'El Hormiguero' daba el pistolezado de salida a su temporada número 18 este lunes 5 de septiembre de la mano de Isabel Pantoja. El programa de 7 y acción fue líder indiscutible en su franja en la primera jornada de la nueva temporada, logrando un 18,7% de cuota de pantalla. El segundo día visitaban el plató los hermanos Mario y Óscar Casas para presentar su nuevo largometraje: 'Mi soledad tiene alas'. La película supone la primera vez de Mario Casas como director de cine, donde su hermano pequeño ha afrontado el papel protagonista. 

En su visita, el actor y director ha confesado cómo se ha sentido en este nuevo rol y ha admitido que, durante el rodaje, ha habido "sorpresas inesperadas todo el rato". Por su parte, Óscar Casas ha reconocido que ha sido una experiencia "muy acojonante" por el miedo a defraudar a su hermano: "Cada día era como un intento de no defraudarle, de un miedo constante a fallarle y creo que eso también nos ha acompañado a los dos durante todo el viaje", confesaba. Los hermanos, muy cómodos durante toda la entrevista, demostraron la buena relación que tienen entre ellos y también la complicidad con Motos. Por ello, a lo largo de la entrevista, los espectadores pudieron conocer cuáles han sido las más estrictas prohibiciones del director durante el rodaje de su primer largometraje. 

El benjamín tuvo que cortarse el pelo muy corto y adelgazar ocho kilos. "¿Tú crees que era necesario para la película o una venganza por todas las veces que lo ha vivido él?", bromeaba el presentador. El protagonista explicó que, en aquel momento, tenía un cuerpo más musculado debido al boxeo y tuvo que perder peso porque su personaje es un chico "de barrio, que come mal". "El sentimiento de hambre que tienes todo el rato te hace no desconectar del personaje. (...) Cada vez que sentía que tenía hambre era por él", añadió.

Poco después, Motos revelaba otra de las imposiciones del director: "¿Es verdad que no dejabas a los actores ver las escenas que rodaban?". Los actores no podían ver cómo estaban quedando las tomas durante el rodaje, por lo que no se vieron hasta el día del estreno. "Los millennials se tienen muy vistos, por redes y demás. Se conocen muy bien y no quería que se juzgaran ni por el físico ni por lo que estaban haciendo. (...) Les dije no paséis por ahí, confiad en mí, en lo que estáis haciendo, que lo estáis haciendo muy bien, y se vieron por primera vez el dia del estreno", contaba Mario Casas. El director también reconoció que solo les dejaba utilizar los móviles si era para escuchar música y que él mismo se encargaba de comprobar que así fuera.

Las prohibiciones no acaban aquí, puesto que Casas admitió que prohibió a los actores protagonistas mantener cualquier tipo de relación más allá del set de rodaje. "Ha sido increíble porque he conocido a personas como nunca las he conocido antes, que es viviendo el personaje y nada más que eso", decía el pequeño. El presentador no lograba entender cómo se podía interpretar una historia de amor sin haber tenido ningún contacto con la otra persona y Mario Casas se lo explicaba inmediatamente: "Pedí un mes y medio de ensayos, que es mucho, y creamos escenas, jugábamos, ellos se convertían en los personajes. Era magia lo que había. Saltaban las chispas por todos lados. Si lo quemo soy tonto, entonces les dije: 'fuera de aquí, no quiero que os veáis", narraba. 

Las manías de Mario Casas como director de cine

Tras conocer todas las imposiciones, Motos preguntaba a Mario Casas si había hecho "cosas de director flipado". Este no duda ni un segundo y afirmaba que sí rotundamente. Era su hermano el que revelaba rápidamente que el atuendo del director durante todo el rodaje fue "full black", o lo que es lo mismo, completamente negro. El mayor reconocía que iba casi siempre con gorra y que el vestir siempre de negro era una manera de concentrarse todos los días. Además, Casas reconocía que tenía la costumbre de pasar un palo santo por todos los sets de rodaje para "limpiar las malas energías". "Al llegar la energía se notaba limpia", bromeaba el pequeño.