Agosto está a punto de terminar y los colaboradores de 'Sálvame' empiezan a regresar al trabajo. Este lunes, tres colaboradores han vuelto al programa tras sus vacaciones: Lydia Lozano, Anabel Pantoja y Kiko Matamoros. Este último ha vuelto con cara de pocos amigos y enfadado con la dirección del programa por lo que ha hecho en las últimas semanas

Kiko Matamoros ha cargado de lleno contra el programa: “No se si se puede hablar con libertad, que últimamente…”, empezaba diciendo. “Puedes hablar igual que él tuvo la total libertad del mundo”, le apuntaba entonces Kiko Hernández, que este lunes era el presentador.

Me pareció la forma más fea de humillar a un profesional“, confesaba el colaborador. “Verdaderamente no me he sentido orgulloso de trabajar en este programa viendo como se han hecho las cosas. Y lo siento mucho, sé que son decisiones que a veces se toman en aras del espectáculo y supongo que sin la voluntad de hacer daño a la gente, pero creo que un profesional, bueno o malo o regular se merece otro trato. Y a veces hemos jugado a esos pero sabíamos todo que estábamos jugando y no me ha gustado absolutamente nada”, explicaba.

Pese a todo también ha dejado claro que no está de acuerdo con el análisis se hace cuando habla de la crisis del programa. "Yo creo que es innegable que los números no son los mejores pero yo no sitúo el origen donde lo sitúa él“, explicaba poniendo como epicentro el documental ‘Rocío, contar la verdad para seguir viva’.

“Tu una vez te fuiste del plató y del programa durante un tiempo y yo noto casi el mismo tiempo. ¿Estás pensando en irte del programa?”, le preguntaba Kiko Hernández. “Es una posibilidad que me vaya, otra que me echen”, contestaba él.

“No he estado a la altura de las circunstancias, pero probablemente me hubiera tenido que ir si hubiera dicho algunas de las cosas que pensaba. Por evitar el conflicto con los compañeros, porque es desagradable, he tratado de evitarlo. Ha sido un acto de deshonestidad por mi parte, aunque creo que he defendido algunas cosas hasta el límite de lo correcto”, decía a continuación señalando a Carlota Corredera por no permitir discursos que cuestionaran a Rocío Carrasco como una persona maltratada.