Las imágenes de lo sucedido el pasado 5 de junio a las puertas de la Delegación Territorial de la Junta de Castilla y León en Salamanca dieron la vuelta a España, y este viernes se da a conocer la detención de nueve personas como presuntos autores de aquel intento de asalto al edificio que llevó aparejados no sólo daños materiales, sino agresiones a varios de los agentes policiales.

Los desórdenes provocados por aquel grupo de violentos se produjeron en el transcurso de una concentración de protesta de ganaderos salmantinos convocados por la plataforma Unión por la Ganadería que reclamaban ante la sede del Gobierno Autonómico en la provincia que se hicieran realidad los cambios en la normativa sobre controles de la tuberculosis bovina prometidos por Vox, considerados fuera de la legalidad por el Ministerio de Agricultura en primer lugar y por el Tribunal Superior de Justicia después, y que llevaron a la paralización de la cabaña durante los días que estuvieron en vigor.

Huevos, pintura y botes de humo

A resultas de la investigación, que continúa abierta, la policía nacional considera a esas nueve personas implicadas en los desórdenes públicos, la agresión a varios funcionarios de policía, el lanzamiento de objetos contra la fachada y la rotura de los cristales de la puerta de acceso.

Los ganaderos defendían el cambio de los protocolos sanitarios en vigor, que consideran perjudican a sus explotaciones y que la Consejería de Agricultura había modificado, a espaldas de las normativas española y europea, en plena campaña electoral del 28M.

La policía había establecido un dispositivo a las puertas de la sede del Gobierno Autonómico, en previsión de posibles incidentes, en colaboración con funcionarios de las dependencias de la Junta, que finalmente tuvo que contener a varios de los manifestantes, que pasaron de las palabras a los hechos y comenzaron a lanzar huevos, pintura e incluso botes de humo contra la fachada del edificio.

Los violentos trataron de acceder al inmueble lanzando vallas de seguridad contra las puertas de cristal y, según la información policial, “objetos contundentes que portaban para agredir a los agentes”, once de los cuales precisaron asistencia sanitaria.

Las organizaciones agrarias se desmarcan

Tanto la plataforma convocante, Unión por la Ganadería, que lidera el presidente provincial de ASAJA en Salamanca, Juan Luis Delgado, como el resto de las organizaciones profesionales agrarias de Castilla y León se desmarcaron inmediatamente de las acciones violentas, si bien, Delgado, en declaraciones a ElPlural.com, afirma que “sin justificar en absoluto la violencia, la única justificación que encuentro en lo que sucedió es que aquello fue fruto del cabreo, la impotencia y la frustración” de los ganaderos, que ven, dice, cómo, a pesar de las múltiples reuniones, y del cambio de la normativa suspendida cautelarmente por los tribunales, “todo sigue igual”.

Delgado asegura que de las personas que aparecían en las imágenes de los desórdenes sólo conocía a una, pero que desde su plataforma se difundieron internamente fotografías y vídeos para que quien se reconociera en ellas acudiera voluntariamente a prestar declaración.

El propio Delgado, junto a otros dos portavoces de la Unión por la Ganadería, así lo hizo pocos días después de los sucesos, y afirma que le consta que las personas identificadas también prestaron declaración por voluntad propia, sin que, hasta donde él conoce, ninguno de ellos se encuentre detenido.

Lavar la imagen de la carne de vacuno

Sin duda, una de las consecuencias no sólo de aquellas imágenes, sino de la polémica tras la relajación ilegal de medidas de control de la tuberculosis bovina que enarboló en Bruselas el vicepresidente de la Junta, Juan García-Gallardo, ha sido el deterioro de la imagen de la carne de vacuno de Castilla y León.

Precisamente, para “lavar la imagen del sector y reivindicar la calidad de la carne de vacuno”, señala Delgado, la plataforma que lidera organizará el próximo 15 de julio un acto de degustación de carne en el centro de Salamanca, que será gratuito para los salmantinos, a quienes, con esta convocatoria quieren “agradecer su apoyo y pedir disculpas” por lo sucedido.

“Se trata”, concluye, “de un acto de reivindicación de nuestra carne contra lo que algunos han dicho de ella, de forma interesada”.