos de la gente de nuestro país, necesitan de una intervención pública por parte del Gobierno. Nosotras hemos propuesto el tope a una cesta de la compra básica, que pensamos que es la medida más efectiva, como hemos visto con el tope al gas. También hemos propuesto una bonificación sobre la cesta de la compra básica para reducir ese 16,6%”, ha añadido la también secretaria general de Podemos.

Precisamente, los productos que componen la cesta básica son los que han reflejado peores datos en febrero. “Influye en este comportamiento el aumento de los precios de las legumbres y hortalizas, cuyos precios suben más que el año pasado; la carne, que incrementa su precio frente a la disminución en 2022; y el pescado y marisco, cuyos precios disminuyen menos que el año pasado”, detalla el INE en su estudio mensual. En sentido contrario, la leche, el queso y los huevos aumentan sus precios en menor medida que el pasado año.

La variación mensual también refleja un avance del 2%, “debido a subidas de precios generalizadas en la mayoría de sus componentes”, aclara el instituto estadístico. En los valores intermensuales, destacan, dentro de los alimentos, las legumbres y hortalizas, las frutas y el pan y los cereales; y, en las bebidas no alcohólicas, el agua mineral, los refrescos y los zumos, y otros productos alimenticios. Destaca también en este grupo, aunque en sentido contrario, el pescado y marisco, cuyos precios se han reducido en febrero.