Los escándalos de corrupción que presuntamente salpican a Alberto González Amador, actual novio de Isabel Díaz Ayuso, pasan factura en términos electorales a la presidenta de la Comunidad de Madrid. La dirigente del Partido Popular se vería lastrada por las informaciones que apuntan a que su pareja habría defraudado a Hacienda más de 350.900 euros así como las propias afirmaciones falsas de la lideresa, según una encuesta. El hombre ha sido citado a declarar.

Un electopanel de Electomanía, publicado este 31 de marzo, indica que la presidenta regional bajaría en intención de voto hasta perder su mayoría absoluta. De hecho, de acudir a las urnas en estos momentos, el PP no obtendría los apoyos necesarios y necesitaría a Vox para poder gobernar. Este boceto apunta a que Ayuso recabaría solo un 43,2% de los votos a favor mientras la izquierda mejoraría sus resultados.

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Ayuso perdería la mayoría absoluta

Según un electopanel publicado por Electomanía este 31 de marzo sobre intención de voto en la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso retrocede en los apoyos y perdería la mayoría absoluta que ostenta desde las pasadas elecciones regionales de mayo de 2023. En concreto, la lideresa necesitaría a la ultraderecha de Vox para poder gobernar, dado que el PP recabaría un 43,2%. Los de extrema derecha lograrían un tibio 8,9% de los votos.

Por su parte, la izquierda mejoraría sus resultados, aunque no podría gobernar. De acudir ahora a las urnas en unas futuribles elecciones, el PSOE se quedaría con el 23,2% de los apoyos, mientras Más Madrid lograría un 19,1% y Podemos un limitado 1,8%. Esto se traduce a que, en estimación de escaños, el PP perdería tres hasta los 63; los socialistas sumarían dos hasta los 33 y Más Madrid mejoraría en uno, hasta los 27 asientos. Podemos y Ciudadanos no lograrían representación mientras Vox se quedaría estancado en 12.

Panel de intención de voto en la Comunidad de Madrid. Electomanía

Panel de intención de voto en la Comunidad de Madrid. Electomanía

El trabajo de campo para realizar esta encuesta ha sido recabado entre el 27 de febrero y el 25 de marzo, en pleno escándalo de corrupción que presuntamente salpica al novio de la presidenta madrileña, Alberto González Amador. Esto podría indicar que la lideresa se podría ver perjudicada por estas informaciones, que apuntan a una trama liderada por su pareja y de la que la propia dirigente popular ha salido al paso para defenderle.

Lastrada por los escándalos de su novio

Ahora se ha conocido que González se sirvió de hasta 10 empresas para presuntamente defraudar a Hacienda hasta 350.951 euros entre los ejercicios de 2020 y 2021 a través de un entramado de facturas falsas. Así consta en el auto que el juzgado de Instrucción número 19 de Madrid ha hecho público el pasado 20 de marzo y al que ha tenido acceso ElPlural.com. De la investigación de la Agencia Tributaria se desprende que la empresa del novio de Ayuso, Maxwell Cremona, pasó de facturar 357.000 euros en 2019 a 2.330.000 euros en 2020.

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Pese a este incremento de ingresos en parte gracias a los dos millones que ganó por la venta de mascarillas en pandemia, la base imponible declarada se fijó en 11.233 euros -lo que es menos de la mitad de la del año anterior- y la cuota tributaria en 2.808 euros -menos de un tercio que el año anterior-. Es decir, pese a contar con ingresos seis veces superiores al ejercicio anterior, Maxwell Cremona presentó una declaración donde pagaba tres veces menos que el año anterior.

Para ello, el novio y compañero de piso de la presidenta de la comunidad de Madrid ideó todo un entramado de facturas falsas y sociedades pantalla con otras nueve empresas que están siendo investigadas. Estas son MKE Manufacturing, Gayani Ltd, Púrpura Star, Baluarte Desarrollo de Centro Especial de Empleo, Desarrollo de CEE El Manantial, Bianconera de Servicios Profesionales, Bianconera SPA, Ginmosur y Masterman & Whitaker -de la que el socio único y administrador era también González-. 

Estas sociedades están implicadas en la presunta elaboración de facturas falsas que aparentemente "no se corresponden con servicios realmente prestados, y aportadas con la finalidad de minorar la cuota tributaria a satisfacer”. Es decir, sociedades que fabricaron facturas falsas para poder deducirse gastos y evitar que la actual pareja de Ayuso pagara al fisco lo que le correspondería en base a su volumen de negocio.

Todo comenzó con una factura, al conocerse un presunto fraude fiscal por valor de 350.000 euros y otras infracciones por falsedad documental entre 2020 y 2021. Así aparece reflejado en una denuncia que presentó la Fiscalía Provincial de Madrid el pasado 5 de marzo después de recibir esta un informe de la Agencia Tributaria con las conclusiones de una investigación que había iniciado dos años atrás en las que el Ministerio público había detectado movimientos sospechosos a través de las sociedades de González.

Este montante se divide en dos delitos de fraude fiscal en el impuesto de sociedades por valor de 155.000 euros en 2020 y de 195.951,41 en 2021. Asimismo, se le atribuye otro delito de falsedad documental por presentar supuestas facturas falsas a través de compañías externas con la intención de rebajar los beneficios extraordinarios de sus sociedades millonarias. Las compañías presentaron facturas falsas por gastos ficticios que alcanzan los 1,7 millones de euros.

 

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