La expectación por el regreso de Física o Química no podría ser mayor. La serie que marcó a una generación vuelve con una nueva etapa y un joven reparto que busca, con respeto y pasión, honrar el enorme legado de sus predecesores. En esta ocasión, los protagonistas son los chicos y chicas que dan vida a los nuevos alumnos del Colegio Zurbarán, quienes asumen la compleja responsabilidad de continuar la historia sin perder esa esencia que encumbró a la serie. Ellos son Biel Antón, Kiko Bena, María Bernardeau y Rocío Velayos, entre otros.
El reto de reinventar un clásico
Para Biel Antón, que interpreta a Pelayo, la experiencia ha sido algo así como un torbellino de emociones. "No sabemos cómo va a ser el resultado, pero le hemos puesto amor y entusiasmo. Esperamos estar a la altura, pero evidentemente hay gente a la que no le va a gustar", confiesa con sinceridad. Su personaje representa a una nueva generación de estudiantes, pero el actor reconoce que las comparaciones con la serie original serán inevitables. "Todo depende de un punto de vista. La gente está comparando y afirmando cosas sin haberlo visto. Están dando una opinión subjetiva como objetiva, espero que se le dé una oportunidad", reflexiona.
El rodaje ha sido un viaje emocional, pero sobre todo lo ha sentido como un aprendizaje que le permitirá hacerse un hueco en el mundo de la televisión. Y atención a la anécdota que cuenta a los medios de comunicación. "Me encontré a Maxi Iglesias [en un restaurante], no le quise decir nada porque estaba cenando, pero impacta bastante", relata Antón, mostrando el respeto que siente hacia aquellos que dieron vida a la primera versión de Física o Química.
La conexión con la esencia de la serie y un coach de intimidad
Kiko Bena, quien interpreta a Koldo, define la experiencia como "una nube de emociones, de responsabilidad". Para él, la serie forma parte de la identidad de toda una generación y ahora es su turno de aportar algo nuevo. "Fue increíble rodar con Ana Milán", asegura, remarcando que tanto ella como, por ejemplo, Maxi Iglesias, "son personas trascendentales": "No espero que alguien sienta eso por nosotros, con el tiempo ya se verá".

El actor también reflexiona sobre la importancia del coach de intimidad en la producción. "El coordinador de intimidad ha sido clave, porque se hacen cosas muy complicadas. La forma en la que tratamos el sexo en la serie es complicada, el sexo no siempre es increíble, puede ser incómodo, lento, horroroso", detalla, dejando claro que la serie aborda la sexualidad desde un punto de vista realista y honesto.
Respecto a las comparaciones con la ficción original, Bena establece un símil: "Es como cuando tienes un profesor que te gusta mucho, se va de baja y viene otro". En este caso, depende de cómo se reciba a ese docente sustituto: "Para poder juzgar a otro, necesitas esperar a conocer". Básicamente, insta a que la audiencia vea la primera temporada de Física o Química: La nueva generación antes de argumentar.
Nuevas caras, nuevas expectativas
Para María Bernardeau, quien interpreta a Carlota, el mayor deseo es conectar con el público. "No tenemos expectativas en el tema fama, creo que queremos que guste, que la gente se sienta identificada. Que guste, que quien lo vea, aunque sea uno o dos personas, sienta", afirma con humildad. Ciertamente, la actriz hace alusión a una de las principales razones de ser en el ámbito audiovisual: despertar sentimientos en los espectadores.
Su experiencia en el set ha estado marcada por la oportunidad de compartir escenas con Ana Milán, un referente de la serie original. "Hemos tenido la suerte de grabar con Ana Milán, nos lo pasamos increíble, aprendimos mucho". La presión por estar a la altura ha sido una constante en el elenco. "Todos sentimos la presión de hacerlo lo mejor posible, un trabajo superconstante, personajes con los que todos vayan a conectar. Es una época diferente, confiamos mucho en nuestro trabajo", concluye.
Una historia que evoluciona con el tiempo
Rocío Velayos, en el papel de Asia, ve esta oportunidad como un privilegio. "Es una oportunidad que no se te presenta más en la vida; agarrarla y vivirla al máximo". Su deseo es que la serie logre captar el interés del público y que los nuevos actores puedan labrarse un futuro en lo audiovisual. "Ojalá la gente pueda ver nuestro trabajo y nos ayuden a conseguir un hueco en la industria".
Uno de los aspectos que más valora de la producción es la forma en la que trata la sexualidad. "La serie es muy guay en el ámbito del sexo, pueden identificarse con la primera vez, no idealizamos… la ayuda de la coordinadora ha sido imprescindible para hacer las escenas bonitas, pero no falsas; tener a alguien en quien apoyarnos…".

Velayos también establece una comparación entre la nueva Física o Química y otras ficciones de corte juvenil. "Nuestra serie es un poco más amable, más primermundista. Élite es una cosa totalmente distinta que va más a la fantasía y lo extravagante". A pesar de que ambas producciones abordan la juventud desde distintos enfoques, Velayos considera que Física o Química: La nueva generación mantiene la esencia de su predecesora.
Este domingo, 16 de febrero, la historia de Física o Química abre un nuevo capítulo. Con una mezcla de nostalgia y renovación, el equipo detrás de la serie espera que esta nueva entrega conquiste tanto a los fieles seguidores de siempre como a una nueva generación de espectadores. De hecho, ya está disponible en Atresplayer para todos los suscriptores.