Tras la resaca electoral de este 12 de mayo, con la clara victoria en las urnas del PSC de Salvador Illa, ahora se abre un nuevo frente que abordar en Cataluña: la constitución del nuevo Parlament y la investidura del president. ¿Cuáles son las fechas clave? El punto de urgencia en este calendario viene de la mano de la fecha límite para designar al próximo presidente del Parlament: si el 25 de agosto no ha resultado investido ningún candidato, los catalanes deberán volver a las urnas. Pero vamos por partes con los tiempos.

Para los catalanes, los próximos meses estarán  con varios días en rojo y que constituirán los primeros pasos de la nueva era política en Cataluña. Tanto el ganador en votos y escaños de los comicios, Salvador Illa, como el expresidente y candidato de Junts, Carles Puigdemont, han anunciado este lunes su intención de presentarse a la investidura. La decisión depende de cuántos apoyos sean capaces de recoger los distintos grupos parlamentarios en una negociación que, a la par, se dará al unísono con la campaña electoral de las europeas y con la aprobación definitiva de la Ley de Amnistía en el Congreso y Senado.

Paso a paso del calendario parlamentario catalán

Siguiendo las pautas de la ley de presidencia de la Generalitat catalana, el Parlament deberá constituirse en un plazo máximo de 20 días tras la cita en las urnas, es decir, como fecha tope el 10 de junio, coincidiendo con el fin de las elecciones europeas. De esta manera, echará a andar la XIV Legislatura en Cataluña.

Cabe remarcar un detalle de calado en este aspecto. Pese a anunciar su dimisión por el hundimiento de los resultados para Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), el aún presidente en funciones, Pere Aragonès, deberá convocar la sesión constitutiva de la legislatura para escoger la presidencia de la Cámara catalana, sobre la cual se vierten las primeras pistas de los pactos postelectorales entre los grupos. En caso de que se quiera evitar el cruce del calendario catalán con los comicios europeos, podría estirar los plazos y constituir el Parlament el propio lunes 10 de junio.

Habiendo quedado constituida la Cámara autonómica y, por ende, la Mesa, su máximo cargo tendrá un tiempo máximo de diez días para proponer un candidato a la presidencia de la Generalitat tras haberse la realizado la ronda de contactos correspondiente con todos los grupos parlamentarios. Echando unos fáciles cálculos, el primer debate de investidura se celebraría el 25 de junio.

Esta sesión previa al inicio de la legislatura se centrará en la propuesta de gobierno que llevará el candidato designado para, así, obtener la confianza de la Cámara y resultar investido. Para esta tarea, el dirigente que se someta a la investidura en primera votación deberá hacerse con una mayoría absoluta para obtener luz verde -teniendo en cuenta que el Parlament consta de 68 diputados-. En caso negativo, 48 horas más tarde se dará una segunda votación -es decir, el 27 de junio-, esta vez, con el objetivo de alcanzar una mayoría simple. El núcleo de la cuestión reside en que si el primer candidato no logra la investidura, se pasará el testigo al segundo, apuntando así todas las direcciones hacia Puigdemont, repitiéndose de nuevo todo el proceso descrito en líneas anteriores.

Cabe retroceder un paso en esta cronología para tener en cuenta que el presidente de la Mesa del Parlament deberá elegir entre Illa o Puigdemont para pedir la confianza del resto de grupos. Siguiendo el orden lógico de los resultados electorales, será el líder del PSC quien encabezará esta tarea. Sin embargo, otra de las variables que permanece abierta es que se celebre el debate de investidura sin tener todos los apoyos definitivos, cumpliendo así con el Estatut y la ley de presidencia, todo ello para evitar una posible repetición electoral y de bloqueo político y parlamentario.

Una vez celebrada la investidura, correrá el plazo de hasta dos meses para la repetición electoral. Como fecha límite, está fijado el 25 de agosto para designar al nuevo presidente de la Generalitat catalana. Si el escenario en este punto no concluye con un nuevo mandatario al frente de Cataluña, la legislatura se disolvería de manera inmediata, al igual que el Parlament, y se convocarían por segunda vez nuevas elecciones. En este sentido, estos hipotéticos comicios se celebrarían en un periodo máximo de 47 días después de la convocatoria y, como fecha de nueva cita en las urnas, podría barajarse el domingo 13 de octubre.

¿Y la amnistía?

Al igual que con las elecciones europeas, el marco político de los próximos meses en Cataluña también discurrirá al unísono con la última etapa de tramitación parlamentaria de la Ley de Amnistía. Por un lado, el Senado, con la mayoría absoluta del PP, tiene previsto rechazar la norma este martes en el pleno, por lo que el proyecto del Gobierno central será devuelto al Congreso de los Diputados para su aprobación definitiva y, con el cálculo de los tiempos, está previsto que reciba luz verde a finales de este mes de mayo.

A partir de esta fecha, desde el ámbito judicial, se dispondrá de dos meses como máximo, hasta finales de julio, para poner la amnistía en práctica, lo que se deriva en una necesidad directa para Carles Puigdemont, ya que sin ésta no podrá ocupar su cargo de diputado en el Parlament sin ser previamente detenido por las autoridades.

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