La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha iniciado este jueves el curso político. Nada nuevo bajo el sol, el mismo nombre en el horizonte, el de Pedro Sánchez, y los mismos temas que durante el verano: financiación singular para Cataluña, crisis migratoria, etc.
"Presión mediática" contra su "amiga" Ana Millán
Con el tono al que nos tiene acostumbrados, la lideresa regional ha comenzado cerrando filas en torno a su número tres, Ana Millán, imputada por el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) por cuatro posibles delitos de corrupción. “Si no fueras de Ayuso, no estarías en esta presión mediática (…) Vale el novio, vale el hermano, vale Nacho Cano”, ha pronunciado.
Después, ha seguido con una retahíla contra el responsable de Moncloa, a quien ha acusado de tratar a los madrileños y los españoles como “borregos” y de considerar a los primeros como “ricachones o gentuza”.
Sánchez pidió "más autobuses" y "menos lamborguinis"
También ha respondido a las palabras que Sánchez pronunció el pasado miércoles, cuando explicó que de cada diez euros que Madrid recibía del Estado, tres iban a parar a las rentas más altas; o cuando pidió “más autobuses y menos lamborguinis”, en referencia aparentemente al coche de lujo que posee la empresa del novio de Ayuso, Alberto González Amador, aunque en su caso es un Maserati. Con este ejemplo práctico, el también secretario general de los socialistas ponía negro sobre blanco respecto de la transferencia de recursos públicos a manos privadas o la bajada de impuestos, dos banderas de la región capital.
A modo de réplica, la baronesa ha señalado que “el gobierno trabaja para que 16 consejeros de Salvador Illa vayan en (este coche) mientras los currantes madrileños, que pagan sus impuestos, que trabajan todos los días… se quedan atrapados en los Cercanías que ellos gestionan”.
Condena a la gestión migratoria por parte del Gobierno Central mediante, Ayuso prácticamente ha monitorizado sus palabras a con la cuestión catalana: “Singularidad se llama privilegios para los socios, la Memoria Histórica es pensamiento único, el crecimiento negativo es tortazo económico y hasta Puigdemont ha puesto en tela de juicio el pacto catalán”.
Conferencia de Presidentes
A juicio de la líder de Madrid, el presidente “pretende engañar a sus votantes y todos los españoles” y “no respeta a nadie que le rechiste”, mientras “intenta tapar entre amenaza la corrupción que le rodea y saca a delincuentes de Cataluña y Andalucía”. “Ahora pretende que la oposición de Feijóo no exista; quiere que se diluya y no permita que se vea el poder que los españoles le han dado en las urnas, y que 12 comunidades autónomas elegidas en las urnas, tampoco. Pero estamos aquí y somos nosotros los que representamos a la mayoría. Somos la España de los consensos, la convivencia, los contrates… No hay nada menos español que un país federal”, ha dictado a la vez que ha vuelto a pedir a Sánchez una Conferencia de Presidentes.
En la misma línea, la responsable del PP a nivel regional ha pedido a sus compañeros de partido que “no compren el discurso” de Sánchez y la “señora Montero, que de tanto aplaudir produce más energía eólica que todos los molinos de Aragón”. Así, en tono de mofa, la presidenta de la Comunidad de Madrid ha defendido la bajada de impuestos a las rentas altas que, según ella, “se quedan los madrileños” y ha acusado a Sánchez de buscar no lo mejor para Cataluña, sino “lo peor para España”.
La “monserga comunista de los ricos”
“Sánchez desprecia a las comunidades autónomas. Se ha vuelto el más ultraizquierda de todos (…) Ahora los socialistas se quieren convertir en los más independentistas”, ha llegado a decir comparando nuevamente a Sánchez con el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro: “El comunismo es pan para hoy, solo para hoy, y merma de los discursos bajo la monserga comunista de los ricos”.
La cara más visible del PP en Madrid ha sentenciado que el día que su partido llegue al Congreso va a “tirar a la basura el concierto catalán” y las “leyes sectarias”. Asimismo, durante su discurso ha repetido mantras contra algunos medios de comunicación o que los sindicatos con “brazos ejecutores de la izquierda” y “vende obreros”; y ha reiterado -algo que en la práctica no siempre es así- que en Madrid cabe todo el mundo. “Algún día me tienen que explicar lo de Refugees Welcome y Tourist go home (…) Aquí triunfa el artista que es bueno, no el amigo; y trabaja el funcionario que lo hace bien, no el de carné; y pasa de curso el alumno que estudia”, ha dictaminado en todo un ejercicio de meritocracia que, es evidente, tampoco siempre se da.