Se acabó el primer año -o para ser exactos, medio año- de Alfonso Rueda al frente de la Xunta de Galicia. En su debut como presidente, como marcan los cánones, ha tenido que pronunciar su primer discurso de fin de año. En él no cambia el tono y las formas con respecto a su predecesor, o sí, porque Feijóo, en sus últimos años, ya no era el del principio o el que acaba de estrenarse en Madrid.

La impresión es que sigue, todavía, sin creerse que ocupa el cargo al que le llevó el dedo de su predecesor, a pesar de algunas voces reticentes con su designación (siempre sotto voce, claro). Y la verdad es que en este tiempo se ha encontrado con la herencia recibida o dejada por el de Os Peares, que la crisis derivada de la invasión de Ucrania mostró las costuras de una gestión económica en Galicia que no era tan milagrosa como algunos medios señalaban, y confirmó el desastre en otros campos como el sanitario, a tenor de lo que ocurre con este pilar del estado del bienestar.

Sin embargo, en su discurso de fin año de este sábado Rueda dedica a las materias por las que más críticas recibe solo una frase. En ella, eso sí, se compromete a que el Gobierno que preside hará “todo cuanto esté en su mano para ofrecer a los gallegos la sanidad pública que merecen, para ofrecerles una educación que abra cada vez más puertas y para prestar la ayuda que necesitan las familias con hijos o que estén cuidando a personas dependientes”. Nada más y nada menos. Esta fue la referencia a lo que muchos consideran principales suspensos de su gestión.

En su discurso de hoy, Alfonso Rueda, que se acuerda de las víctimas y familiares del autobús accidentado en Pontevedra el día de Nochebuena, no abandona el tono que ha caracterizado los primeros meses al frente de la Xunta, es decir, como si no fuera con él o le hubieran puesto ahí de manera transitoria (el tiempo dirá).

Referencia a Pedro Sánchez

Hay que recordar que, con motivo de sus primeros cien días, el PP gallego lanzó una nota de prensa curiosa en este sentido. Prueba de esto es que casi la mitad de su alocución la dedica al Xacobeo, la que era su cartera antes de acceder a la presidencia, ofreciendo datos que ponen de manifiesto el récord histórico de visitantes registrado en este 2022. Además, parece que la intención es hacer del turismo, ya de forma clara y rotunda, el principal argumento económico de Galicia en los próximos años.

En su alocución, eso sí, no evita, siguiendo la línea que marca su partido a nivel nacional, referirse al Ejecutivo de Pedro Sánchez, a propósito, precisamente, del tema económico, las ayudas de Europa y la crisis. En este sentido, el presidente de la Xunta, desde el Oficina del Peregrino de Santiago de Compostela, en su mensaje afirma que “el trabajo que hicimos desde Galicia en los últimos meses situó las nuevas inversiones a nuestra puerta. Ahora solo falta que el Gobierno central, que es quien tiene las llaves del reparto, se la abra para que entren a crear empleo, riqueza y un futuro mejor aquí”.

Sin duda alguna, lo anterior y la alusión directa a los jóvenes son las que tienen un cariz más electoral, aunque las elecciones de mayo próximo están presentes en todo su mensaje. “Os aseguro - les dice- que con esfuerzo, constancia y dedicación, la vida que soñáis acabará llegando. Y para apoyaros, la Xunta seguirá mejorando las políticas de empleo, las políticas de vivienda y la formación de primer nivel. No tenemos por qué ir lejos para buscar referentes”.

A partir de ahora, tras el traslado de ayer de los restos del Apostol, a Rueda se le presenta otro problema importante como es el de gobernar y dirigir una Comunidad Autónoma que presenta muchos problemas desde diferentes perspectivas. Y esto sin un Xacobeo que siempre sirve de coartada para casi todo, gracias a conciertos de C Tangana o convenios con los colectivos cuya conexión con el Camiño es, como poco, inverosímil.

Sin embargo, como dice Alfonso Rueda en su mensaje de fin de año, “Galicia no es ni mucho menos una moda pasajera, sino un lugar excepcional que va a seguir seduciendo al mundo durante muchos años más. Hoy culminamos un Bienio Santo único, pero la Década Xacobea va a continuar”.

Lo dicho. El Xacobeo acaba este último día de 2022, pero los planes del sucesor de Feijóo pasan porque haya otros cuantos años más de Camiños. La Puerta Santa de la catedral de Santiago se cierra hoy y mañana, se supone que se abre la de la legislatura, eso sí, casi siete meses después. Habrá que ver si pasa o no factura, aunque siempre quedará como comodín una “Década Xacobea”.