Este miércoles se ha celebrado en el Parlamento de Andalucía un debate monográfico sobre el estado general de la sanidad pública andaluza. Este debate monográfico ya se gestó con sumas complicaciones, entre constantes idas y venidas entre el PP y la oposición. Desde esta última parte, llevaban reclamando dos años y medio su celebración, mientras que los primeros se negaban. Tras la dimisión de la consejera y la llegada de Sanz al mando de Sanidad, el PP no solo ha aceptado el debate sino que se ha celebrado a propuesta de los populares, con el rechazo de las izquierdas andaluzas al entender que quien debe dar explicaciones en este caso no es el recién nombrado consejero, aunque curtido en la retaguardia del PP, sino el máximo responsable de la Administración andaluza, Moreno Bonilla.
Llegados a este punto, el debate se ha celebrado y la balanza del pleno, que durante los últimos años Moreno había sido capaz de mantener a su favor, ha caído de parte de la oposición. Pese a una primera intervención de Sanz en la que ha demostrado su “cariño, respeto, apoyo y solidaridad” a las mujeres víctimas de este fallo, lo cierto es que el enfoque que le ha dado el PP a este debate no solo no ha satisfecho a los partidos de la oposición, sino que ha partido de una base totalmente desvirtuada del foco: dar por sentado que el problema ya pasó.
Sanz ha aludido en reiteradas ocasiones a sus reuniones con asociaciones de mujeres, sindicatos sanitarios, colectivos de salud, etcétera, así como futuros encuentros con distintas organizaciones similares en todas las provincias andaluzas. También ha asegurado haberse “estudiado” lo que ha ocurrido para ponerle “solución” y ha tendido su mano y diálogo al resto de grupos políticos. El nuevo consejero también ha realizado una ristra de anuncios en formas de propuestas que se compromete a cumplir que tienen que ver con la modernización y digitalización del Sistema Sanitario Público y, por último, también ha recordado los planes de choque que ha anunciado el Gobierno andaluz. Sin embargo, no ha contestado a dos preguntas fundamentales que, tras 26 días, la sociedad andaluza aún sigue sin comprender: “¿Qué ha pasado?” para que se produzcan los fallos en el cribado de cáncer de mama, y a “cuántas mujeres ha afectado realmente”.

La oposición no ha dudado ni un segundo en ‘atizar’ la responsabilidad del Gobierno popular en esta crisis, fruto de su “modelo y estrategia” puestos en liza desde la llegada a San Telmo de Moreno en enero de 2019. Un Moreno, por cierto, que desapareció del debate tras la primera intervención de su consejero. “Todos los cargos que ha traído aquí para que le aplaudan no tapa el silencio de quien se ha ido y ha desaparecido”, le respondía la portavoz socialista, María Márquez, a Antonio Sanz en referencia a la citada espantada.
“¿Cómo es posible que el presidente quiera tapar un debate como este leyendo un teleprompter?, ¿cómo es posible que se esconda detrás de su consejero?”, preguntaba en la tribuna. La portavoz socialista ha relatado las “mentiras y bulos” que desde el Gobierno de Moreno han esparcido desde el comienzo de esta crisis: “Primero dijeron que no había problemas, luego acusaron a las mujeres de manipular, que si era culpa del protocolo; luego dijeron que afectaba a 2.000 mujeres y a un solo hospital. Mientras, el presidente decía que no sabía nada”, para rematar: “Mentiras, mentiras y mentiras”, como cuando Moreno Bonilla arguyó que eran “cero, cero, cero”, las mamografías que se habían hecho por la privada, que también resultó falso.
“Aquí hemos llegado con decisiones políticas”
Ante las acusaciones de Sanz de que la oposición “hace política” con esta crisis, la portavoz de Por Andalucía, Inma Nieto, ha explicado a Sanz el motivo de una manera clarividente: “Hemos llegado aquí por sus decisiones políticas, con una decisión calculada para el fortalecimiento a la privada y un debilitamiento del sistema público”. Para que la privada tuviera que “ganar dinero”, esto requería de una “estrategia calculada”, que según Nieto gira en torno a “recursos y personal para la privada mientras obtenemos una sanidad pública pobre”.

