El president de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, evidenciaba esta semana que a partir del próximo jueves se puede abrir una crisis de gobierno. En estas, aparecen nombres que pueden salir más mermados que otros y es que, al menos, las críticas llevan una semana apuntando a varios rostros del equipo del responsable primero valenciano debido a la gestión nefasta de la DANA.

Seguramente la persona más afectada después del propio Mazón sea Salomé Pradas, competente en Emergencias. En público nadie sale a defenderla, y en privado los comentarios solo son negativos. Se le ha responsabilizado de la actuación mal y tarde del Centro de Coordinación Operativa Integrado (CECOPI), del que es presidenta -ella misma reconocía desconocer que existía un sistema para alertar de las Emergencias; el sistema ES-Alert-, de no tomar decisiones en tiempo y forma y de apartar a su equipo por pura desconfianza.

Salomé Pradas

Las declaraciones que casi con total probabilidad peor sentaron de Pradas son las que tienen que ver con el sistema de alertas. Primero dijo que no lo conocía, luego que sí; después que no estaba en los planes autonómicos de la Comunidad Valenciana a pesar de que la Generalitat lo había presentado públicamente en octubre de 2022 y lo activó al año siguiente.

Sobre los avisos, más incongruencias. Defendió a capa y espada que no supo de la gravedad real de lo que estaba pasando hasta las 20:00 horas de la tarde del día en que se produjo la riada, después de una llamada del Secretario de Estado de Transición Ecológica desde Colombia.

Súmate a El Plural

Apoya nuestro trabajo. Navega sin publicidad. Entra a todos los contenidos.

hazte socio

Sin embargo, los audios de la reunión del CECOPI de ese día apuntan en una dirección completamente opuesta. “Está pasando en muchos municipios, efectivamente”, decía ella misma. “(…) De esa zona, sobre todo, porque, ¿los mensajes les llegan?”, apuntalaba.

En consecuencia, no supo del mecanismo a las ocho porque, en una conversación a las 19:15 del mismo 29 de octubre, se escucha a un técnico que apunta a que los teléfonos recibirán el mensaje “cuando vuelva la luz, cuando vuelva la cobertura”.

En aquella reunión las autoridades ya eran plenamente conscientes del nivel de gravedad de la situación, aunque el aviso debería haberse dado antes. La AEMET advirtió de forma anticipada de lo que se conocía como “gota fría” el jueves 24 de octubre, iniciando con ello un proceso de continua actualización a través de sus canales oficiales. Ya entonces, la agencia meteorológica situó el desarrollo del temporal en el levante español, manteniendo informada a la ciudadanía a través de redes sociales y diferentes notas informativas los días 25 y 26 del mes.

El día siguiente -27- se extiende al “Aviso Especial de Fenómenos Adversos”, que se quedó durante los días siguientes, indicando una alta probabilidad de lluvias torrenciales, superior al 70%. Ya el martes 29 de octubre, el día D de la tragedia, desde las 07:30 se constató un incremento en la peligrosidad del fenómeno y sus áreas de impacto, algo que fue comunicado por AEMET con actualizaciones permanente desde esa hora hasta las 17:49. Todo ello, mientras Mazón mantenía varias reuniones y llegaba a decir que a partir de las 18:00 el temporal iba a amainar.

Con todo este maremágnun de contradicciones, destacar que Salomé Pradas es a quien le corresponde el "mando único", aunque atendiendo a un artículo incorporado en 2020 a la ley, ante una situación catrastrófica dicho mando lo puede asumir el mismo Mazón; algo que habría sucedido la tarde de la catástrofe.

Nuria Montes

A la evidente falta de gestión se suma la de empatía, y aquí otra de las personas más acusadas es la consellera Nuria Montes. En su caso, ha sido foco de críticas debido a su actitud ante la peor tragedia de la historia reciente de nuestro país.

En concreto, las acusaciones obedecen al comportamiento de la política con Toñi, una mujer que perdió a su esposo y a su hija durante la DANA. Montes tardó una semana en ponerse en contacto con ella para ofrecerle el pésame, lo que desató la indignación tanto en la opinión pública como en las filas de partido.

Toñi lleva 30 años trabajando como funcionaria para la Generalitat, una semana después del trágico suceso. Visiblemente afectado, la operaria destacó que le transmitió que “para ella no había consuelo”, y que éste “llegaba tarde”. “Una persona así no puede seguir en un puesto público”, esgrimió pidiendo depurar responsabilidades de ésta y otros cargos de la administración valenciana.

Puerta entornada a salidas

En la última semana Mazón ha dejado entrever una remodelación del Consell después del modus operandi antes y durante la tragedia. En el PP hablan incluso de que quizá llegue el día en que el propio president deba dar un paso al lado, pero no es ahora, ya que supondría un batacazo importante para el partido.

El dirigente popular se refería días atrás a la necesidad de “adecuar toda la estructura del Consell a las labores de reconstrucción”. Si bien rehusaba a hablar de ceses o dimisiones antes de la cita parlamentaria, en el Ejecutivo ya han renunciado a la defensa de la consellera de Emergencias. El presidente autonómico “asume que se pueden haber cometido errores” y que “hay que asumir con toda humildad”.

En una línea similar, la vicepresidenta del Consell y portavoz de oficio de las actuaciones postemergencia, Susana Camarero, evitó defender, por ejemplo, a Pradas. “Todos los consellers estamos a disposición del presidente y va a tomar la decisión que estimen oportuno”, dijo. “La comparecencia del jueves será el punto de partida de esa parte política. El president está preparando una adecuación de una parte del Consell a esta realidad”, dictaminaba

boton whatsapp 600