El búlgaro Angel Dzhambazki ha recibido una sanción impuesta por la presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, por hacer el saludo nazi en el pleno de Estrasburgo el pasado 16 de febrero. Así lo anunciaba Metsola este martes por la mañana en la apertura del pleno. La sanción se traduce a seis días sin dieta, es decir a 338 euros cada día. En total, los 2.028 euros.

La Eurocámara informaba de la sanción de la siguiente manera: “De conformidad con el artículo 176 del reglamento del Parlamento, la presidenta ha decidido imponer una sanción al eurodiputado Angel Dzhambazki por su comportamiento indebido el 16 de febrero de 2022, cuando tendió el brazo derecho en un gesto que se percibió como un saludo nazi, al salir de la Cámara. Dañó la dignidad y la reputación del Parlamento Europeo”, también desde ese organismo daban los datos de lo que consistía la sanción: “la pérdida de su derecho a las dietas por un período de seis días”. El eurodiputado, del mismo grupo parlamentario del que forma parte Vox, ha sido notificado de la sanción el pasado 31 de marzo, y tiene derecho a presentar en los próximos días un recurso.

Metsola sancionó el gesto en el mismo momento en el que se produjo, y al día siguiente procedieron a sancionarla basándose en la norma 176 del Parlamento Europeo contra Dzhambazki, que pertenece al mismo grupo parlamentario de Vox (ECR), por realizar un saludo fascista en el pleno celebrado en Estrasburgo.

Metsola puso en marcha el artículo del reglamento interno de la Eurocámara para gestionar “casos graves de incumplimiento” del régimen de conducta de la Cámara.

La postura de Vox en la Eurocámara

Pasadas varias horas después de que la justicia europea pusiese en marcha el mecanismo para cortar los fondos a Polonia y a Hungría si ambas no cumplían con el Estado de Derecho, el eurodiputado  hizo su intervención con alabanzas a Viktor Orbán y su partido, Fidesz. Después, se bajo de la tribuna y se fue dando voces mientras se aproximaba a la salida. A lo largo de ese trayecto, Dzhambazki, se dio la vuelta y levanta el brazo, para finalmente continuar con su marcha de la Cámara mientras el popular checo Tomáš Zdechovský, intentaba comenzar con su discurso.

La maltesa Roberta Metsola, miembro del PP europeo, sentenció: “Un saludo fascista en el Parlamento Europeo es inaceptable para mí, siempre y en todas partes. Me ofende a mí y a todo el mundo en Europa. Nosotros defendemos lo contrario. Somos la Casa de la democracia. Ese gesto pertenece al capítulo más oscuro de nuestra historia, y ahí debe quedarse”.