Hay una máxima en televisión que va a misa: la cadena que gana la tarde, gana el día. La aportación al cómputo global de share diario de esta franja horaria vespertina- la más codiciada y deseada tras el prime time- es de vital importancia para liderar la jornada. Es por ello que en los pasillos de Tele 5 la tensión es máxima. 'Sálvame', su buque insignia, el programa que marcó un antes y un después en la manera de hacer televisión en directo en este país, y del que se ha estado retroalimentando el resto de la parrilla, gracias a sus polémicos y sensacionalistas contenidos, naufraga sin rumbo en medio de un tsunami, que está arrastrando consigo a toda la cadena.
El pasado marzo Antena 3 TV revalidó el liderazgo que mantiene desde hace 5 meses sobre su más directa competidora. Le sacó nada menos que dos puntos y medio de share, un hecho histórico que no ocurría desde hace 20 años. El hundimiento de 'Sálvame' y una desafortunada programación, están teniendo demasiado que ver en la debacle de “la pantalla amiga”.
¿Qué está pasando en Mediaset? ¿Por qué la audiencia le está dando la espalda, no solo a espacios tan emblemáticos como el que conduce Jorge Javier Vázquez cada tarde, sino también al resto de su entretenimiento, del que solo se salva, de momento, 'El programa de Ana Rosa' y 'Ya es Mediodía'? Son varios los motivos de esta crisis de audiencia sin precedentes.
Si la tarde no funciona, la cadena tampoco
Después de más de 12 temporadas liderando la tarde, 'Sálvame' agoniza en caída libre y sin frenos. El público que es muy traidor, se ha cansado de ese maravilloso circo que con suculentos cebos prometía noticias bomba que luego no lo eran y, sobre todo, se ha aburrido de unos colaboradores convertidos muchos de ellos, en auténticos convidados de piedra en plató. Y es que mal que nos pese, 'Sálvame' empezó a morir el mismo día que murió Mila Ximénez.
La audiencia tampoco ha respondido a los últimos cambios acometidos por la cúpula de 'La Fábrica de la Tele' responsable del programa, para salvar in extremis el barco. El programa ha perdido en las últimas semanas la poca identidad, frescura y esencia que aun le quedaban. Uno lo pone y no sabe si está viendo 'Corazón Corazón', 'El Diario de Patricia' o 'Zapeando'. Dar bandazos cuando algo no funciona en televisión, está demostrado que rara vez da buenos resultados.

Sin embargo no solo el espacio que conduce Jorge Javier Vázquez es el responsable de que Tele 5 se esté hundiendo. ¡Faltaría más! La telerrealidad que ha inundado sin perdón toda la parrilla durante años, ha sido la puntilla que ha colmado el vaso de la paciencia de los telespectadores. Salvo 'Supervivientes', que se espera en medio de serias dudas como agua de mayo, el resto de concursos y talents que viene ofreciendo sin parar la cadena, están agotados. Al público ya no le interesa este tipo de contenidos, por mucho que se los metan hasta en la sopa, tal y como hacen todos sus programas
Y por último se abusó mucho del personaje de Rocío Carrasco tras la emisión del documental 'Rocío, contar la verdad para seguir viva'. Su escalofriante testimonio de malos tratos y la nula relación con sus hijos narrada por ella misma a lo largo de 8 episodios, se convirtió además de un fenómeno social, en un auténtico pelotazo de audiencia; acaparó hasta la extenuación durante meses todos los magazines de Tele 5. De nuevo había una gallina de los huevos de oro que exprimir. ¿Qué ocurrió? Que el público se saturó del culebrón y de la propia Rocío.

A pesar de la situación por la que atraviesa y de la que seguramente se recuperará, hay que reconocer que Tele 5 inventó en España un nuevo modelo de televisión fresca, divertida, atrevida, revolucionaria y polémica. Lo importante no era lo que se contaba, sino cómo se contaba y eso… que no es nada fácil, han sabido hacerlo en la cadena de Fuencarral como nadie. ¡Al César lo que es del César!