El Banco de España ha hecho pública este miércoles su Encuesta de Préstamos Bancario en la que se evidencia que las políticas de endurecimiento del crédito asumidas por el Banco Central Europeo (BCE) desde julio de 2022 están dificultando el acceso de empresas y hogares a financiación. Durante el primer trimestre de este año, “los criterios de concesión de préstamos y, especialmente, las condiciones generales aplicadas a los nuevos préstamos se habrían endurecido de forma generalizada por cuarto trimestre consecutivo”, traslada el órgano supervisor español.

No obstante, la dificultad para acceder a préstamos se ha agravado de forma “más intensa” para los hogares, mientras que para las empresas ha sido “sido más moderada de lo que las entidades anticipaban hace tres meses”. La principal causa señalada por la autoridad económica española es el aumento de los riesgos percibidos por parte de los bancos españoles, a la par que una menor tolerancia a estos. Tampoco ayudan la incertidumbre económica, las perspectivas macro y la menor solvencia de los solicitantes. En suma, “el porcentaje de solicitudes rechazadas aumentó en todas las modalidades”.

Además, las entidades que han participado en la encuesta no esperan que la situación se invierta en el segundo trimestre del año. “Una reducción generalizada de la oferta” es el escenario contemplado para este periodo, aunque más moderada que la del primer trimestre, y “un descenso de la demanda de crédito”, que sería también de menor intensidad que el registrado durante los tres primeros meses del año. Peor perspectiva existe para las condiciones de acceso, las cuales las entidades garantizan que “seguirán empeorando”.

Desplome de la petición de hipotecas

El endurecimiento de las condiciones y criterios de acceso ha producido que la demanda de préstamos también se haya desplomado. Si bien la reducción afecta a todos los ámbitos, el Banco de España destaca que la demanda de créditos por parte de las familias se ha visto “particularmente acusada”. Las entidades financieras ya contaban con un retroceso en la petición, pero los resultados han sido más pesimistas de lo esperado.

El descenso de las peticiones de fondos por parte de las empresas se explicaría principalmente por el aumento de los costes de financiación y por las menores inversiones. En el caso de los hogares, influiría también la menor confianza de los consumidores. De hecho, según los datos publicado por el Instituto Nacional de Estadística (INE), el número de préstamos hipotecarios constituidos sobre viviendas se redujo un 2% en febrero. Más aguda fue la caída de la compraventa de vivienda, que cayó un 6,6% en el mismo mes.

Con las condiciones hipotecarias actuales y el Euríbor situado en el 3,757%, el encarecimiento de las hipotecas variables ya suscritas podría alcanzar hasta los 600 euros mensuales en los préstamos más elevados. Con el ejemplo común de una hipoteca variable a 25 años por valor de 180.000 euros, que cuente un diferencial del 1% más Euríbor, la cuota de la hipoteca se verá engrosada en torno a 350 euros al mes tras la revisión (4.200 euros anuales). Además, los préstamos de nueva constitución encuentran ahora condiciones y diferenciales muy elevados, independientemente del tipo elegido (fijo o variable).

Impacto de las políticas monetarias

El fin de las compras netas en el marco de los programas de compras de activos en el seno de la eurozona y la amortización y los cambios en las condiciones de los fondos obtenidos en las operaciones de financiación a plazo más largo con objetivo específico son los aspectos principales destacados por las entidades encuestadas causas de los datos registrados, debido a su afectación a la rentabilidad.

Sin embargo, las políticas de subidas de tipos de interés han beneficiado notablemente a la banca. Así, los mayores márgenes de tipos de interés entre los activos y pasivos han compensado el descenso en el volumen de préstamos concedidos, aunque "las subidas de tipos también habrían propiciado una disminución de otros ingresos distintos a los intereses, tanto por pérdidas de capital como por las menores comisiones", añade al respecto. Con vistas a futuro, “se espera que se prolonguen estos efectos, a los que también habría que añadir los asociados a la mayor necesidad de provisionar ciertos riesgos”.

Con estas premisas, la cúpula directiva de la autoridad económica europea vuelve a reunirse este jueves para decidir el rumbo de su política de tipos. En los últimos seis encuentros la decisión ha sido elevarlos, 75 puntos básicos en los dos primeros y 50 en los cuatro consecutivos, lo que sitúa el precio del dinero en el 3,5%. Las previsiones señalan que en esta ocasión el ascenso será, esta vez sí, de 25 puntos básicos y colocará el valor en el 3,75%. No obstante, en la última reunión, las turbulencias bancarias y la enorme presión empujaron a los analistas a estimar lo mismo, pero finalmente la apuesta por combatir la inflación reeditó una subida de 50 puntos.