"Buenas tardes. Hoy es un día muy especial en Sálvame Lemon Tea porque vamos a emitir un capítulo del fenómeno televisivo Pasión de gavilanes: la dinastía continúa". Estas han sido las palabras con las que Terelu Campos ha empezado el programa de Telecinco. Y es que Mediaset había anunciado que la ficción pasaría a partir de esta semana a las tardes de su cadena principal bajo el paraguas de Sálvame, aunque sin anunciar la forma.

El resultado ha sido reducir el formato estrenado hace unas semanas a nueve únicos minutos (cinco de ellos de pausa publicitaria) en los que Campos y Patiño avanzan el contenido que iba a ofrecer Sálvame Naranja tras la emisión del episodio.

De esta forma, las presentadoras han comentado que iban a ir al hospital Virgen del Rocío de Sevilla "donde sigue ingresado Bernardo Pantoja" y también han conectado con Kike Calleja para cebar unos vídeos de Kiko Rivera que, aunque "con trampa", "dinamitarían su matrimonio con Irene Rosales".

De hecho, se emitía un breve corte de la llamada del confidente mientras daban paso a Adela González, que transforma su papel en el programa para convertirse en "la ventana que el programa abrirá cada tarde al conflicto bélico de la guerra de Ucrania y Rusia".

Así, a las 16:09 horas, Campos ha promocionado Pasión de Gavilanes. "Años después nos colamos de nuevo en la vida de los hermanos Reyes para descubrir que no todo es tan idílico como parecía en un principio", ha explicado.

Todo apunta a que es un experimento de la cadena para ver cómo funciona la ficción en esta franja ya que este miércoles se sigue promocionando un nuevo episodio de la serie para este miércoles 2 de marzo, tras la Copa del Rey, de 23:30 a 00:30 horas.

Críticas de los espectadores

Sin embargo, la decisión no ha gustado nada a los espectadores, que han mostrado su cabreo por la decisión. "De mal en peor", "Telecinco maltratando todas las series" o "cambio de canal", son algunas de las críticas que se han podido leer en las redes sociales.