Este fin de semana, Hazte Oír, la plataforma ultraconservadora inspirada en la doctrina de movimientos religiosos como el Opus Dei y los Legionarios de Cristo, consiguió que El Corte Inglés, Nestlé, Danone y Balay dejasen de anunciarse en Campamento de Verano, el formato de telerrealidad que Telecinco ha programado a lo largo del período estival para rellenar su parrilla.

Presionando a las empresas
En total, han sido once empresas las que ante las presiones recibidas por parte de Hazte Oír han optado por secundar el boicot publicitario en contra del programa de Telecinco. De este modo, además de las cuatro firmas anteriormente citadas, Burger King, Mutua Madrileña, McDonald's, Orange/Amena, Minute Maid e ING Direct también se han comprometido a que el dinero que utilizan en su publicidad “no se destine a financiar el desprecio, la humillación y la vejación pública de la mujer”.

Desliz de Telecinco
Todo ello a raíz de un “baño de chocolate” que el programa de Telecinco obligó a darse en directo a Noemí Merino, una de sus concursantes. Aunque la Fábrica de la Tele (productora de Campamento de Verano y de otros exitosos espacios de Telecinco como Sálvame, La Noria o El Gran Debate), pretendían que fuese un momento gracioso, la concursante se quejó y el programa rectificó, pidiendo perdón en directo a la aludida y regalándole una “escapada surfera”.

Campaña de acoso
Lo que a priori no debía de constituir más que un desafortunado desliz fue aprovechado por Hazte Oír para iniciar una campaña de acoso a las principales marcas de este país para desprestigiar la imagen pública de Telecinco e impedir que la cadena de Mediaset rentabilizase su programa de telerrealidad. Una campaña que en palabras del presidente de Coca Cola España, Marcos de Quinto, no es más que el intento de Hazte Oír por “imponer su moralidad”.

La defensa de Coca Cola
“Mi obligación moral es impedir que nadie imponga su moralidad a otros limitando las libertades y reinstaurando la censura”, confesó el directivo de Coca Cola en Twitter tras ser presionado por un usuario que le pedía “frenar” a Telecinco. Acto seguido, Marcos de Quintó afirmó: “Yo no veo ese programa. ¿Has probado ya a cambiar de canal?”.

Llueve sobre mojado
Sin embargo, y en contra de lo publicado por otros medios de comunicación, esta no es la primera ocasión en la que Hazte Oír optaba por presionar a las empresas para imponer su particular visión sobre las cosas. En el pasado, este colectivo instó a los ciudadanos a no comprar felicitaciones de Navidad de UNICEF ya que según denunciaban, “parte de los beneficios que obtiene esta ONG por su venta se destinan a financiar acciones que atentan contra el derecho a la vida y la dignidad de las personas, tales como acciones abortivas, edición de libros destinados a niños que informan sobre educación sexual bajo un punto de vista hedonista, o bien promueven campañas de esterilización entre mujeres jóvenes”.

Boicot por las estrellitas de Navidad
Aún más chocante resultó en boicot que en la navidad de 2008 Hazte Oír promovió en contra de El Corte Inglés por renunciar a adornar las fachadas de algunos de sus establecimientos más emblemáticos “con los símbolos que definen estas fiestas”. Para la organización que preside Ignacio Arsuaga, “la idea de suprimir cualquier referencia al auténtico sentido de la Navidad, como es el Misterio de Belén que se ha exhibido otros años, cambiándolo por símbolos neutros o laicos, como son los estrellitas de nieve” era “una muy desacertada decisión” que coincidía “con los planteamientos sobre la presencia pública de los símbolos religiosos” que promovía el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero.

Imponiendo su moralidad
Además de Telecinco, UNICEF, y El Corte Inglés, otros programas de televisión como Sálvados y El Intermedio también han tenido que hacer frente a brutales campañas destinadas a conseguir que las principales marcas comerciales retirasen su publicidad de estas emisiones.

El poder de Hazte Oír
Inscrita en el Registro del Ministerio del Interior como una mera asociación más, Hazte Oír ha obtenido en los últimos años una gran notoriedad. Sólo en 2011, este colectivo presidido por Ignacio Arsuaga consiguió unos ingresos por valor de 818.557,45 euros. Asimismo, en la última etapa del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, Hazte Oír -al que muchos denominan como el Tea Party de Rouco debido a su cercanía con el todavía presidente de la Conferencia Episcopal-, fue capaz de convocar decenas de manifestaciones y concentraciones contra el aborto, la eutanasia, la asignatura de Educación para la Ciudadanía, o la ley que regula el matrimonio entre personas del mismo sexo.

Un ejemplo de su fanatismo
Apoyados por el ala más dura del Partido Popular -que no por la actual dirección del partido, asustada por el fanatismo de sus postulados-, Hazte Oír no ha tenido reparos en llegar a premiar al obispo de Alcalá de Henares, Rafael Reig Plà, por asegurar que los homosexuales “piensan desde niños que tienen atracción hacia personas de su mismo sexo y, a veces, para comprobarlo se corrompen y se prostituyen o van a clubes de hombres nocturnos. Y os aseguro que encuentran el infierno”. Un premio que sirve de ejemplo para ilustrar el ideario de este colectivo ultraconservador.