La sentencia judicial de la Audiencia Provincial de Navarra que ha condenado a los  cinco miembros de ‘La Manada’ a nueve años de cárcel por un delito continuado de abuso sexual a una joven que denunció haber sufrido una violación en los Sanfermines de 2016, ha desatado una ola de protestas en las calles de muchas ciudades españolas. Pero además, miles de mujeres han compartido sus experiencias de abuso en Twitter con el hashtag #cuéntalo, copando las redes en España.

 

Elisa Beni, periodista y escritora, ha sido una de tantas mujeres que ha verbalizado su experiencia: “#Cuéntalo Tres veces me intentaron agredir sexualmente: en una litera del expreso Madrid-Pamplona, un coronel del Tercio en Ceuta y un estudiante de arquitectura del Opus en Pamplona. Del acoso sexual en el curro os lo cuento otro rato”.

El momento ha llegado y hemos hablado con Elisa de feminismo, de la sentencia y del movimiento #Cuéntalo en esta entrevista concedida a ELPLURAL.COM.

En su cuenta de twitter ha contado que sufrió tres intentos de agresión sexual, al tiempo que termina diciendo “lo del acoso sexual en el trabajo os lo cuento en otro rato”. ¿Qué pasó en aquel episodio o episodios?

Es algo que ya he contado en la radio. Cuando me pasó el acoso sexual no era delito y por lo tanto no he podido denunciarlo. Era directora de un medio y uno de mis superiores me acosó para intentar mantener relaciones conmigo. Ante mi negativa, empezó a interferir en mi trabajo contándoles falsedades sobre mis funciones laborales a los superiores de ambos. También me puenteaba con mis trabajadores, o me hacía ir a reuniones de trabajo, después de las cuales se producían encerronas. Además me metió una corbata en el bolso, para comprometerme cuando llegase a casa. Yo estaba recién casada. El problema pude solucionarlo con la alta dirección de la empresa. Me jugué mi puesto de trabajo, ya que era mi palabra contra la de él, pero se pusieron de mi parte y conseguí no depender más de él.

¿Qué es #Cuéntalo para Elisa Beni?

Creo que muchos no se han dado cuenta de que la manifestación del pasado 8 de marzo significa algo más que la salida de muchas mujeres a la calle. Es un salto adelante que hemos dado las mujeres de forma global y que no va a parar. #Cuéntalo es un cambio de paradigma, que representa una nueva actitud en las mujeres de no querer callarnos. En una sociedad patriarcal como la nuestra resulta muy difícil que la mujer pueda defenderse, bien porque no tienes pruebas, bien porque tienes que callar y si lo haces por encima te insultan.

¿#Cuéntalo es una ventana abierta para las mujeres en dónde podemos sentirnos más liberadas?

Sí, pero se pueden sentir liberadas un tipo de mujeres, porque desde que empezó #cuéntalo me han llegado comunicaciones de mujeres contándome todo tipo de acosos para pedirme ayuda. Por lo tanto, aquí no están representadas todas las mujeres, sino solo las que se atreven o pueden contarlo.

¿Qué cree que tendríamos que pedirle a la clase política y a otros poderes para que las mujeres nos podamos sentir más protegidas?

En primer lugar que cuando se nos agrede, los delitos que atentan contra nuestra libertad sexual sean tratados de la misma forma que el resto de los delitos. Es decir, cuando te atracan y tu denuncias que te han llevado el bolso, nadie duda de tu palabra de víctima. Hay una especie de análisis especial en los delitos de libertad sexual que parece proceder de la idea de que la mujer ha podido provocarlo o quererlo. Mientras que en un delito contra la propiedad, a nadie se ocurre pensar que entregas la cartera por gusto, o por generosidad. A alguien se le ocurriría preguntar: “¿ usted no se sintió un poquito generosa cuando le robaron?”. Esto sin embargo en los delitos de libertad sexual contra las mujeres se valora todo el tiempo, así como cuando hablamos de cambiar la legislación, hay algunos que insisten en proteger de más a los hombres porque legislar así es tanto como decir que las mujeres van a mentir. Además hay que estar muy atentos, ya que estamos ante un nuevo arquetipo de agresiones sexuales a mujeres, donde se emplean estupefacientes y son perpetradas en grupo. Hace 20 años las violaciones eran individuales. Estamos ante un fenómeno diferente, en el que grupos de jóvenes lo que buscan es la humillación de la mujer. Esto creo que proviene del porno duro, al que los jóvenes tienen acceso cada vez a edades más tempranas.

 

¿Qué importancia puede haber tenido la sentencia de ‘La Manada’ en la seguridad de las mujeres?

Esta sentencia ya ha hecho historia, porque ha demostrado que las mujeres de este país no estamos para que unas leyes patriarcales decidan cuando nosotras somos las víctimas. Ha quedado patente que casi hay unanimidad de criterio entre las mujeres: desde Ana Patricia Botín hasta las Carmelitas Descalzas de Hondarribia. Además  ha quedado claro que las mujeres no vamos a dar un paso atrás. Desde el punto de vista sociológico hemos creado conciencia e interés en la clase política porque somos más del 50% de la sociedad, lo que quiere decir que representamos a más de la mitad del electorado.

¿El machismo tiene tintes ideológicos?

Creo que no, el machismo es una superestructura. Ahora es transversal, pero históricamente el feminismo, la lucha por el aborto o el divorcio fueron movimientos que partieron de la izquierda. Si nos ponemos a buscar a teóricas del feminismo, no las encontraremos en la derecha.

¿Qué es más importante para la protección de la mujer: la formación o la legislación?

El código penal no va a resolver este problema. Creo que lo más importante es la formación para poder llevar a cabo un cambio de estructura social y de mentalidad.