Un halo de negrura tiñe la capital hispalense con la entrada de la ultraderecha en el gobierno de Sevilla. Mientras Vox asegura estar negociando con los populares un gobierno en coalición, el PP lo desmiente. La presunta estrategia se abre camino en vísperas de las elecciones europeas.

Diario de Sevilla hizo público el pasado lunes un pacto que tendría como protagonistas a José Luis Sanz y Elías Bendodo, coordinador general del Partido Popular, y que tendrá lugar después de la votación del próximo 9J.

Ignacio Garriga, vicepresidente y secretario general de Vox, manifestó que “no jugará a las estrategias de la vieja política de retrasar las publicaciones de un pacto porque hay elecciones”, mientras el PP andaluz niega en rotundo la existencia de dicho pacto.

“No hay acuerdo cerrado con Vox, sí conversaciones”

(…) “Y las sigue habiendo, igual que con el resto de grupos políticos”, aclaró el edil del PP en Sevilla, Juan Bueno, en rueda de prensa.

Últimamente la suerte no está a favor de los populares, sí los escándalos como el que denuncia esta misma semana la Fiscalía de Sevilla ante los juzgados contra el gerente de Urbanismo del Ayuntamiento hispalense, Fernando Vázquez, y un representante de la empresa Sacyr, por el presunto delito de cohecho en la comida de Navidad ofrecida por esta empresa a los trabajadores y trabajadoras de la Gerencia Municipal de Urbanismo y Medio Ambiente.

La denuncia está sustentada en hechos recogidos en los artículos 421, 422 y 424.1 del Código Penal. En el último pleno ordinario del Ayuntamiento, la Corporación rechazaba una moción del PSOE, que exigía al concejal popular de Urbanismo, Juan de la Rosa, comparecer para dar explicaciones sobre esta comida de Navidad celebrada el 19 de diciembre en las dependencias del claustro del Monasterio de Santa Clara, financiada por Sacyr, la empresa privada a la que el Ayuntamiento tiene concesionada la explotación del complejo urbanístico de las Setas de la Encarnación.

Presuntos delitos de cohecho

El PP ha planeado hasta tres explicaciones diferentes sobre por qué “una empresa privada” costea el almuerzo navideño de la plantilla de la Gerencia de Urbanismo y qué beneficio quiere obtener con ello.

“No hay nada que ocultar”, ha insistido el gobierno local de José Luis Sanz, justificando que el delegado de Urbanismo ha dado ya “muchas veces explicaciones claras y contundentes”. Por su parte, Juan de la Rosa acusaba al PSOE de planificar “un circo, un numerito” a partir de “tergiversaciones y extractos interesados” de sus intervenciones.

Sin embargo, los socialistas aseguran que se cumplen los requisitos del delito de cohecho “al haber permitido” dicho almuerzo. Es más, el propio alcalde tenía previsto asistir, pero no lo hizo por “cambios de agenda”.

Tampoco se cumplen los requisitos del referéndum de la Feria

“El alcalde no ha cumplido los requisitos establecidos en la Ley de Participación Ciudadana”, es la sentencia que FACUA-Consumidores en Acción ha hecho pública asegurando que ya desde un principio se actuó mal “al no convocar al Pleno municipal y aprobar la convocatoria por mayoría absoluta ni publicar sus bases en el boletín oficial”.

Además, FACUA añade que “la Ley obliga a dar participación a ciudadanos a partir de los 16 años” y no solo a partir de los 18, negando el voto a muchos miles de ciudadanos y ciudadanas de la capital hispalense.

Por otra parte, la plataforma habilitada resultó carente de elementos de seguridad, por los que bastantes usuarios vieron sus identidades suplantadas en la votación. “Más de 10.000 votantes que recibieron el código SMS para votar no llegaron a hacerlo” y otros muchos desistieron debido a fallos constantes en la web.

Susana Hornillos, portavoz de Con Andalucía, declaró que no tenían certeza de que el resultado de la consulta no hubiese sido adulterado, quedando en entredicho con la declaración de Manuel Alés, Delegado de Fiestas Mayores, de que se trata “de una encuesta que no es vinculante jurídicamente”, dejando claro que cualquier acción legal que pudiese llevarse a cabo, tendría un recorrido muy corto.

Lo único evidente es que mientras la derecha prometía moderación en la campaña electoral, ahora va de escándalo en escándalo, haciendo gala de un compromiso evidenciado por los hechos.