Los indultos a los condenados por el procés son ya una realidad. En unos días, tras la ratificación de la medida de gracia por parte del Supremo (al ser la Sala de lo Penal del Alto Tribunal la que dictó las sentencia), saldrán a la calle los condenados después de permanecer, de media, 3 años y medio en prisión.

El Partido Popular sigue lanzando sus proclamas contra la decisión del Gobierno. Hoy mismo, Pablo Casado lo ha confirmado en una entrevista en Onda Cero, elevando, todavía más, un tono bastante alto de por sí. La pelea está en la derecha y en la extrema derecha, para ver quién va más allá en sus argumentos, aún a sabiendas de que la mayoría son falsos. Para desgracia de Casado -y de ahí, quizás, sus ‘gritos’ dialécticos- Isabel Díaz Ayuso le ha adelantado por la derecha. Ella se ha convertido en una especie de portavoz de los ‘populares’ desde la Madrid que es España y que, por arte de Miguel Ángel Rodríguez, convierte a su vez a España en Madrid, aunque no guste a los barones regionales de su partido.

Mientras, desde el Partido Socialista las cosas siguen igual. Zapatero dejando claro su apoyo a la medida; González, no pero sí, pero no; y los dirigentes regionales, incluso los que en un primer momento se mostraron reacios, parecen ahora convencidos por las aclaraciones y matizaciones realizadas estos días desde Moncloa y, ayer mismo, por Pedro Sánchez en el acto celebrado en Barcelona. La única excepción, como en otras ocasiones, la protagoniza el presidente castellano-manchego, Emiliano García Page.

Desde donde sí se ha salido un apoyo claro a los indultos y al secretario general de los socialistas es de Galicia. Hoy mismo se ha conocido el manifiesto ‘Socialistas polo indulto (Socialistas por el indulto)’ firmado estos días atrás por más de 400 militantes del PSdeG, algunos de ellos con cargos públicos en instituciones de las distintas administraciones.

Entre otras cuestiones, tal y como indican, surge por la “polémica” del indulto y la existencia “que no compartimos, de una supuesta opinión mayoritaria contraria a esta medida de gracia entre las bases de la militancia socialista”. Ante esto, los firmantes, en este manifiesto de 6 puntos ponen de manifiesto que “nadie tiene derecho a hablar en nombre de la militancia”. “Estamos bastante hartos -prosiguen- de que la derecha política e sus medios afines, intenten apropiarse de nuestra opinión”.

El apoyo explícito a la decisión adoptada por Moncloa queda patente cuando afirman que, ante el conflicto existente en la sociedad catalana, y entre parte de ella y del resto de España, “estamos convencidos de que solo con acciones de carácter político será posible entrar en procesos de resolución”. Defienden la búsqueda de “vías políticas”, siempre dentro del “Estado de Derecho”.

Asimismo, respaldan “firmemente” estos indultos como un “gesto” para comenzar una “nueva vía de diálogo y entendimiento”.

Tras las críticas que también lanzan contra el PP al recordar su “política de confrontación y acoso” de estos últimos años con las firmas contra el Estatuto catalán o las campañas de boicot a productos de aquella región, expresan su “legítimo orgullo socialista” por situar los “valores constitucionales de concordia y convivencia” por encima de cualquier “interés electoralista y de corto plazo”.

Cabe subrayar que, además de este manifiesto, hace unos días tres de los firmantes, entre ellos la subdelegada del Gobierno en Pontevedra, Maica Larriba, también hicieron pública una carta dirigida al presidente del Ejecutivo, Pedro Sánchez, en su calidad de máximo dirigente del PSOE.

En ella, expresan su “sincero agradecimiento” a la dirección de la formación y “nuestro apoyo incondicional al Gobierno de la nación por anteponer los principios y los valores de la reconciliación, del perdón, de la convivencia y del diálogo” a los “intereses electoralistas, desprovistos de toda pasión o convicción”.

En la misiva, que cuenta con el “apoyo explícito” del secretario general de los socialistas gallegos, Gonzalo Caballero, también resaltan el “coraje” y rechazan la “cobardía”.

Sin duda alguna, este movimiento iniciado hace unos diez días, es una respuesta contundente a las voces que, desde dentro del Partido Socialista, en Galicia y otras Comunidades Autónomas, han mostrado un posicionamiento que ha superado la crítica política para situarse en un argumentario muy próximo al utilizado por el Partido Popular.