El petróleo, los combustibles fósiles en general, son un desastre. Puede que sean responsables del desarrollo tecnológico e industrial de los dos últimos siglos. Pero hay que empezar a pensar si no estamos pagando un coste demasiado elevado. Porque no solo contamina la atmósfera y causa el cambio climático.

Una mancha 18,5 kilómetros

Todo lo que toca el petróleo acaba muerto. Ahora le toca al mar de China Oriental. Las autoridades chinas y de Corea del Sur ha detectado una mancha de esta sustancia de nada menos que 18,5 kilómetros de largo. Es el resultado del choque entre del superpetrolero iraní Sanchi con un carguero de Hong Konk en los primeros días de este año. El carguero transportaba 136.000 toneladas de petróleo condensado, y hasta el momento se desconoce la cantidad exacta de carburo que se ha vertido a las aguas oceánicas.

Colaboración contra el desastre

Ahora lo más importante es evitar el desastre medioambiental. O más bien, minimizar los efectos del vertido, dado que parece complicado que tal cantidad de petróleo no tenga consecuencias en el entorno. Las autoridades chinas han admitido que aceptan la ayuda internacional en las tareas de rescate y contención del vertido. Barcos y otros medios de Japón y Corea se han unido a los chinos en las labores de extinción del fuego sobre el petrolero y delimitación de la mancha de combustible. Algunos expertos incluso han propuesto la idea de bombardear el petrolero con el fin de hacer arder el crudo alojado en sus bodegas para que no se disperse por el mar. Sin embargo, buena parte de la carga ya se ha vertido. Los biólogos marinos advierten que este material se filtrará a las zonas más profunda de la zona y afectará radicalmente a las especies que viven en ese lecho oceánico a unos 100 metros de profundidad.