Las familias de los 1,8 millones alumnos escolarizados en el sistema educativo andaluz entraron en el mes de agosto con una inesperada sorpresa: los servicios extraescolares en Andalucía serán más caros. La noticia llega en pleno estío y dos meses después de que las familias hayan matriculado a sus hijos en servicios como el de comedor escolar, el aula matinal y las actividades extraescolares. En torno al 95% de las familias solicita estos servicios indispensables para la conciliación.

La medida salió a la luz tras el último Consejo de Gobierno, la Junta de Andalucía justifica este encarecimiento en base a que los costes “han tenido un importante crecimiento en los últimos años derivados tanto del aumento del coste de los alimentos y su distribución, como de los gastos de personal tras los sucesivos incrementos del Salario Mínimo Interprofesional”. Cabe preguntarse cuánto estaban cobrando anteriormente al alza del SMI los empleados responsables de la alimentación y el cuidado de los menores andaluces.

Los nuevos precios son: 17’51 euros mensuales, 1’33 por día por el Servicio de Aula Matinal, 4’98 euros por día por el Comedor Escolar y 17’51 euros mensuales por cada actividad extraescolar.

La revisión al alza comenzará a pesar en los bolsillos de las familias andaluzas a partir de septiembre. El incremento de los costes es de un 8,7%, teniendo en cuenta que es la tercera revisión al alza que se realiza en menos de dos años. Estos precios se mantuvieron congelados desde 2009 hasta que la Consejería de Desarrollo Educativo inició su revisión en 2021.

Las reacciones no se han hecho esperar. CODAPA, la Confederación de Asociaciones de Madres y Padres del alumnado de la educación pública denuncia que la subida se haga en la nocturnidad del verano, sin tiempo de reacción para las familias, sin ”diálogo previo y que la comunidad educativa se haya enterado por los medios de comunicación” de la medida.

Rocío Bejines, vocal en la comisión de comedores de Sevilla acusa a la Junta de Andalucía de premiar las ofertas económicas más bajas a la hora de licitar la gestión de los comedores sin exigir calidad en los menús, por lo que los alumnos andaluces “seguirán comiendo los mismos alimentos de mala calidad, pero más caros”. Desde CODAPA también recuerdan la promesa incumplida del presidente Moreno Bonilla, que aseguró ofertaría hasta dos actividades extraescolares gratuitas.

También desde CONFEDAMPA, la confederación andaluza, muestran su preocupación por la inercia de la Junta de Andalucía, “ya que el poder adquisitivo de las familias no va subiendo, sino que se van empobreciendo”, de cara a pagar un servicio de esencial de conciliación laboral familiar que “se va a convertir poco a poco en un lujo solo apto para quienes tienen dinero”, explican.

Por su parte, CCOO ha propuesto que, ante el incremento de los costes de los servicios, se revise el sistema de bonificaciones a familias trabajadoras, “que son principalmente las usuarias de estos servicios, en lugar de hacerlas cargar de manera injustas con esta subida”.

Desde el sindicato también señalan a la “gestión directa” de los servicios como sistema óptimo y no a través de subcontratas, como prioriza la Junta. Denuncian la falta de interés del gobierno de Moreno Bonilla en la sustitución de trabajadores públicos en los servicios de comedor, lo que definen como una “política de destrucción de los servicios públicos a favor de la privatización de este Gobierno”,  afirma la secretaria general de la federación de Enseñanza de CCOO de Andalucía, Marina Vega.

También la oposición señala el tempo escogido para adoptar la medida, desde el PSOE-A, Gerardo Sánchez, denuncia que Moreno Bonilla es “el campeón de la bajada de impuestos a los más ricos, un año más, en el mes de agosto, de vacaciones, ha aprovechado para subir las tasas a las y los andaluces por los servicios que reciben de la Junta Andalucía”. 

El paraíso fiscal comienza a pasar factura

Moreno Bonilla redunda en que Andalucía ha dejado de ser un “infierno fiscal” para devenir en un “paraíso” llamado a atraer a empresas y grandes fortunas de Madrid. La hoja de ruta fiscal de la Junta asegura que pretende proteger además a las familias de clase media y a las pymes.

La Junta suprimió el impuesto a los ricos, esos 20 mil andaluces ricos que, libres de la carga recaudatoria, se convertirían en reclamo para otras grandes fortunas de España. Además, la Junta ha ido deflactando el IRPF a las rentas medias-altas y medias, de hasta 35.200 euros, para contribuir al mantra popular de que el “dinero debe estar en el bolsillo” y no en las arcas. Pero ese dinero, saldrá como gasto familiar, para pagar un servicio público. Es la lógica de pagar menos impuestos.

Sindicatos y Ampas consultados se sienten molestos con la medida, que redunda en la brecha social y recuerdan polémicas medidas de la Junta que favorecen a familias pudientes, como las exenciones en el IRPF para aquellas familias que pudieran inscribir a sus hijos en academias privadas de inglés o de informática.

Desde la Junta reseñan que las familias más desfavorecidas no se verán afectadas por la subida de precios, ya que cuentan con bonificaciones que llegan hasta el 90% del coste público del servicio, en función al indicador IPREM de las familias en apuros. Eso por abajo, pero por arriba, las medidas fiscales empiezan a proyectar sombras.

Los datos del último curso revelan que las familias con algún tipo de bonificación en los servicios de comedor suponían hasta un 65% de las usuarias, 54% en el aula matinal y el 46% en actividades extraescolares. El límite para no recibir bonificación estaba en aquellas familias con ingresos de más de 32 mil euros con dos hijos, según estadísticas de la Consejería.

Sin embargo, otros estudios alertan del riesgo de incrementar los precios. Save the Children cifró en 250.000 los alumnos andaluces que están en riesgo de pobreza o exclusión y que se quedan sin beca de comedor. También el Observatorio de la Infancia y la Adolescencia en 2022 abordó la situación de los comedores en España:

El 44,8 % del alumnado de primaria acude al comedor escolar, siendo la asistencia en las familias con rentas más altas del 50 % y del 36% en las más bajas.

Además, en España el 30,3% de las familias españolas con hijos que estudian en primaria pidieron una beca el curso pasado, pero sólo la consiguieron la mitad de los solicitantes. En Andalucía, estas cifras irán en aumento, dado el incremento de los costes. Bienvenidos al paraíso fiscal.