El presidente de CEOE, Antonio Garamendi, ha alertado este viernes de que la legislación del teletrabajo podría suponer un grave peligro para el mercado laboral español. En concreto, ha advertido de que las empresas podrían contratar a sus trabajadores fuera de España si la nueva legislación es “rígida”.

"Si yo tengo que contratar y a mí se me ponen unas condiciones auténticamente imposibles desde el punto de vista que yo no pueda gestionar a mi plantilla, es que yo mañana puedo contratar en Portugal", ha reconocido el empresario en una entrevista a Onda Cero.

"La misma labor que hace una persona aquí en España la puede hacer en Portugal, en Brasil o en Argentina otra persona que esté teletrabajando. Y el mundo es global, la propia digitalización es global. Por tanto, cuidado con cómo se plantea esto", ha advertido Garamendi.

"No es el momento de regularlo"

A pesar de los mensajes de alerta, el representante de la CEOE reconoce que el teletrabajo es una buena herramienta de flexibilidad y de conciliación pero considera que no es el momento de regularlo: "Estas cosas rápidas de ir metiéndonos decreto leyes cada mes y medio no las entendemos". Por ese motivo, afirma que hay que tener “cuidado” con la nueva regulación.

"El teletrabajo tiene muchísimas ventajas, bien gestionado, pero cuidado con aplicar criterios que lo hagan poco atractivo y se plantee con rigidez", alerta. El empresario menciona como aspectos negativos el hecho de pagar los costes del trabajador a la hora de realizar su labor a distancia. "Se está hablando de pagar la luz, pagar no sé cuántos...", ejemplifica Garamendi.

El presidente de CEOE asegura que “el teletrabajo permite que se trabaje menos” y critica: "No sería muy lógico que, si se hace un huevo frito en casa y salta el aceite, esto sea considerado como accidente laboral".

En el lado opuesto se encuentran los sindicatos que están estudiando el anteproyecto de ley que el Ministerio de Trabajo ha hecho público este viernes para la nueva regulación. Los sindicatos consideran “urgente” regular la actividad laboral a distancia y aseguran que existen “riesgos enormes” como los abusos en los horarios o el hecho de que los trabajadores se han hecho cargo de los costes laborales.