El president de la Generalitat, Carlos Mazón, ha pasado el mes de la DANA eludiendo responsabilidades sobre su gestión de la tragedia y, en última instancia, echando balones fuera -incluso dentro de su Gobierno- y haciendo cero autocrítica. Sin embargo, nada más lejos de la realidad, el Ejecutivo popular no solo disponía de toda la información la peor jornada de la DANA, sino que no es que el sistema fallara, sino que la misma hoja de ruta a la que se refiere el responsable valenciano contenía todos los datos acerca del temporal.

En concreto, el líder de PP en la Comunidad Valenciana, adjuntó en un tuit en el que echaba la culpa al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, documentación a partir de la cual el sistema habría fallado y, según él, corrobora que la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) “no tenía implantado el dispositivo que, según la ministra (Teresa Ribera, de Transición Ecológica) salva vidas”.

Todas las confederaciones se rigen por el mismo sistema

La realidad era bien distinta, y es que Mazón apuntaló el texto con un contrato de emergencias aprobado por la CHJ para reparar Sistemas Automáticos de Información Hidrológica (SAIH), cuyos sensores para medir los aforos de los caudales y pluviómetros quedaron dañados por las lluvias torrenciales. En relación a este sistema, que se emplea en las confederaciones de todo el país cuando el agua de un caudal o la lluvia que recoge un pluviómetro supera los umbrales habituales, se genera una alerta de manera automática que se envía al Centro de Coordinación (CEE) de cada región. En este supuesto, la CHJ y la Generalitat acordaron hace años la remisión de la información vía mail, y así se ha venido haciendo cada vez que se han dado episodios de lluvias torrenciales.

El texto al que se refería Mazón es, en definitiva, una estocada -seguramente una más, antes que definitiva- que incluye además la instalación de un Sistema de Alerta Temprana (SAT), dispositivo que se focaliza en el análisis en tiempo real de los datos de los que dispone y que incorpora previsiones fuertes de lluvias, para lograr mediante modelación hidrológica una estimación de los futuros caudales circulantes. En esta ocasión, el contrato asciende a los 22,5 millones de euros y la empresa adjudicataria fue Senda Desarrollo de Infraestructuras y Medio Ambiente S.L, según recoge este viernes eldiario.es.

En el documento no aparece ninguna alusión a posibles fallos. Por lo contrario, lo que aparece en este sentido es que se lleva a cabo un balance de todos los datos recogidos por los pluviómetros y sensores del SAIH el día 0 de la DANA, los cuales se enviaron en casi 200 correos al Centro de Coordinación de Emergencias (CEE) de la Generalitat Valenciana, donde se constituyó el Centro de Coordinación Operativa Integrada (CECOPI). 

A estos datos, para más inri, también pueden acceder los miembros de Protección Civil (de hecho, cualquier ciudadano) en tiempo y forma reales a través de la página web. Todo ello permite tomar las medidas de prevención oportunas, una labor que corresponde a Emergencias y, de manera más detallada, al Cecopi. El error más grave en este sentido se produjo, sin duda, con el retraso en el envío de unas alertas que no llegaron hasta las 20:12 horas, cuando las riadas e inundaciones ya campaban a sus anchas. 

Hasta en dos ocasiones Mazón señala que de ningún modo evidencia que se produjera algún tipo de fallo en el sistema, por lo menos mientras funcionaron los pluviómetros y los sensores, muchos de los cuales quedaron totalmente inservibles tras la riada. Con ello, lo que trata de poner de manifiesto el president de la Generalitat es, más que fallos en el sistema SAIH, que con un SAT se habría gestionado mejor la situación. Sea como fuere, se trata igualmente de un sistema que dota de información detallada a los servicios autonómicos que tienen competencia. En este caso, Emergencias de la Generalitat.

La propia Confederación explica que todas las confederaciones de España funcionan con el mismo SAIH y que solo las del Ebro, Tajo y Miño-Sil cuentan además con una red de apoyo por parte de un SAT. De hecho, con el mismo SAIH el Gobierno del Botánic gestionó en 2019 la última DANA. En aquella ocasión se actuó con 48 horas de antelación suspendiendo todas las clases y convocando al CECOPI. Aquella situación dejó daños materiales millonarios, pero hubo que lamentar muchos menos daños personales; concretamente en cuanto a número de fallecidos, hubo que lamentaron dos en Orihuela y uno en San Fulgencio.

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