No tardó mucho Génova en activar la maquinaria contra el Gobierno. Se adelantó ERC con el anuncio del acuerdo y precipitó la respuesta en cascada con las piezas bien engrasadas. El Partido Popular, por supuesto, manifestó su profundo rechazo a la propuesta de condonación de la deuda a las comunidades autónomas. El argumento al que se aferran los conservadores es Cataluña, calificando el acuerdo como poco más que un caramelo envenenado o, como ya advirtió Alberto Núñez Feijóo, “una trampa injusta” que “discrimina” a las regiones. Nada de números, lo cual se antoja llamativo a ojos de las fuerzas firmantes, pues tres de los cuatro territorios más beneficiados por la quita de María Jesús Monteros están bajo su tutela. Pero el foco está sobre Andalucía, desde cuyo Gobierno se ha exigido incluso más dinero del que se le perdonaría con la iniciativa que ahora hay sobre la mesa.
La región gobernada por Juanma Moreno Bonilla estaría entre las mas beneficiadas por la propuesta de Hacienda, junto con la Comunidad Valenciana -al margen de Cataluña-. Dos autonomías que han entrado a degüello tras el toque de corneta de Génova. Si bien el mensaje en términos generales tiene cierta concordancia, en la habitación de Andalucía hay un elefante de tamaño considerable. El Ejecutivo conservador, al contrario que Madrid u otras autonomías de signo popular que sí manifestaron su rechazo, maneja un doble discurso que choca por completo. Sobre todo porque desde San Telmo, cuando el debate sobre la quita estaba en pañales, siempre se ha apuntado en una dirección favorable. Incluso llegaron a establecer un límite mucho menor que el diseñado por el Ministerio de Hacienda.
Donde dije digo…
Lo que en noviembre de 2023 era un camino por recorrer, tras el acuerdo con Oriol Junqueras ha mutado a una “trampa injusta” y a una “solución ad hoc” para cerrar un pacto con Cataluña y, así, amarrar la legislatura. Para Moreno Bonilla, a 25 de febrero de 2025, “no es un buen mensaje para la sociedad” hablar del quite de deuda porque “no podemos hacer pagar al resto de los españoles la fiesta del procés y del independentismo”. Un relato bastante engrasado al que por entonces manejaba el Partido Popular, pero distanciándose en el fondo de la cuestión de los postulados de Génova, dado que desde el Palacio de San Telmo se reclamaba una condonación de 17.000 millones de euros para Andalucía.
Así lo transmitió entonces la consejera de Presidencia, Carolina España. En una entrevista concedida al ABC de Sevilla, la dirigente conservadora no cerraba la puerta en absoluto a alcanzar un acuerdo con el Gobierno. Incluso estarían dispuestos a tragar con el sapo de Cataluña. “Lo aceptaríamos, pero tiene que llegar a los 17.000 millones de euros”, dijo la también parlamentaria del Partido Popular, a la que por entonces, como a Moreno Bonilla, le sonaba bien la melodía si se elevaba un poco la cantidad -el máximo en Cataluña no alcanzaba tal cifra siquiera-.
Sin embargo, un par de años después de abrir la puerta a convalidar la condonación de deuda a todo el territorio, los 18.791 que asumiría el Estado en este nuevo intento de Hacienda no le parecen suficientes; siendo Andalucía, además, la región más beneficiada por el modelo actual en términos absolutos, claro.
Diremos que no a una quita de deuda. Porque Andalucía no tiene un problema de deuda porque hemos hecho un esfuerzo. Se ha hecho una solución 'ad hoc' para un acuerdo político con Cataluña y lo que no podemos hacer el resto de los españoles es pagar la fiesta del 'procés' y del independentismo. Se ha hecho deuda y se han gastado fondos públicos con un objetivo que era la desconexión de España. Y ahora el resto de los españoles lo pagamos-. No es un buen mensaje para la sociedad", explicó el presidente andaluz justo 48 horas antes de una reunión del Consejo de Política Fiscal y Financiera que tiene como principal punto del orden del día la oferta del Ministerio de Hacienda para una quita de deuda a todas las comunidades autónomas.
