Con ampollas y dopados por la incertidumbre laboral llegaron los mineros desde los pozos de carbón a la Puerta del Sol, aclamados por la multitud solidaria madrileña; se habían desviado del Camino de Santiago y soportaron el camino de la marcha negra al son de Santa Bárbara Bendita.

Ajenos o enajenados, los representantes de los seis grandes bancos españoles ponen su queja en la lentitud del Gobierno para acometer las reformas (llámense recortes), y acusan de falta de liderazgo al ejecutivo que actúa a remolque de Bruselas, lo que perjudica a nuestra imagen, ya que la solvencia está en almoneda.

Los vocales del poder judicial más que elegirse se amenazan. Themis la diosa de la justicia tiene los ojos abiertos como los platos de la balanza, mientras el común de los mortales ajusta la  mustia balanza de ingresos y gastos.

El endogámico Durá i Lleida tira de las tragedias históricas de nuestro pueblo andaluz, como si haber nacido más al norte le diera carta de cordura; siempre se extralimita en la subversión a la catalana, denunciado la subvención andaluza, cómo si esta hubiera sido el maná de nuestra existencia o  la hogaza de pan y el chorreón de aceite atrojado, mejoraran el trabajo del campo y el andamio a 40 grados. Se sabe que los catalanes tuvieron un presidente nacido y criado en estos soles de Iznájar, Córdoba, Andalucía, podía servirle el ejemplo, o los datos de crecimiento y empleo en los años de bonanza, o la comparación de las subvenciones que recibe Cataluña superiores a las andaluzas. Lamentablemente el sermón nacionalista vibra con los ecos de la infamia a los otros.

Don PP, tarde y a los postres, nos promete un desfile de banqueros y advenedizos en el Parlamento, Cameron ha sido más rápido con los Barclays que nosotros en el acarreo de porteadores de las cajas vacías a San Jerónimo.

Las noticias empiezan  desde el 7 de Julio con los datos los accidentes de tráfico en los sanfermines, dónde el carnet de orate y un periódico para birlar cornadas constituyen un símbolo de valor con un pañuelo rojo anudado al cuello.

Hace tiempo que el color rojo lo desmitifica el balompié y la corbata de botín. La llamada de la máquina que asesora y vende  internet me interrumpe, mientras la Universidad de Málaga produce por ordenadores programados composiciones musicales al infinito, hasta con fines terapéuticos, imagino a los futuros fetichistas megalómanos visitando nuestros ingenios como los peregrinos la casa de Mozart.

El recorte es el deporte de Rajoy. 32 condiciones nos imponen para salvar la Banca. Rato sigue dimitiendo de consejos de administración. Ningún cercano entre las malas noticias, las tragedias personales no son noticias. Se ha pospuesto el último desahucio. Los mineros van a ver al ministro Soria -¡Santa Bárbara Bendita!