Cada 31 de octubre, las calles de numerosos países se convierten en auténticos espectáculos: personas disfrazadas con sus mejores trajes de terror, niños y niñas recorriendo las casas pidiendo chucherías y una decoración que inunda las ciudades con calabazas iluminadas y luces fantasmagóricas para dar la bienvenida a Halloween. Sin embargo, si uno no elige bien el lugar, la festividad puede acabar convirtiéndose en una noche más, con discotecas abarrotadas y caras, bares sin espacio para disfrutar y un ambiente más de rutina que de celebración. Pero este año te traemos un plan que no vas a poder rechazar: a tan solo 20 minutos de Madrid se encuentra un pueblo que transforma sus calles en una auténtica película de terror, de esas que no te dejaban dormir por las noches, casi como una historia original de Tim Burton: Paracuellos de Jarama.

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Paracuellos de Jarama se transforma por Halloween. Ayuntamiento de Paracuellos de Jarama

Y aunque comenzó como una sencilla iniciativa vecinal, actualmente se ha convertido en una de las celebraciones de Halloween más originales y esperadas del país. Calles repletas de calabazas, fachadas que cobran vida al anochecer, niños correteando disfrazados y vecinos que compiten por tener el pasaje más terrorífico consiguen que este pueblo se disfrace con una atmósfera auténticamente cinematográfica y con un puro estilo norteamericano.

En Paracuellos, Halloween no es solo una noche: es una experiencia colectiva que dura días. Vecinos y comerciantes llevan semanas preparando decoraciones, efectos especiales y sorpresas para los visitantes. Y es que lo que más impresiona es el nivel de implicación: cada casa, cada escaparate y cada esquina se convierte en parte de un “set” de terror improvisado.

El Mapa del Terror: adéntrate en una aventura espeluznante

Paracuellos de Jarama volverá a vivir su particular noche de los muertos vivientes con el famoso Mapa del Terror, una ruta que recorre los puntos más espeluznantes del municipio. Casas encantadas, fachadas tematizadas y comercios que se transforman en auténticos escenarios de miedo conforman este recorrido que atrae a cientos de visitantes. Los vecinos que desean participar se inscriben previamente, y el Ayuntamiento les proporciona caramelos para repartir entre los más valientes que se atrevan a tocar sus puertas.

Además, durante la jornada se celebran concursos de disfraces, fachadas y pasajes del terror. El jurado, que está compuesto por miembros del consistorio y niños del municipio, recorre las calles valorando creatividad, ambientación y efectos especiales. Los premios no se quedan atrás, con 300 euros para el mejor pasaje del terror, 180 euros para la mejor fachada y 100 euros para el comercio más original.

Gastronomía terrorífica y premios para todos

El 2 de noviembre, la diversión continúa con el Concurso de la Tapa Terrorífica, que tendrá lugar en el Centro Comercial Miramadrid. Los bares y restaurantes locales competirán por crear la tapa más espeluznante y deliciosa, en un certamen que combina humor, arte culinario y mucho ingenio. Los ganadores recibirán diplomas, cajas Smartbox y vales para disfrutar en comercios locales.

Pero no todo es competición: también hay espacio para la creatividad infantil. Los más pequeños pueden participar en concursos de puertas decoradas o enviar sus fotos disfrazados al correo municipal participacionciudadana@paracuellosdejarama.es. En Paracuellos, cada susto cuenta, y cada sonrisa también.

Además, llegar a este rincón literalmente de película es sencillo: basta con tomar la carretera M-113 o la M-111, y en apenas 20 minutos desde el centro de Madrid te encontrarás en este lugar donde el terror se vive con humor, arte y comunidad. Asimismo, si prefieres el transporte público, las líneas 211, 212, 210 y 215 te dejarán muy cerca del epicentro del miedo.

Un rincón con alma entre el cielo y el Jarama

Paracuellos del Jarama es un lugar donde la calma de un pueblo convive con las vistas infinitas de la capital. Desde el Mirador del Cerro del Viso, el horizonte se abre como un cuadro: el perfil de Madrid al fondo, los aviones ascendiendo desde Barajas y, bajo los pies, un mosaico de campos y tejados rojizos que resumen la esencia del municipio.

Pasear por Paracuellos es hacerlo entre historia y cotidianidad. La Iglesia de San Vicente Mártir guarda siglos de silencios, y las plazas y callejuelas desprenden ese aire tranquilo que invita a detenerse sin prisa. A las afueras, el Memorial de los Caídos recuerda que también la memoria forma parte del paisaje.

Para los amantes de la naturaleza, los senderos junto al río Jarama y los caminos del Parque de los Cuadros son perfectos para desconectar, ya sea a pie o en bicicleta. Y si el paseo abre el apetito, nada mejor que sentarse en alguno de sus restaurantes y dejarse conquistar por los sabores de siempre: asados, guisos y la calidez de una mesa donde el tiempo parece detenerse.

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