La portavoz de Por Andalucía ha recordado los distintos contratos que el Gobierno de Moreno ha ido realizado con la privada desde su llegada al poder para “agilizar las listas de espera”, una decisión “política”, como “quitar el complemento de exclusividad”. La consecuencia: el éxodo de médicos/as y enfermeros/as a otras comunidades autónomas. Y ahora, continuaba la parlamentaria acusando a Sanz, “viene con un buenismo que no cuela porque lleva ocho días faltando el respeto a las mujeres que han puesto el foco en la crisis del cribado, diciendo que decían infundios, que ha colapsado el sistema y que se han vertido bulos”.
“No es verdad”
El portavoz de Adelante Andalucía, José Ignacio García, ha puesto en duda los rimbombantes anuncios que el nuevo consejero de Sanidad, Antonio Sanz, ha realizado en la tribuna para “tender la mano” al resto de grupos políticos para “demostrar” que se puede impulsar un nuevo sistema. Sin embargo, el andalucista ha sido bastante tajante con el nuevo consejero: “Llevamos años diciendo que había que contratar más profesionales en el SAS y decían que no tenían dinero o que no había médicos. Y ahora, de pronto, aparece el dinero y todos los médicos los van a contratar en noviembre. Seamos rigurosos”, rezaba.
“¿Saben qué van a hacer?”, subrayaba García: “Volver a contratar a la gente que acaba contrato en el mes de noviembre, y pretenden contarnos que es un aumento de plantilla”. García ha recordado que son 26 días los que han pasado desde que se destapara el escándalo, teniendo el Gobierno desde 2021 conocimiento de lo que pasaba con el cribado, y “aún siguen sin responder a la pregunta más evidente: qué ha pasado”. Ante lo que el andalucista halla una clara respuesta al problema: “No lo dicen porque no es un problema puntual, es el colapso del SAS. Y deberían dar la cara y poner soluciones, pero no”.

Poner en duda el sistema
El consejero de Sanidad acusa a la oposición de “poner en duda” el sistema sanitario público con sus críticas a la gestión del Gobierno popular. En su segundo turno de intervención, el nuevo encargado de la sanidad andaluza se notaba claramente ‘noqueado’, después de que la oposición cargara fuertemente contra su ‘incomparecencia’, al no dar respuesta al “origen” y “alcance” del problema y, sobre todo, tras la espantada de Moreno.
Aún así, Sanz ha defendido, y “puesto la mano en el fuego” que no se ha eliminado ni manipulado ninguna información, tal y como denunció el pasado martes la Asociación de Mujeres con Cáncer de Mama de Andalucía (Amama) ante Fiscalía. Según el consejero, que no se encontraran las mamografías disponibles se debía a un fallo del sistema que fue posteriormente corregido y ha defendido la seguridad de las aplicaciones y tecnología que el SAS utiliza, avaladas por la Agencia Española de Protección de Datos: “Mi obligación es transmitir seguridad, tranquilidad y confianza en el sistema. En ningún caso se ha eliminado por parte del SAS ninguna prueba ni historia clínica. Y hoy lo mantengo”.
Tras la dubitativa segunda intervención de Sanz, la portavoz socialista le ha dejado claro que “el protagonista” no es él. “Ha venido aquí a contarnos lo bueno que es, lo que estudia… las protagonistas son las mujeres andaluzas afectadas por su Gobierno”. Márquez ha reprochado que Sanz no conteste a las preguntas de la oposición y que saquen de dudas a los grupos parlamentarios de la oposición: “Ustedes no han venido aquí pensando en las mujeres andaluzas, han venido con un encargo: quitarle las vergüenzas a Moreno Bonilla”, ha enfatizado.
Mientras que el consejero de Sanidad acusa a la oposición de mentir, Nieto le ha espetado que “cuáles son esas mentiras: ¿Es mentira que mujeres fallecieron porque no les diagnosticaron a tiempo? ¿Son mentira los testimonios de los familiares que han hablado en los medios de comunicación?”. Es muy “complicado”, ha continuado Nieto respondiendo al consejero, que “haya un acuerdo en torno a la sanidad en Andalucía porque ese tiene que partir de la premisa de blindar la sanidad pública, porque si tuviera algún interés en esto no habrían convertido en un negocio la privada”.
Asimismo, el andalucista García ha explicado el motivo por el que es “indefendible” la explicación que ofrece el PP en esta crisis, igual que lo es que el presidente no haya asistido al debate, “el presidente huye”. El gran argumento, ironiza García, es que “nosotros y nosotras desprestigiamos el SAS. O sea, cometen un error infame, tienen el SAS colapsado, a los profesionales sanitarios en condiciones precarias, gerentes del SAS imputados por casos de corrupción, miles de millones derivados a la privada, y somos nosotros quienes desprestigiamos. Vaya tela”.