Lo cierto es que según afirma "Diario de Sevilla" donde el presidente andaluz, José Antonio Griñán, ve señales esperanzadoras de recuperación económica, aunque "débiles" todavía, su principal adversario, el líder del PP, Javier Arenas, descubre una gestión dominada por una política de "izquierda radical" que, a su juicio, sólo puede acarrear funestas consecuencias para la comunidad autónoma.
Recuperación del crecimiento
Griñán insistió ayer en Granada que las medidas de activación económica que se han aplicado "han comenzado a dar el resultado esperado". El jefe del Ejecutivo autonómico hizo hincapié en que los indicadores económicos muestran claramente, aunque desde la debilidad, "la recuperación del proceso de crecimiento" en Andalucía.
Políticas de izquierda radical
Pero en la otra orilla, Arenas lo ve de forma bien distinta. El dirigente popular se refirió a la necesidad de obtener una "amplia mayoría" en las próximas elecciones autonómicas porque Andalucía no puede depender ni de "políticas de izquierda radical" ni de las peleas entre Griñán y Diego Valderas [coordinador general de IU-CA]. Los populares conforman un partido "muy unido y cohesionado" y viven momentos de "ilusión y de mucha responsabilidad para el futuro", frente a un PSOE-A que vive un momento de unidad "artificial, provocada por la supervivencia", y cuenta con un liderazgo "artificial".
El PSOE solo no llega
Arenas ha puesto de manifiesto además que, tras el resultado de las elecciones municipales, el secretario general del PSOE-A y presidente de la Junta, José Antonio Griñán, ya no habla del "éxito" del Partido Socialista, sino del "éxito del PSOE e IU porque sabe que solos no llegan". "No han sabido captar el mensaje del 22 de mayo", sentenció Arenas.