Trampa injusta
Sin embargo, Alberto Núñez Feijóo ha decidido desde la sede madrileña de Génova que aliviar las deudas de las autonomías para que estas puedan destinar los fondos a mejorar los servicios públicos es una “trampa injusta”. "Tenemos que denunciar que no se puede comprar el alquiler del Palacio de la Moncloa con el dinero del conjunto de los españoles subvencionando la irresponsabilidad y la subida de impuestos", ha espetado el líder del PP, que ha vuelto a tirar del independentismo catalán para justificar su posición.
"La deuda que un catalán tiene como catalán por la falta de gestión eficiente de la Generalitat, ahora la va a tener como español”, ha trasladado. El total que asumiría el Estado sería de 83.252 millones de euros, si el Congreso de los Diputados aprobase la propuesta, de los cuales 18.791 millones corresponderían a Andalucía, 17.104 millones a Cataluña, 11.210 millones a Comunitat Valenciana y 8.644 millones a la Comunidad de Madrid. “Es una trampa injusta que conlleva un manual de malas prácticas que perturba la moralidad del gasto público”, insiste Feijóo.
¿A cuánto dinero renuncia cada CCAA del PP?
Las palabras del máximo mandatario de los conservadores se ha replicado entre algunos líderes territoriales, en las horas previas al Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF) al que acudirán todas las autonomías. El Ejecutivo andaluz se ha opuesto a la "oferta trampa" y, pese a ser el territorio más beneficiado, aseguran que es un "traje a medida" para Cataluña que quieren que "paguen" el resto de comunidades. Mazón también se ha pronunciado, garantizando que no es una “verdadera reestructuración”, aunque son la autonomía más beneficiada por habitante ajustado y la tercera en términos absolutos.
En el grupo de rechazar más recursos para destinarlos a servicios público no podía faltar la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, que ha sacado a relucir su dialéctica habitual. El Gobierno quiera "imponer a punta de pistola" al resto de autonomías la condonación de la deuda catalana pactando con los que "hunden" a la propia Cataluña, ha trasladado la líder del cuarto territorio más beneficiado. "Pienso que no se puede tener más caradura y no se puede ser más arbitrario", ha zanjado.
El sustituto de Feijóo en Galicia, Alfonso Rueda, ha considerado una “oportunidad perdida” no incluir el tema de la financiación autonómica en el CPFF. “No nos vale”, ha reaccionado a los 4.010 millones que se le perdonarían. Su homólogo en Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, ha incidido en reclamar una “financiación justa” y ha rechazado disfrutar de 3.643 millones más de fondos al retirarse parte de su deuda. Desde Murcia han elegido el calificativo “ofensa” para los 3.318 millones que se condonarían.
“Es un mal negocio para los aragoneses, que tendremos que pagar la deuda que el PSOE ha creado con sus acuerdos políticos para que Pedro Sánchez sea presidente del Gobierno", ha valorado Jorge Azcón, presidente de Aragón, autonomía a la que se le aplicaría una quita de 2.124 millones. "Negociada sólo con Cataluña y pensada sólo para Cataluña", ha añadido desde Baleares Marga Prohens, rehusando al perdón de 1.741 millones de euros.
La máxima mandataria de Extremadura, María Guardiola, ha afeado que se pague "a escote" la deuda de otras comunidades debido a una "pésima gestión" y ha criticado que el presidente del Gobierno sea "servil" con el separatismo y "absolutamente desleal" con las autonomías, pese a que su territorio se beneficiaría de la condonación de 1.718 millones de euros. Por último, la presidenta de Cantabria, María José Sáenz de Buruaga, ha tildado la oferta de "maniobra trilera" y ha adelantado que rechazarán "un trágala que perjudica" a la región, aunque se le quitarían 809 millones.