Una semana ha transcurrido desde que Ferrovial anunciase su marcha de España con destino Países Bajos, dónde ubicará su nueva sede social. Siete días convulsos en los que se ha intercambiado acusaciones entre la multinacional y el Gobierno Español. La vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, anunció el pasado jueves que la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) estaba estudiando los argumentos esgrimidos por la multinacional para justificar su marcha. Este lunes, apoyándose en los estudios realizados por la autoridad, la titular de economía ha asegurado que “las razones que se han esgrimido públicamente no se sostienen”.

Los análisis técnicos arrojan serias dudas”, ha trasladado Calviño en una entrevista concedida a RNE en relación con el argumentario defendido por la constructora española. “La información disponible y los análisis técnicos de la CNMV no dan sustancia a los argumentos y predomina el argumento de una gran falta de compromiso con el país”, ha reiterado la número dos del Gobierno, que ha vuelto a centrar su línea discursiva en el plano moral de la decisión. “Es una falta de compromiso con España, no con ningún Gobierno. Han crecido con el apoyo de los contribuyentes y los Gobiernos españoles, dentro y fuera de España”, ha apuntado en este sentido.

Desgranando las causas presentadas por la multinacional, la vicepresidenta no compra el argumento de la seguridad jurídica, principal aspecto que ha señalado Ferrovial para justificar su marcha a Países Bajos. “Los empresarios saben muy bien que no hay inseguridad jurídica, que se están atrayendo múltiples inversiones internacionales, proyectos millonarios. La economía española está considerada como especialmente atractiva, precisamente por la seguridad jurídica y la estabilidad económica”, ha argumentado. No ha querido Calviño aludir a la elusión de impuestos como principal causa, pero ha dejado caer que la multinacional “podría haberse ido a Alemania si buscaban la triple A (calificación de deuda máxima que también tiene Países Bajos)”.

La calificación española está unos escalones por debajo, contando con una A, pero se mantiene por encima de la calificación de Ferrovial (Triple B). Además, no cree el Ejecutivo que esto haya sido lo determinantes, puesto que, existen grandes economías europeas que cuentan con la máxima valoración de este índice, pero Ferrovial ha escogido la que menor cargar fiscal presenta. “Países Bajos ha mejorado mucho, en parte, gracias a la presión de las instituciones y de países como España”, ha señalado la ministra en referencia al marco fiscal de la zona euro, pero todavía se mantiene, como ha lamentado “una competencia a la baja que nos empobrece a todos”.  

Igual que sucede aquí cuando una CCAA dice que baja los impuestos para atraer inversiones”, ha apostillado. La vicepresidenta primera ha vuelto a resaltar la importancia de realizar una reforma fiscal a nivel europeo para establecer un marco que evite la competencia desleal entre países de la propia Unión Europea. Situación similar se atraviesa en España con el comportamiento de Comunidades Autónomas (CCAA) como Madrid o Andalucía que, con su eliminación de impuestos y diseño de beneficios para las grandes empresas, no solo empobrece las arcas públicas, sino que coloca en una situación de desventaja a los territorios que no desarrollan estas políticas. Un impuesto de sociedades mínimo, a nivel europeo, y el respeto de la legislación española, a nivel nacional, son las propuestas defendidas por el Ejecutivo.

Recuerda los ERTE

Ya la semana pasada, Yolanda Díaz, vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, recordaba a la compañía que durante la pandemia se acogió a varios Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE). “Ferrovial se acogió a varios ERTES y los hemos salvado con dinero público”, esgrimía como argumento para la defensa de los puestos de trabajo y las inversiones que la multinacional tiene en España. Este lunes, Calviño ha recogido el guante y ha apuntado en la misma línea: “Está claro que las ayudas que se dieron para responder a la pandemia, como las prestaciones para autónomos, los créditos ICO y también los ERTE”.

“Se pensaron para mantener los empleos en España. Igual que las líneas de financiación para mantener la economía de las empresas españolas”, ha continuado la ministra de Economía. Más de 5.000 puestos de trabajo y casi un 20% de las inversiones de Ferrovial son los dos aspectos que están en juego. “Insto a Ferrovial a mantener todos y cada uno de los puestos de trabajo y todas las inversiones”, señalaba Díaz el pasado jueves. Calviño no ha querido revelar cómo se pronunció Rafael del Pino, presidente de Ferrovial, sobre los puestos de trabajo en la conversación telefónica que mantuvieron, pero ha transmitido el deseo de que estos no corran ningún peligro.