La hermosa provincia de Asturias nunca dejará de sorprendernos. Esta vez le dedicamos unas líneas al municipio pesquero de Cudillero, uno de los 116 pueblos más bonitos de España, que además de ofrecer unas impresionantes vistas al Mar Cantábrico nos embelesa con su anfiteatro de casas de colores, nos sumerge en sus leyendas vikingas y nos cautiva con su dialecto único, el pixueto.

La historia de Cudillero, ligada a los vikingos

Cudillero se envuelve en leyendas e historias que remontan sus orígenes a un asentamiento de vikingos normandos durante la Alta Edad Media. Según los relatos, transmitidos durante generaciones, los habitantes de Cudillero podrían ser descendientes de vikingos llegados desde Dinamarca que eligieron quedarse en la zona que hoy ocupa esta localidad durante el reinado de Alfonso III.

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La leyenda popular cuenta que estos vikingos, lejos de someter a la población local astur, se integraron con ella estableciendo lazos de matrimonio y comercio, lo que favoreció una convivencia pacífica y enriquecedora para ambas culturas. Un vestigio de esta fusión cultural es el "pixueto", un dialecto local que integra elementos del romance y también nórdicos.

Aunque no existen pruebas arqueológicas o documentales definitivas que confirmen la existencia de un asentamiento permanente de normandos en Cudillero, las hipótesis históricas y las crónicas de la época sugieren que la presencia vikinga en la Península Ibérica, y en particular en las costas del Cantábrico, fue evidente durante los siglos IX y X, jugando un papel importante en los intercambios genéticos en la región.

Además de las leyendas de origen vikingo, la historia documentada de Cudillero también nos habla de su desarrollo como una importante villa pesquera a lo largo de los siglos. Desde la Edad Media, este puerto ha sido vital para las comunidades locales, facilitando la pesca y el comercio marítimo. Su ubicación estratégica en la costa cantábrica le permitió desarrollar una conexión con otras regiones marítimas de Europa, incluyendo Flandes, Inglaterra y Portugal

¿Qué ver en Cudillero?

Comienza tu visita en el corazón de Cudillero, donde las casas de colores brillantes se apilan en terrazas escalonadas sobre la ladera, creando un efecto de anfiteatro. Este diseño no solo es estéticamente atractivo, sino que también era funcional, permitiendo a los habitantes ver el mar desde prácticamente cualquier punto. Además, dentro de la localidad se esconde una pequeña casa decorada enteramente con conchas marinas: su fachada y los objetos colocados como adornos junto a la puerta. Te animamos a buscarla en tu recorrido.

Anfiteatro de casas escalonadas y de colores en Cudillero, Asturias.

Anfiteatro de casas escalonadas y de colores en Cudillero, Asturias.

Después, desciende al precioso puerto, donde puedes observar a los pescadores en su día a día, con barcos entrando y saliendo, y disfrutar de la frescura del pescado local en los restaurantes cercanos. El puerto se anima particularmente al atardecer, cuando los colores del cielo y el mar se fusionan en un espectáculo natural sin comparación.

En el puerto de Cudillero siempre hay barcos entrando y saliendo.

En el puerto de Cudillero siempre hay barcos entrando y saliendo.

Seguimos dando un tranquilo paseo hasta el faro, donde nos esperan unas sobrecogedoras vistas panorámicas del Cantábrico y del propio Cudillero. Inaugurado en 1858, este faro situado en un acantilado reemplazó a un sistema más antiguo de señalización que utilizaba hogueras y hoy forma parte de la historia marítima de Asturias.

Desde el faro de Cudillero se pueden observar unas impresionantes vistas del mar Cantábrico.

Desde el faro de Cudillero se pueden observar unas impresionantes vistas del mar Cantábrico.

No puedes dejar de asomarte a los diversos miradores alrededor de Cudillero que ofrecen diferentes perspectivas del pueblo y sus alrededores. Por ejemplo, el Mirador de la Garita Atalaya muestra una vista del puerto y el anfiteatro de casas, y el Mirador de Cimadevilla, es perfecto para fotografía la esencia del pueblo desde las alturas. Aunque también está el Mirador del Pico, el Mirador del Contorno, el Mirador del Baluarte, el Mirador del Plación y el Mirador de la Estrecha.

