El tiempo se acaba para Ferrovial. El consejo de administración de la multinacional ha convocado su junta general ordinaria de accionistas este miércoles y jueves, 12 y 13 de abril, en la que deben decidir si se quedan o se van de España. Será este jueves 13 de abril a mediodía cuando los accionistas de Ferrovial se pronuncien sobre el traslado de la sede social de la compañía de Madrid a Países Bajos, explicado sobre el papel como la propuesta de fusión de la propia matriz con su filial en Países Bajos. El Gobierno ha lanzado una última advertencia sobre la mudanza a la compañía, apenas 72 horas antes de la votación de sus accionistas, en forma de misiva. Una carta que la compañía ha recibido pero que no parece que vaya a cambiar el parecer de la multinacional constructora en las próximas horas. Y es que Ferrovial ni siquiera va a responder al Gobierno. 

Ferrovial continúa con su convocatoria de la junta general ordinaria de accionistas -una reunión que no tiene nada de ordinaria- que terminará el jueves a mediodía con una decisión tomada: o se quedan o se van. La compañía mantiene una tónica de absoluto silencio ante lo que pueda ocurrir en la reunión de accionistas que se prevé, al menos, interesante. Fuentes de la compañía defienden que serán los accionistas quienes decidan qué hacer con la compañía.

Sin embargo, el presidente de la compañía, Rafael del Pino Calvo-Sotelo, cuenta con un 20,45% de la participación de la empresa familiar a través de la entidad holandesa Rijn Capital. Además de ser el máximo accionista por excelencia, Del Pino ocupa también la presidencia del consejo de administración de la compañía, el órgano que ha propuesto y comunicado la marcha de España a Países Bajos, materializado como la fusión transfronteriza intracomunitaria entre la matriz y Ferrovial International SE, por lo que su voto se podría descontar ya como positivo.

El segundo gran accionista está dentro del seno de la familia del Pino, María del Pino Calvo-Sotelo, hermana del presidente, con un 8,20% del capital. Un voto que algunos también descuentan como positivo a la hora de decidir la mudanza a Países Bajos. El tercer accionista es el fondo británico The Children's Investment Fund Management (TCI), con un 6,5% de Ferrovial en sus manos entre su participación directa e indirecta, sin desvelar aún que podrá ocurrir el jueves.

El voto en contra llegaría, según ha avanzado El Confidencial hace dos semanas, también de dentro de la familia del Pino. Otro de los hermanos del Pino Calvo-Sotelo, Leopoldo, es el cuarto máximo accionista de Ferrovial, aunque su participación es de apenas un 4,25%, y parece estar en contra de llevarse la sede de Ferrovial fuera de España. No obstante, con este porcentaje sobre el total, y frente al 20% de su hermano, el voto en contra de Leopoldo del Pino no sería decisivo para mantener a Ferrovial en territorio español.

El Gobierno lanza un mensaje de última hora a los accionistas de Ferrovial

A menos de tres días de la celebración de la junta, el secretario de Estado de Economía, Gonzalo García Andrés, se ha dirigido al consejero delegado de Ferrovial, y cara visible de la compañía en la crisis mediática de las últimas semanas, Ignacio MadridejosUna carta que el segundo de Nadia Calviño ha enviado en la tarde del lunes, festivo todavía en algunas comunidades autónomas españolas por Semana Santa, pero con todas las miradas puestas en la junta de accionistas del jueves de Ferrovial.

El Gobierno ha vuelto a recordar a Ferrovial que no hay “obstáculos” para que pueda cotizar en Wall Street desde su sede madrileña, uno de los argumentos de la multinacional para mudarse de España. Es más, la compañía ha explicado desde el anuncio de su propuesta de mudanza el pasado 28 de febrero que el cambio de sede social a Países Bajos es un paso previo para llegar a cotizar en el parqué estadounidense. Tanto la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) como las Bolsas y Mercados Españoles (BME) o algunos informes de expertos han tumbado el argumentario de Ferrovial en las últimas semanas. Y el Gobierno ha querido recordárselo en las horas previas a la junta que marcará el futuro de la compañía.

“Como hemos venido adelantando, los análisis de BME y la CNMV no han identificado obstáculos ni indicios de su existencia para la admisión a negociación directa de las acciones de una sociedad española cotizada en España en los Estados Unidos. Esta conclusión cuestiona la motivación económica del proyecto de fusión transfronteriza anunciado el pasado 28 de febrero”, recuerda Gonzalo García Andrés a Ferrovial en la misiva enviada este lunes.

“Es cierto que ningún emisor español había planteado a la CNMV o a BME una iniciativa similar y, por tanto, no había precedentes de este estudio. De la misma manera, en el Ministerio no hemos tenido constancia de ninguna limitación o aspecto a modificar de la normativa española con el fin de facilitar el acceso a la doble cotización en mercados extranjeros durante el intenso proceso de consulta pública y tramitación de la nueva Ley de Mercado de Valores y Servicios de Inversión, que culminó el pasado 7 de abril con su entrada en vigor”, ha expresado en la carta en base a los análisis de organismos expertos e independientes como la CNMV o BME.

La carta tiene como objetivo, según el contenido revelado, de “poder informar adecuadamente a su Junta General sobre las distintas opciones en este ámbito, así como sobre sus posibles riesgos o contingencias”. Es decir, se puede entender como un mensaje del Gobierno a todos los accionistas de Ferrovial que tendrán que votar este jueves sobre el futuro de la compañía después de semanas de polémica, cruces de acusaciones entre unos y otros y cambios de argumentario sobre la decisión. Un mensaje que Ferrovial ha recibido y que, al menos de momento, no parece que vaya a cambiar nada.