La implicación del Gobierno de coalición para abordar las consecuencias de la DANA es más que necesaria y las medidas aprobadas no han tardado en llegar. El Ejecutivo ha aprobado miles de millones de euros en ayudas y subvenciones, las últimas este lunes, a la par que ha activado un escudo laboral para sostener el tejido productivo y evitar que muchos trabajadores pierdan, más allá de a sus seres queridos, viviendas y enseres, también su trabajo. Sin embargo, Antonio Garamendi considera que las políticas laborales activadas van en contra de las empresas.
"Lo que yo me quejo, en este caso del Ministerio de Trabajo, es de que está haciendo política de una auténtica desgracia”, ha cargado el presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE). El líder patronal asegura que las medidas activadas, como la suspensión del despido, la definición de permisos retribuidos para afectados, la reactivación de ERTEs de fuerza mayor y otras muchas, se cargan a empresas “arruinadas, que ya no tienen nada”. “Ves medidas que son para ver si en el cartel político te da rédito o no”, ha añadido.
Minutos después, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha anunciado otro paquete de 110 medidas y 3.765 millones de euros que, entre otras cosas, se destina a “ayudar a hasta 400.000 trabajadores a mantener sus ingresos, a 30.000 empresas a reactivar su actividad económica y a 100.000 hogares a cubrir sus necesidades básicas". A continuación, Díaz ha respondido. "Yo echo de menos al señor Garamendi que trabajaba por su país, que representaba los legítimos intereses de las patronales, como hace el diálogo social en Valencia, pero desde luego que salvaba empresas, salvaba trabajadores y defendía autónomos", ha trasladado. "Creo que el señor Garamendi, de verdad, y lo digo con muchísimo dolor, desde hace tiempo está a otra cosa, no está a defender, insisto, los legítimos intereses de las empresas de nuestro país", ha añadido la vicepresidenta segunda en La Sexta.
Asalariados y empresas están protegidos, lo que ha llevado a los sindicatos a criticar, con incredulidad ante sus palabras, la posición de Garamendi. "Todas las medidas están destinadas también a salvaguardar las empresas", ha señalado el secretario general de CCOO, Unai Sordo.
Es “absolutamente necesario" implementar "cuanto antes un montón de medidas de protección", ha añadido Sordo, que ha lamentado las palabras del empresario vasco en un “momento de arrimar el hombro”. “No acabo de entender el tono de algunas declaraciones que últimamente está haciendo la CEOE”, ha lamentado. En la misma línea, su homólogo de UGT, Pepe Álvarez, ha asegurado que el propio presidente de la patronal “sabe que no tiene razón”. “Nosotros nos sentimos como si hubiéramos hecho un proceso de negociación, como si tuviéramos pleno conocimiento", ha proseguido.
Está "faltando a la verdad (Garamendi), porque sabe perfectamente que estos permisos no van para esas empresas, que si están arruinadas y no van a abrir, como parece evidente, no van a tener que pagar ningún permiso a sus trabajadores, porque no van a poder trabajar", ha desgranado Álvarez. "Obviamente no va dirigido a las empresas que están arruinadas efectivamente, que van a tener que hacer un proceso con toda seguridad de trabajo, de reapertura, que van a necesitar ayudas”, ha añadido.
No obstante, el líder de los empresarios ha insistido en su planteamiento y ha defendido a algunas compañías señaladas por su actuación el día de la pandemia, asegurando que “lo único que están haciendo las empresas ahí es ayudar”. "Al final sacaremos todas las empresas que están ayudando. Porque, insisto, lo que no vamos a entrar es en el planteamiento político de gente que quiere hacer política. Nosotros estamos en la manifestación real de ayudar al que quiera que se le ayude, y ahí estamos permanentemente. Por lo tanto, es que ni entro en la cuestión ni voy a entrar en un debate", ha defendido.
"A pesar de que algunos digan otras cosas, las empresas estamos al frente de la manifestación de verdad, la de ayudar, sin planteamientos políticos", ha añadido, asegurando que, con respecto a la advertencia de Díaz a aquellas compañías que se planteen despidos de trabajadores con permisos, es un error ver "a la empresa permanentemente, de manera ideológica, como el gran problema".
Los permisos retribuidos de la discordia
Una de las principales políticas laborales activadas por el Gobierno, más allá de los de sobra conocidos ERTE, son los permisos de carácter retribuido, no recuperable y que computan como tiempo de trabajo efectivo. Estos podrán solicitarse por múltiples causas y garantizarán que los trabajadores afectados podrán seguir cobran si cuentan con un permiso fundamentado por uno de los siguientes parámetros:
- Imposibilidad de acudir o acceder al centro de trabajo o de realizar la prestación laboral, para acometer el traslado, limpieza o acondicionamiento del domicilio habitual, la recuperación de enseres y efectos personales, la obtención de documentos oficiales o públicos, el fallecimiento o desaparición de familiares.
- Labores de traslado, limpieza o acondicionamiento del domicilio habitual, y de recuperación de enseres y otros efectos personales, hasta que se disponga de una solución habitacional estable y adecuada, así como la realización de los trámites para la obtención de documentos oficiales o públicos que solo puedan llevarse a cabo de manera presencial por parte de la persona trabajadora.
- Desaparición de familiares, entendiendo como tales al cónyuge, pareja de hecho o pariente hasta el segundo grado por consanguineidad o afinidad, incluido el familiar consanguíneo de la pareja de hecho, así como de cualquier otra persona distinta de las anteriores que conviviera con la persona trabajadora en el mismo domicilio.
- Fallecimiento de familiares: se extenderá desde el hecho causante hasta los cinco días hábiles siguientes al del sepelio.
- Atención de deberes de cuidado derivados de la DANA respecto del cónyuge, pareja de hecho o pariente hasta el segundo grado por consanguineidad o afinidad, incluido el familiar consanguíneo de la pareja de hecho, así como de cualquier otra persona distinta de las anteriores que conviviera con la persona trabajadora en el mismo domicilio.