Mounir Nasraouipadre del futbolista Lamine Yamal, fue víctima de un apuñalamiento en la noche del pasado miércoles, 14 de agosto, en el barrio de Rocafonda, Mataró. El marroquí fue trasladado al Hospital Germans Trias i Pujol (Can Ruti) de Badalona, donde se encontraba con pronóstico grave, pero fuera de peligro, en un primer momento. Nasraoui ya se encuentra fuera de la UCI y quiso conceder sus primeras declaraciones desde el incidente a El Chiringuito de Jugones.

Aún desde el hospital, Mounir Nasraoui mantenía una conversación telefónica con José Álvarez, periodista del programa, este jueves, 15 de agosto. Ante la audiencia de El Chiringuito, el padre de Lamine Yamal confirmaba que se encontraba en planta, después de ser apuñalado en un parking el día anterior. "Gracias a Dios me acaban de subir a planta estoy un poco mejor. Muchas gracias a todos", decía al ser preguntado por su estado de salud. 

Escasas horas después del altercado, el hombre quiso mandar un mensaje de tranquilidad, haciendo un llamamiento a la calma: "Hay que estar más tranquilo por el bien de todos. Por el mío y por el de mi familia, tengo que estar más tranquilo. No me queda otra". El padre del futbolista se mostraba confiado con que las autoridades podrán encontrar a los responsables del apuñalamiento y esclarecer el asunto: "Hay que pensar que la justicia hará su trabajo, lo va a hacer seguramente. Eso es lo más importante. Dios es muy grande y todo tiene solución".

El protagonista confesaba el momento de temor que atravesó cuando fue agredido repentinamente: "Me veía entre la vida y la muerte, claro que tuve miedo. Como cualquier ser humano". Y aunque aún no sabe cuándo los médicos le darán el alta, espera que sea "lo antes posible". Nasraoui agradeció al equipo del Chiringuito sus mensajes de apoyo y, antes de despedirse, Álvarez auguraba una excelente temporada para su hijo, Lamine Yamal. "Este año, el Barça será un gran equipo y haremos grandes cosas", le contestaba el padre antes de reiterar su agradecimiento.

Estas son las primeras declaraciones que Nasraoui concede a un medio desde el apuñalamiento. Antes de su intervención en el programa de Mega, el marroquí ya quiso agradecer el apoyo a través de la publicación de una historia en su cuenta oficial de Instagram: "Gracias a todos por vuestros ánimos, ya estoy mejor. Un fuerte abrazo para todos", escribía. 

Así ocurrió el ataque a Mounir Nasraoui: de una pelea a una reyerta

El apuñalamiento al padre de Lamine Yamal ocurría en la noche del miércoles, pero todo comenzaba antes. En torno a las 15:00 horas, Mounir Nasraoui paseaba junto a su perro por la calle Frank Marshall del barrio de Rocafonda cuando, desde una terraza, le cayó agua. Posteriormente se conoció que fue a causa de los juegos de un niño con un barreño de agua en su balcón

El padre, hermano y abuelo del pequeño se encararon con el marroquí y terminó en un altercado en el que, según los testigos, Nasraoui acabó en el suelo tras un empujón. Los vecinos alertaron al 112 y dos patrullas de la policía local de Mataró se presentaron rápidamente para frenar el altercado.  Aparentemente el conflicto terminó y el padre del futbolista comunicó su intención de denunciar a la familia del menor, tal y como se puede escuchar en algunas grabaciones que han comenzado a circular por redes sociales. 

Sin embargo, la familia se habría puesto en contacto con Nasraoui para convocarle a "hacer las paces" y "zanjar el problema" en un parking cercano al lugar de la pelea. Así, el padre de Yamal caía en una trampa. Sobre las 21:00 horas, los familiares ya citados acudieron junto a una cuarta persona, todos armadas. En palabras del progenitor del deportista, le rodearon y empezaron a agredirle. Le golpearon, le dieron patadas y le apuñalaron con armas blancas hasta en tres ocasiones, hasta que un amigo apareció para ayudarle y los agresores huyeron

Unas dos horas más tarde, tres de ellos fueron detenidos por la policía municipal y el cuarto implicado era arrestado este jueves. Los cuatro agresores pasarán a disposición judicial a lo largo del viernes. La víctima llegó al centro hospitalario pasadas las nueve de la noche del miércoles con tres puñaladas, dos en el abdomen y una en un costado. En un primer momento, su pronóstico era "grave", aunque no se temía por su vida, ya que las puñaladas no llegaron a tocar sus órganos vitales. 

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