El Consejo de Ministros ha aprobado este martes un Real Decreto para fijar los requisitos y el contenido de una norma de comercialización para el sector del aceite de oliva. En concreto, el Real Decreto desarrolla la aplicación del artículo 167 bis de la Organización Común de los Mercados Agrarios (OCMA) de la Unión Europea.

La aprobación del reglamento transitorio ha permitido el desarrollo de esta medida, que incluye la extensión del mecanismo previsto en el sector del vino al del aceite de oliva, tal y como había solicitado España en las negociaciones del reglamento y de la futura Política Agraria Común (PAC).

La norma, solicitada en múltiples ocasiones por los representantes del sector, permite la autorregulación del aceite de oliva. Un cultivo cuya producción está caracterizada por el fenómeno de la vecería, con campañas de producciones muy altas combinadas con otras con bajos rendimientos, lo que influye en la volatilidad de los precios.

Ahora, el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación podrá, con la consulta a las comunidades autónomas y representantes del sector, retirar temporalmente el producto de manera obligatoria para los operadores del sector a través de una orden hasta la campaña siguiente. El Ministerio podrá incluso determinar su destino a uso no alimentario.

Satisfacción a las reivindicaciones del sector

"Creo que es una norma que dará satisfacción a una parte de las reivindicaciones del sector, al posibilitar la autorregulación en un sector que se caracteriza por campañas de producciones muy altas alternadas con otras de rendimientos bajos y esta variabilidad es la que necesitamos estabilizar en el medio plazo", ha explicado María Jesús Montero, portavoz del Gobierno, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros.

Esta nueva norma forma parte de las diez medidas presentadas por el ministro de Agricultura, Luis Planas, que permitirán mejorar y estabilizar la producción agroalimentaria nacional. El decálogo tiene tres ejes principales: favorecer el ajuste de la oferta y la demanda, mejorar la trazabilidad, la información al consumidor y la segmentación del mercado y, finalmente, aprovechar los mecanismos de la política agraria de la Unión Europea.

Además, el Consejo de Ministros también ha aprobado un real decreto para regular los paneles de catadores de aceite de oliva virgen, para dar la máxima seguridad jurídica al funcionamiento de los paneles. El objetivo del Gobierno pasa por profundizar en su armonización y mejorar la formación y supervisión.

El aceite de oliva es el único producto del sector agroalimentario en el que se usa la cata para distinguir categorías. Se trata de un método oficial avalado por estándares internacionales con validez científica y reconocido por el Comité Oleícola Internacional (COI) y la Unión Europea, por lo que la importancia de este método es clave para su comercialización.

Ley de Ordenación de Transportes Terrestres

Por otro lado, el Gobierno ha modificado la Ley de Ordenación de Transportes Terrestres para incluir un régimen sancionador a la morosidad en el transporte de mercancías por carretera, con un plazo máximo de pago de 60 días. El sector fue especialmente importante durante los primeros meses de la pandemia, con la declaración del estado de alarma, ya que era el encargado de asegurar el suministro de alimentos y elementos básicos.

"El transporte de mercancías por carretera es un sector esencial para la sostenibilidad del conjunto de la economía, siendo transversal a todos los sectores industriales de cualquier tipo y la morosidad ha amenazado su liquidez, rentabilidad y competitividad", ha asegurado la ministra portavoz.

El Gobierno también ha aprobado, a propuesta del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, la Estrategia de Almacenamiento Energético, con el objetivo de alcanzar los 20 gigavatios (GW) en 2030 y los 30 GW en el horizonte de 2050. Así, respalda el despliegue de energías renovables para lograr la seguridad del suministro y unos precios de la energía más bajos.

"Hoy se empiezan a poner esos cimientos para que haya una fórmula de almacenamiento de esa energía renovable que pueda entrar y hacer frente a las brechas que puedan surgir en un momento determinado, y que se almacene cuando haya excedente para tenerla reservada en los momentos que más se necesita o cuando haya déficits de generación por la situación del viento o por las situaciones climatológicas", reconoce Montero.