José María Aznar lleva ya mucho tiempo intentando desvincular su imagen con el Partido Popular, pero no con el que él mismo lideró y llevó a la Presidencia, sino con el de ahora, con el que representa en que un día él escogió a dedo y ahora critica cada vez que tiene oportunidad: el PP de Mariano Rajoy.

Ahora, como presidente de la Fundación Faes, se define como un mero “afiliado” del PP dejando muy claro que el hecho de seguir teniendo el carnet no significa, ni siquiera, que simpatice con las ideas de la formación.

Con esta actitud, Aznar ha acudido a una entrevista con la Revista Plaza, pero también con la intención de hablar de Cataluña, de la posible reforma Constitucional y pasar de soslayo por la corrupción en el PP.

¿Hay culpables en la crisis catalana?

Si hablamos de Cataluña y de la clara crisis que estamos viviendo en la actualidad, una situación que viene de largo pero que se incrementó con la celebración del referéndum del 1-O, Aznar tiene claro quién o, mejor dicho, quiénes son los culpables. La respuesta es: los nacionalistas transformados en independentistas y, ya de paso, José Luis Rodríguez Zapatero.

Y es que, el que fuera presidente del Gobierno cree que “ha habido una parte muy importante del nacionalismo catalán que se ha convertido al independentismo, que ha dado un golpe de Estado y ha organizado un proceso de secesión” y es sobre este grupo de personas sobre los que, “únicamente”, recae la responsabilidad de lo que ahora se vive en Cataluña.

“La responsabilidad recae únicamente en los que han roto el pacto constitucional y han organizado este proceso”, dice Aznar olvidando totalmente al Gobierno central de Mariano Rajoy y dejando a un lado su inmovilismo y cierre total hacia un diálogo a tiempo. “El nacionalismo tiene una mitología muy grande y se aferra a ella”, sentencia.

Será porque, según explica en esta entrevista, Aznar cree que el inicio de la crisis catalana no llega de la mano del PP, ni cuando el mismo partido llevó al Tribunal Constitucional el Estatut. Para él comienza antes, cuando Zapateo rompió uno de los pilares básicos: “no mirar hacia atrás”. Es en ese momento cuando para Aznar se empieza a quebrar España, en el año 2004, cuando Zapatero llega a La Moncloa.

Se veía venir

Una vez tenemos claros los supuestos culpables y los que se quedan fuera, es el momento de saber si se podría haber evitado porque, quizás, había señales que avisaban. “Yo creo que sí”, que se veía venir, responde y explica: “El nacionalismo siempre destila un sentimiento de hostilidad muy grande. El nacionalismo y la razón son conceptos bastante contradictorios, incompatibles.

“Los secesionistas han fracturado Cataluña como dije que iba a ocurrir. La han dividido enfrentando a las familias, a las instituciones, y casi han provocado la quiebra económica, la fuga de empresas”.

Y en cuanto a las soluciones, también lo tiene muy claro. “La política no consiste en hacer lo que sea necesario para intentar que los secesionistas dejen de serlo; porque no van a dejar de serlo, de lo que se trata es de que la inmensa mayoría de españoles se sienta tranquila y segura bajo el orden constitucional, y eso es lo que hay que hacer”.

¿Reforma constitucional? Puede ¿Estado federal? no

Sobre la disposición del Gobierno de Rajoy a abordar una reforma constitucional, ampliamente pedida por otros partidos, Azanar no dice que no, pero matiza: “depende de para qué”, pues mantiene el miedo de que las reformas sean una excusa para destruir la Constitución.

“En un momento en el que se cuestionan los pactos constitucionales y la misma Constitución, que se quiere destruir, no me parece la mejor de las circunstancias. Si se quiere abrir el debate, que se abra, pero no será para satisfacer a los secesionistas, sino para reafirmar la igualdad de los españoles”. “Si se abre para intentar satisfacer a los secesionistas, lo que haremos será acabar con España, lo que no es ni razonable, ni recomendable ni deseable”.

Por ello, Faes defiende una reforma que pasa por “garantizar que no se pueda repetir sin consecuencias un proceso como el que estamos viviendo”. “Si hay que reforzar los elementos de cohesión del Estado y de la nación, pues habrá que reforzarlos” porque en opinión de Aznar “una de las cosas que necesita España es más Estado” porque define España como “uno de los países más descentralizados de Europa, quizás del mundo”.

La corrupción del PP y Rita Barberá

En esta entrevista en la Revista Plaza también ha habido espacio para hablar de la corrupción, pero, sobre todo, de la que afecta al Partido Popular. Yo ahí no tengo ninguna responsabilidad, sólo soy un afiliado del Partido Popular”. “No he dicho que sea simpatizante, he dicho que soy afiliado”.

Pese a ello, no desaprovecha la ocasión para mandarle un mensaje a Rajoy, uno más: que actúe con mano dura. “Yo cuando me tuve que enfrentar a situaciones de ese tipo tuve una manera de actuar muy contundente. Supongo que España ha vivido ese fenómeno que abunda demasiado en el mundo; todos los países están teniendo ese tipo de problemas. Eso hay que combatirlo con autoridad moral, con la ley y con transparencia y, naturalmente, corregir todo tipo de actitudes que estén al margen de la ley".

Además, Ha querido recordar a la fallecida Rita Barberá. “Yo quería mucho a Rita Barberá y tuve siempre una muy buena relación con ella. Fue una excelente alcaldesa de Valencia durante muchos años y me dio mucha pena que viviese situaciones injustas y de profunda soledad”, ha dicho recordando cómo fue apartada e invitada en más de una ocasión a dejar el partido al ser citada a declarar por el caso Taula hasta quedarse sola en el Grupo Mixto. Pero, sobre todo, como luego fue alabada cuando murió.

En cuanto a otros señalados por corrupción, su relación actual con ellos es muy diferente. Mientras que con Francisco Camps asegura no tener ningún contacto, con Eduardo Zaplana mantiene “un gran respeto”. “Es patrono de Faes. La historia del Partido Popular en la Comunitat Valenciana no se puede explicar sin algunas personas, y una de ellas es Zaplana”.

Así se ha expresado el expresidente del Gobierno en una entrevista en la Revista Plaza en su número de noviembre, una entrega en la que también se pueden leer otros reportajes en los que analizan 25 años después el impacto que tuvo el caso Alcàsser en los medios de comunicación, el caso de iDental y las consecuencias para los afectados o el asesinato de JFK.