La joven firma andaluza Molino y Cata da un paso decisivo en su corta pero fulgurante trayectoria: este septiembre inaugurará en pleno centro de Granada su primera tienda física, concebida como motor de desarrollo rural y laboratorio de consumo responsable.

Economía con acento local

El proyecto, liderado por la catadora profesional Mercedes Uceda y el experto digital Jerónimo Palacios, nace con un compromiso claro: redistribuir valor a lo largo de toda la cadena de producción. Para ello, la boutique operará bajo acuerdos directos con cooperativas y almazaras familiares que realizan un esfuerzo para promover la cultura mediterránea del AOVE y prácticas agrícolas sostenibles.

Además de generar empleo cualificado en la ciudad —la tienda prevé contratar a ocho profesionales entre sumilleres, formadores y personal de ventas—, la nueva sede servirá como plataforma de visibilización para pequeños productores que a menudo quedan fuera de los grandes circuitos comerciales.

Más que una tienda: aula, foro y escaparate

El espacio, situado a escasos metros de la Catedral, integrará tres zonas diferenciadas:

  1. Sala de cata – Equipada con paneles de análisis sensorial, permitirá a cualquier visitante entender cómo influyen la variedad de aceituna, la altitud o el método de molturación en el perfil organoléptico final.
  2. Aula de formación – Ofrecerá talleres gratuitos de iniciación, cursos avanzados y sesiones específicas para profesionales de la hostelería sobre maridaje y carta de aceites.
  3. Área de “private shopping” – Reservada para restauradores, sumilleres y coleccionistas que buscan ediciones limitadas o asesoramiento personalizado, con la posibilidad de organizar degustaciones a puerta cerrada.

Un cuarto pilar será el pop-up rotatorio: un establecimiento disponible para que almazaras emergentes puedan disponer de un espacio temporal de venta en una de las ciudades más turísticas de Europa. La rotación garantizará una oferta viva y diversa, dando al consumidor razones para volver y descubrir algo nuevo en cada visita.

Quienes deseen explorar anticipadamente la gama de productos podrán hacerlo a través de la selección de aceites de oliva premium, con el que ya han conquistado a centenares de clientes en España y Europa, que recopila más de un centenar de referencias.

Granada, capital del turismo oleo-gastronómico

La apertura se alinea con la estrategia municipal de posicionar Granada como destino de turismo experiencial asociado a la dieta mediterránea. Con más de tres millones de visitantes anuales, la ciudad nazarí ofrece un ecosistema ideal para que el público nacional e internacional descubra la diversidad varietal del “oro líquido”.

Para amplificar su alcance, Molino y Cata ha cerrado acuerdos con escuelas de cocina, rutas de tapas y hoteles boutique, integrando sus catas en paquetes turísticos que conectan historia, patrimonio y gastronomía.

Próximos pasos

Molino y Cata explora ya nuevos formatos de divulgación—desde podcasts sobre cultura oleícola hasta experiencias “chef’s table”—con el objetivo de seguir acercando el AOVE premium a todos los públicos y reforzar su impacto social en el medio rural andaluz.

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