BBVA Research ha revisado a la baja sus previsiones de crecimiento del consumo privado en España hasta el 1%, recortando nueve décimas lo estimado anteriormente. De igual manera, para 2023 contempla un crecimiento de nueve décimas, lejos del punto y medio previsto en la anterior medición. Así lo recoge el informe Situación Consumo realizado por el servicio de estudios de la entidad bancaria.

Las principales causas que pueden explicar esta caída del crecimiento del consumo son el repunte de la inflación, que ha propiciado un descenso de la renta y de la riqueza financiera real al no llevar aparejada una subida salarial indexada. Además, el encarecimiento de la financiación, provocado por la subida de los tipos de interés realizada por el Banco Central Europeo (BCE), unido a la incertidumbre, también provocará una caída del consumo privado, según señala el servicio de estudios. "Podría comenzar a impactar de manera negativa en el consumo privado ya en este cuarto trimestre", apunta concretamente.

Siguiendo esta línea, BBVA Research asegura que la perdida de la confianza presente en los hogares españoles continuará reduciendo el consumo privado “durante buena parte de 2023”, aunque esta pérdida de confianza está disminuyendo según pasa el tiempo. Con esto, estima que el gasto real de los hogares a finales del próximo año se encontraría todavía un 5% por debajo de los niveles prepandemia, dos puntos por encima de lasc previsiones de Funcas, que sitúa la distancia en el 3%.

El servicio del banco señala la incertidumbre propiciada por la guerra de Ucrania y el aumento del ahorro de los hogares como otros dos factores que están provocando la ralentización del crecimiento del consumo de los hogares. "El deterioro en el consumo que emana de dichos factores podría ser acotado si los hogares españoles comienzan a utilizar el ahorro que han acumulado desde comienzos de 2020", señala el informe. De hecho, destaca que los hogares españoles han ahorrado 130.000 millones de euros en los dos últimos años y que, de gastarse en los próximos dos, el consumo privado crecería tres puntos adicionales de aquí a 2024.

Gran influencia del sector automovilístico

La disminución de las compras de automóviles está contribuyendo de forma directa a la desaceleración del consumo, según BBVA Research. A partir de datos de Faconauto, la patronal que integra las asociaciones de concesionarios oficiales, y ANFAC, la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones, las ventas de turismos este año hasta septiembre han caído un 7,4% con respecto al mismo periodo de 2021. No obstante, la reducción interanual de este año es menor que la que ha sufrido de media la Unión Europea (-9,9%).

Sin embargo, esta situación no puede imputarse únicamente al consumo de las familias, ya que, la reducción de la producción de vehículos, a consecuencia de la falta de suministros como chips, también es determinante, como refleja el estudio. A esto hay que sumar el encarecimiento de los combustibles y, en conjunto, las matriculaciones de turismos oscilarían entre las 820.000 y las 870.000 unidades en 2022.

En contraposición, “la cuota de mercado de los vehículos eléctricos continuará aumentando en los próximos trimestres, tanto en España como en el conjunto de la Unión Europea (UE)”. De hecho, los expertos de la entidad estiman que podría superar el 13% a finales de 2022 si se mantienen las tendencias recientes y alcanzaría el 22% en el cuarto trimestre del próximo año.