Mantener la calle. Esa es la intención que el colectivo juvenil La Plaza tiene hasta que la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, dimita. La organización reconoce que no es tarea fácil, incluso algunos lo tachan poco menos que de imposible, pero se aferran a la ilusión que les hace seguir alzando la voz.

Como hiciera durante la primera protesta -que reunió a unas 800 personas según Delegación de Gobierno y a unas 2.000 según los convocantes- fuentes del movimiento explican a ElPlural.com las diferencias entre aquella reclamación, que se produjo un miércoles, y la actual, que tendrá lugar el próximo sábado -primera distinción- y que no será solo una queja frente a Génova, sino una marcha que partirá desde Chamberí a las 19:00 horas, terminando, eso sí, en el mismo punto. “Creemos que la gente dispone de más tiempo para organizarse y que al contar con recorrido es más simbólico”, relatan organizadores de la propuesta a ElPlural.com.

Preguntados por este medio, dejan claro que van a seguir poniendo pie en pared el tiempo "que haga falta”. “Nuestro objetivo es echar a Ayuso y que las políticas del PP se reviertan y se pueda mejorar la vivienda, el transporte público, el acceso a un trabajo digno y estable… Y vamos a hacer todo lo que podamos para llegar a eso”. Hacen hincapié en que en la primera manifestación vieron a “mucha gente muy ilusionada” con que todo esto podía ocurrir.

“A Ayuso le sucederá lo mismo que a Aguirre o Cifuentes”

Bajo el escenario de esa consigna es donde se mueven, y a pesar de reconocer que es complicado, sí, pero que pasó lo mismo con otras expresidentas como Esperanza Aguirre o Cristina Cifuentes: “Y le sucederá a Ayuso, porque llega un momento en el que vas acumulando escándalos y no puedes más (…) Nos preguntaban cuándo iba a ser la siguiente concentración y aquí está. Siempre ha existido un pesimismo tremendo con la Comunidad de Madrid pensando que Ayuso o el PP va a estar hasta que ellos quieran, pero pienso que con la primera manifestación revitalizamos un poco esa ilusión de poder cambiar las cosas”.

Estas voces autorizadas lamentan que en el momento actual, al menos sobre el papel, es más difícil -o así lo parece- organizarse políticamente y que los colectivos están “bastante desmovilizados”, pero celebran que ellos están aquí “también para resucitar todo eso y tener de nuevo a una juventud organizada” que "hacía mucho" que en Madrid no se veía.

De este modo lo apuntan, mientras subrayan  que se trata de una “carrera de fondo” pero que la semilla “que va hacer caer” a la líder regional “está plantada”. Y a partir de ahí, que venga lo que tenga que venir: “Vamos a ir viendo durante estos días cómo va para poder responder con un poco de margen a lo que vaya pasando, pero la idea es seguir. Por lo tanto, todavía no hay más fechas cerradas, pero después del sábado veremos y seguramente anunciaremos más convocatorias”.

Primera protesta

Antes del parón de Semana Santa, la asociación juvenil La Plaza calentaba motores. Se organizan con el estilo de un grupo de música: va anunciando posibles fechas y después las confirma. Con este modus operandi, después de la mencionada protesta frente a la sede popular -que consideraron exitosa sobre todo si se tiene en cuenta que se trata de una asociación pequeña- emplazaban a que habría segundo round tras los días festivos. Y no han tardado ni un día en confirmarlo.

El objetivo respecto de la primera llamada a los madrileños parece claro: superar la cifra de entonces. Las expectativas de la aquella concentración -que data del pasado 20 de marzo- superó a convocantes y autoridades, que en un primer momento decidieron contener a los manifestantes en la acera contraria a la que se encuentra el edificio, pero que al en seguida vieron que dicha localización era imposible de mantener.

Los asistentes portaron por aquel entonces pancartas y otros símbolos con los que lamentaron la gestión de la líder regional: desde los más de 7.000 fallecidos en residencias por los bautizados como protocolos de la vergüenza hasta Avalmadrid, pasando por las comisiones de Tomás Díaz Ayuso.  

Lo que más molesta es la impunidad con la que actúan los políticos del PP, pero es el modus operandi que llevan utilizando a lo largo de 30 años de Gobierno. El otro día mismo Esperanza Aguirre en el juicio por las presuntas irregularidades de la Ciudad de la Justicia declara con chulería ante los medios y victimizándose (…) El PP ha trabajado durante tres décadas para robar a manos llenas enriquecer a todas las personas de su entorno. Hacen lo que les da la gana convencidos de que no les va a pasar nada”, contaban desde La Plaza a este medio. Pero eso, dicen y así lo esperan: “¡Se acabó!”.