El Gobierno de España ha lanzado una consulta pública abierta hasta este lunes, 22 de junio de 2020, en http://www.mitramiss.gob.es/es/participacion/consultas/index.htm  y previa a la elaboración de un proyecto de ley que regule el teletrabajo. El propósito gubernamental es evitar que el trabajo por cuenta ajena a distancia suponga una merma de remuneración o de derechos para los trabajadores que se acojan a esta modalidad.

La central sindical UGT ha presentado sus propuestas para que las ventajas y los inconvenientes del teletrabajo se repartan de una manera justa entre la empresa y las personas empleadas. Durante el confinamiento de la pandemia diez millones de trabajadores han hecho posible el teletrabajo y han mantenido la productividad de las administraciones públicas y las empresas privadas gracias al empleo de medios propios: ordenadores y wifi en el hogar.

Para el sindicato ugetista el recurso al teletrabajo impuesto durante el confinamiento ha demostrado que “las empresas, tanto públicas como privadas, no estaban preparadas y que ha sido la propia necesidad y la enorme responsabilidad de las personas trabajadoras las que lo han hecho posible.”

Lo que no se ha planteado por ahora es la necesidad de contabilizar los ahorros que para empresas y trabajadores supone el teletrabajo y el impacto que tendrá en la economía por sus efectos colaterales en otros sectores. Las empresas se han ahorrado durante estos meses miles de euros en agua, energía, gastos de viajes y consumibles como papel higiénico y papel.

Trabajadoras y trabajadores se han ahorrado tiempo y dinero en desplazamientos, han mejorado su conciliación familiar en algunos casos y en otros han sacrificado su ecosistema hogareño al compatibilizar teletrabajo, teleenseñanza y estrecheces de espacio.

Si todo proyecto de ley debe ir acompañado de una memoria económica del coste de su aplicación, la futura norma sobre el teletrabajo debería incluir un anexo con las ventajas económicas para empresas y trabajadores, así como el cálculo del CO2 ahorrado al planeta. También y pensando en el futuro el análisis de la reducción de la demanda de metros cuadrados de oficinas y su repercusión en el mercado inmobiliario.