A unos kilómetros del centro del pueblo, encontramos la Playa del Silencio, la más bonita que ver en Cudillero. Rodeada de acantilados y con una forma de media luna, esta playa virgen es famosa por su belleza, su tranquilidad y sus aguas cristalinas. Es un lugar ideal para aquellos que buscan paz y conexión con la naturaleza. 

La Playa del Silencio es la más bonita que se puede ver en Cudillero, Asturias.

La Playa del Silencio es la más bonita que se puede ver en Cudillero, Asturias.

Cabe destacar de que la Playa del Silencio es Paisaje Protegido de la zona Occidental de Asturias y para acceder a ella tienes que caminar unos 10 minutos por una ruta un tanto abrupta, por lo que te recomendamos llevar un calzado que se te ajuste bien al pie. 

Es una parada obligatoria la Quinta de Selgas, conocida como el "Versalles asturiano". Este palacio, envuelto en vastos jardines, está adornado con obras de arte de Goya, El Greco, y otros grandes e históricos artistas. Aunque está cerrado temporalmente, cuando se reabra es muy recomendable concertar una visita guiada que te permitirá apreciar plenamente la lujosa arquitectura y las exclusivas colecciones de arte.

Quinta de Selgas en Cudillero, un palacio que muchos llaman el Versalles asturiano.

Quinta de Selgas en Cudillero, un palacio que muchos llaman el "Versalles asturiano".

En cuanto a construcciones religiosa se refiere, Cudillero cuenta con la Iglesia Parroquial de San Pedro que data del siglo XVI y que fue financiada por los propios vecinos del pueblo; y con la Capilla del Humilladero, que es el edificio más antiguo del pueblo pues su origen se remonta al siglo XIII. Pequeña y de arquitectura gótica, lleva ese curioso nombre porque allí eran llevados los reos que iban a ser ajusticiados.

Para terminar el recorrido puedes acercarte en coche a un área menos turística de Cudillero que cuenta con unas impresionantes casas indianas, típicas de la aristocracia de hace varios siglos. Se trata de El Pito, situado apenas a 2 kilómetros del centro del pueblo.

El pixueto y el bautizo pixueto

El pixueto, o pixuatu, es una versión única del asturiano hablado exclusivamente en Cudillero. Este dialecto forma parte de la identidad cultural de la villa y refleja el influjo de diferentes culturas a lo largo de la historia, incluyendo las posibles influencias nórdicas derivadas de la presencia vikinga. La conservación del pixueto es esencial para la comunidad local, que ha tomado iniciativas como la creación de diccionarios para asegurar que este lenguaje único perdure.

Además del idioma, Cudillero celebra su cultura a través de rituales como el bautizo pixueto. Este evento se realiza el 1 de julio durante el día de San Pablín, comenzando con una procesión marinera en memoria de aquellos que han perdido la vida en el mar, seguido de un bautismo simbólico en la fuente del Canto. Cada año, cerca de cien personas son bautizadas y reciben un título que les reconoce como pixuetos de adopción o pixuetos fiesteros, fortaleciendo los lazos entre vecinos y visitantes que celebran juntos la rica herencia cultural del pueblo.

El Curadillo, un plato estrella de la cocina cudillerense

La cocina de Cudillero refleja su profundo vínculo con el mar ofreciendo una amplia gama de platos tradicionales de pasado marinero. En primer lugar, el Curadillo es una de las especialidades más singulares del pueblo. Se trata de un pequeño tiburón, conocido localmente como "gata", que se seca al sol y se cuelga de los balcones, siendo un elemento distintivo en la gastronomía local. Tradicionalmente, este pescado se ha consumido durante los meses de vigilia, cuando las condiciones marítimas no permitían la pesca.

Otro pilar de la gastronomía de Cudillero es la merluza del pincho, capturada fresca y preparada de diversas maneras para resaltar su calidad y frescura. El pixín, o rape, es otro pescado valorado por su delicada carne blanca y es fundamental en muchas recetas locales. También los mariscos, que son protagonistas en la cocina de este pintoresco pueblo asturiano, con una variedad que incluye desde percebes hasta centollos y oricios. Con ellos se preparan platos como la caldereta, un guiso que combina diferentes tipos de mariscos y pescados en un caldo especiado.

En cuanto a los postres, el arroz con leche y los frixuelos, similares a las crêpes, son postres populares muy queridos tanto por los locales como por los turistas que se animan a probarlos. Una visita a Cudillero quedaría incompleta sin deleitarse con los exquisitos platos que ofrece su gastronomía tradicional.

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