Los datos son demoledores. El año pasado, 8.771 personas que había solicitado la atención a la dependencia en Andalucía fallecieron a la espera de que se resolviera su prestación. Es el terrible dato aportado en el último Dictamen del Observatorio Estatal de la Dependencia, que elabora cada año la Asociación de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales y que ha sido publicado recientemente. De ellos, 4.500 habían realizado una solicitud y estaban a la espera de resolución de grado, pero la otra mitad, ya habían sido valorados y se les había reconocido su derecho a la prestación, pero nunca llegaron a recibirla. ¿Sr. Moreno Bonilla, de verdad esto no le preocupa?

La situación de la dependencia en Andalucía es crítica. Con Moreno Bonilla, nuestra comunidad ha pasado de ser un ejemplo en la aplicación de la Ley de Dependencia a estar a la cola de España junto con Canarias. Frente a los 180 días de espera que establece la ley como máximo, en Andalucía quienes solicitan la ayuda deben esperar 564 días para recibir la prestación que les corresponde. Es decir, el triple del límite legal. ¿Sr. Moreno Bonilla de verdad esto no le importa?

Hace unas semanas, a través de las redes sociales, una mujer sevillana me manifestaba su queja porque su madre llevaba un año esperando para que la valorasen. Se trataba de una persona mayor, dependiente y con una enfermedad neurodegenerativa. En Andalucía hay 63.000 andaluces en lista de espera de la dependencia. Muchos de ellos fallecerán antes de ser atendidos. Sr. Moreno Bonilla, ¿cómo explica unas listas de espera tan enormes? ¿Tendrá algo que ver que mientras el Estado aumenta las inversiones para la dependencia, la Junta de Andalucía las está recortando?

¿Alguien entiende que Moreno Bonilla se suba su sueldo un 19% y lo aumente un 15% para los Altos Cargos de la Junta de Andalucía, mientras recorta la financiación para la Ley de Dependencia? ¿Alguien entiende que el mismo día que el presidente andaluz del PP se subió el sueldo incrementase el precio de los comedores para las personas mayores? Por mucho dinero que destinen a publicidad y propaganda esta es la realidad que no podrán ocultar y es que los mayores le importan bastante poco al presidente andaluz del PP.

Y es que al PP nunca le gustó la Ley de Dependencia. Rajoy recortó en 3.000 millones el presupuesto para dicha ley, de los cuáles 730 millones correspondían a Andalucía. Y el brazo ejecutor de este brutal descenso fue Moreno Bonilla en su etapa como secretario de Estado de Servicios Sociales e Igualdad.

El hoy presidente andaluz del PP intentó cargarse el cuarto pilar del Estado de Bienestar. Retrasó a conciencia la entrada de los dependientes moderados; eliminó la cotización a la Seguridad Social de las cuidadoras familiares, que en Andalucía eran entonces 55.000 y les recortó la prestación económica un 15%. Además, redujo el número de horas de la Ayuda a Domicilio a las personas que eran atendidas. ¿Ya no nos acordamos de nada de esto?

Con la llegada de Pedro Sánchez al Gobierno se priorizó la Ley de Dependencia y se aumentaron las partidas en los Presupuestos Generales del Estado. Solo en 2023 se han destinado a ello más de 4.600 millones de euros, más del doble de lo que ha invertido cualquier otro gobierno anterior. El año pasado el Gobierno de la nación aumentó los recursos para Andalucía en 159,2 millones de euros. ¿Y qué hizo Moreno Bonilla? Recortar la partida. Redujo su aportación en 51,6 millones. ¡Una auténtica vergüenza!

Con Moreno Bonilla, Andalucía gasta un 14% menos que la media de las comunidades autónomas y apuesta por una Dependencia “low cost”, donde gasta poco por persona dando una pésima calidad, con menos horas de atención de las necesarias, favoreciendo el negocio de las empresas privadas, perjudicando a las personas mayores que necesitan más horas de ayuda a domicilio y a las trabajadoras que merecen un sueldo digno.

Recientemente, me llamaba un malagueño, cuyo padre, con 95 años, tras más de un año esperando se le reconoció el Grado I de dependencia, y criticaba que la atención que le prestaba la Junta de Andalucía era mínima. Según la ponderación de la Junta de Andalucía solo le corresponde una hora a la semana de ayuda a domicilio. Una ayuda absolutamente insuficiente.

En cuanto a la Teleasistencia, donde Andalucía era un referente nacional, ahora con Moreno Bonilla, la misma plantilla tiene que dar muchos más servicios, atendiendo muchas más llamadas. Ahora estos trabajadores deben encargarse también al teléfono de violencia intrafamiliar, del de abuso a menores o las citas previas de atención a la discapacidad. ¿Y cuál es el resultado? El resultado es que los mayores que pulsan el “botón rojo” deben esperar hasta 20 minutos para ser atendidos, como han denunciado algunos sindicatos. Un servicio urgente como este no puede permitirse esto. Y en cuanto a residencias públicas hay un déficit de 33.000 plazas en Andalucía.

Si el número de horas de ayuda a domicilio que concede la Junta es irrisorio, si los hijos o hijas trabajan y no pueden cuidar a estas personas en situación en dependencia, si faltan residencias públicas. ¿Cuál es la solución? Pues claro, ¿lo dudábamos? Las residencias privadas. Como siempre, Moreno Bonilla deteriora lo público para favorecer el negocio de lo privado.

Y recientemente, Moreno Bonilla intentó engañar otra vez a los andaluces, proponiendo un Plan para reducir las listas de espera en dependencia. Es lo que hace siempre. Siempre que hay un problema propone un Plan. El problema es que después de anunciarlo todo se queda en agua de borrajas; se queda en otro engaño más a los que ya tiene tan acostumbrados a los andaluces. ¡Ya no te creemos!

Las políticas de dependencia las crearon gobiernos socialistas y ahora con el PP en Andalucía están sufriendo un enorme retroceso. Sr. Moreno Bonilla, ¡Ya está bien de recortar en servicios públicos! ¡Ya está bien de destrozar lo público para favorecer lo privado! ¡Ya está bien de abandonar a su suerte a las personas dependientes y a sus familias!