Telecinco daba la sorpresa esta navidad anunciando el pasado lunes por la noche la primera promoción oficial de la docuserie que ha ido preparando en secreto junto a Julián Muñoz. El exalcalde de Marbella y expareja de Isabel Pantoja ha roto su silencio en medio de su enfermedad y después de su paso por prisión.

Se trata de una entrevista en profundidad realizada por la periodista Paloma García-Pelayo y que sigue la fórmula de la serie documental de Rocío Carrasco. Una escenografía minimalista, ambientada en una prisión, en la que el expolítico revela todo lo que le une a Isabel Pantoja en el Caso Malaya.

Tal y como se adelanta en los primeros avances, Muñoz no duda en explicar los detalles de su relación con la tonadillera y tampoco oculta, ahora que ha prescrito, su implicación en el caso Malaya. Se trata de una de las operaciones contra la corrupción urbanística en España más importantes y mediáticas, con numerosas actividades delictivas de la historia de España. Sus acusados han sido condenados por cohecho, malversación de caudales públicos, prevaricación y tráfico de influencias.

Anunciado bajo el nombre de No es la hora de la venganza, es la hora de la verdad, el testimonio promete hacer temblar de nuevo los cimientos de la familia Pantoja. Y es que tanto Isabel Pantoja como su hermano Agustín se encuentran muy preocupados, indignados e incrédulos. Por ello, han iniciado una batalla judicial para que no se hable de ello.

“Agustín lo ha puesto en manos de sus abogados y quiere saber qué se va a contar”, ha avanzado Antonio Rossi en El programa de Ana Rosa. La cosa no se quedaba ahí ya que ha asegurado que si el martes reinaba el miedo en Cantora, ahora Agustín se encontraba muy “envalentonado” al conocerse la existencia de la docuserie de Julián Muñoz. Por ello, quieren “parar” la emisión o incluso intentar visionar antes lo que se va a contar a través de los juzgados.