La Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA) ha presentado este lunes su XVII Barómetro sobre la percepción de la situación de los autónomos. Según el estudio de la organización presidida por Lorenzo Amor, el grueso no percibe mejoría y el 79,2% señala que está igual o peor que hace un año. No obstante, uno de cada cinco autónomos, el 20,8%, asegura que su actividad ha crecido en relación con el primer trimestre de 2022 y el 45,6% traslada atravesar la misma situación durante los primeros tres meses de 2023.

“La subida generalizada de los precios, la escalada de los costes de las materias primas […] están poniendo en serio riesgo la continuidad de muchos autónomos, al ver aumentar sus gastos por encima de sus ventas”, señalan desde la organización, haciendo hincapié en el 33,6% que señala encontrarse en una situación peor que en el mismo periodo del pasado año. “Los autónomos y las muy pequeñas empresas son las que están en estos momentos más castigadas, porque están sufriendo un incremento de los gastos muy por encima de las ventas que se puedan tener", trasladan desde la organización.

Con vistas a futuro, el 57,5% de los autónomos cree que su negocio crecerá o se mantendrá igual a lo largo del año. Este porcentaje se reparte entre un 37,8% que pronostica que seguirá igual este 2023 y un 19,7% que afirma que crecerá. Por su parte, un 32% prevé un decrecimiento en la evolución de su negocio y un 10,5% no sabe o no contesta. A pesar del incremento de los costes, el 33,3% asegura que mantendrá a sus trabajadores y un 4% sumará más a sus filas. No obstante, un 10% traslada que muy probablemente recortará su plantilla.

Menos microempresas

En la misma línea, la Confederación Española de la Pequeña y la Mediana Empresa (CEPYME) ha publicado este lunes los datos de creación de empresas de febrero, mostrando una especial preocupación por las microempresas -menos de diez trabajadores-. Con respecto a hace un año, el número de empresas creció un 0,2% en el segundo mes del año, pero la situación es dispar en función del tamaño de las empresas. Mientras las grandes empresas, aquellas que ocupan a más de 500 trabajadores, han experimentado un incremento del 5,6% con respecto a febrero de 2022, las microempresas se han reducido en un 0,3%.

“El alza de cotizaciones, la inflación y la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) han castigado especialmente a la microempresa”, aseguran desde la patronal, aunque en relación al SMI, el barómetro de ATA señala que solo un  solo el 16,4% paga esta cuantía a sus trabajadores. Según los datos desgranados por CEPYME del groso de los presentados por la Seguridad Social, las microempresas dedicadas a actividades agrupadas en el sector de la Agricultura, Ganadería y Pesca han sido las que peor ha afrontado la situación, reflejando una pérdida del 3,8% interanualmente. Esto tipo de empresas retrocede también en la Industria (-1,6%) y los Servicios (-0,1%), mientras crece en la Construcción (+1,7%) rozando niveles de la burbuja inmobiliaria.

En suma, en febrero de este año se contabilizan 1.122.782 microempresas, un 0,3% menos que las existentes en febrero de 2022. Con esta caída interanual, se acumulan cinco meses de descensos en el número de microempresas, denuncia CEPYME. De las casi 4.000 microempresas menos, 3.443 corresponden al sector primario, ámbito desde el que se denuncia la imposibilidad de afrontar un SMI que no alcanza los 1.100 euros (1.080 desde enero). "El hito de que merme la cifra de microempresas en tres sectores (agropecuario, industria y servicios) no se producía desde 2013, exceptuando el periodo más adverso de la pandemia", señala la organización empresarial.

Desde la patronal reclaman una “mayor preocupación por los autónomos y las pequeñas empresas, así como medidas más favorables que incentiven su crecimiento, en vez de políticas que penalizan la actividad empresarial e incrementan los costes asociados a la creación de empleo”. Lo cierto es que el nuevo Régimen de Trabajadores Autónomos (RETA) recoge una reducción en la cuota de los autónomos que menos ingresan, mientras aumenta esta para los tramos más altos. Por este motivo, las principales organizaciones de autónomos (UPTA y ATA) apoyaron la reforma.

Desde CEPYME aluden también a los datos de afiliación de marzo, que reflejan una caída de los autónomos del 0,04%. “En 2022, 132.000 autónomos dejaron de serlo para pasar a ser asalariados; muchos, ganando derechos por ser antes falsos autónomos”, señalaba José Luis Escrivá, ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, sobre la caída de autónomos que se señalaba desde algunos sectores tras conocerse los últimos datos de afiliación. “Corrigiendo este efecto, los autónomos aumentaron un 4,8%, un crecimiento superior al del conjunto del sistema”, añadía el ministro, defendiendo la regularización de trabajadores contratados en fraude de ley y con condiciones precarias realizada gracias al trabajo de la Inspección de Trabajo.

La cifra de grandes empresas crece

Más allá del retroceso de microempresas que señala CEPYME, la cifra global de empresas aumentó un 0,2% en febrero, hasta totalizar 1.316.527, lo que supone la primera subida interanual en cinco meses. Esto, señala la patronal, se debe a que la cifra las grandes empresas de más de 500 trabajadores, "menos permeables a la subida del SMI, en particular, y al alza de costes laborales, en general", creció en febrero un 5,6% interanual, con 130 empresas más, hasta un total de 2.440. Concretamente, el sector agropecuario sumó en este periodo una empresa de más de 500 trabajadores, la industria ganó 30 más, la construcción cinco y los servicios 94.

Por su parte, las empresas de 10 a 49 trabajadores crecieron un 3,2% interanual en febrero, mientras que las de 50 a 249 subieron un 3,6% y las de 250 a 499 empleados aumentaron un 5,8%. Diferenciando por número de trabajadores, sólo las microempresas perdieron negocios en este periodo, pero estas representan el grueso del tejido empresarial, pues suponen más de ocho de cada diez empresas del total del parque empresarial español. En este sentido, CEPYME ha instado al Gobierno a prestar su atención a las empresas "más vulnerables".

Además, la organización que preside Gerardo Cuerva ha denunciado que las medidas que elevan los costes tributarios y laborales (subida del SMI y de las cotizaciones sociales) "no sólo dificultan o impiden" que el tejido empresarial gane tamaño, "sino que debilitan especialmente a la microempresa, en muchos casos hasta producir su cierre".