El titular que finalmente ocupará la Consejería de Salud, el hasta ahora viceconsejero y médico de profesión Aquilino Alonso y con fama de eficiente y riguroso en la gestión pública, no fue la primera opción barajada por la presidenta Susana Díaz para ese puesto. Según ha podido saber este periódico de fuentes de toda solvencia, la presidenta habló ayer por la mañana con un destacado científico cuya trayectoria profesional está vinculada a la investigación genética para ofrecerle el cargo, pero este lo rechazó. No es improbable que en la negativa pesaran, entre otros como los estrictamente profesionales, los motivos salariales, dado que el sueldo de consejero de la Junta de Andalucía –uno de los más bajos entre las autonomías– no llega a los 60.000 euros brutos anuales, muy por debajo de lo que puede ganar un investigador de prestigio incluso trabajando, como en este caso, en la sanidad pública.