Los problemas de salud mental, especialmente en las generaciones jóvenes, al fin se han puesto sobre la mesa. Desde Salvados quisieron visibilizarla e intentar contribuir en la lucha contra el estigma social. Para ello, organizaron un cónclave liderado por el periodista Gonzo, en el que participaron dos de las figuras más famosas del momento y algunos jóvenes que han sufrido ansiedad, estrés o incluso cuadros depresivos.

El actor Jaime Lorente y la cantante Amaia Romero fueron los entrevistados estrellas del programa de La Sexta que, junto con dos estudiantes de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), y Francisco Estupiñá, coordinador del servicio de atención psicológica Psicall, desgranaron la realidad a la que miles de personas hacen frente a diario. 

Tanto el intérprete de La Casa de Papel como la ganadora de Operación Triunfo 2017 coincidieron en que la fama les había provocado problemas a nivel psicológico, tales como ansiedad, miedo a no alcanzar las expectativas ajenas o estrés. Durante la conversación con Gonzo, resurgió un término que puede resultar poco conocido: el síndrome del impostor.

¿En qué consiste el síndrome del impostor?

Una persona puede parecer el síndrome del impostor cuando experimenta una sensación constante de no estar nunca a la altura, tanto a nivel personal, profesional o social; un problema que viene derivado de tener baja autoestima. Aida Baida Gil, asesora profesional y autora del libro Cómo superar el síndrome del impostor, lo define de la siguiente manera: "Sensación de no estar nunca a la altura; de no ser lo suficientemente buenos, competentes o capaces; de ser impostores, un fraude".

También conocido como el síndrome del fraude, fue un término acuñado en 1978 por Pauline Clance y Suzanne Imes por un estudio que ambos realizaron sobre varias mujeres que habían alcanzado grandes logros, según explican desde El Prado Psicólogos“Las personas que lo padecen no tienen un buen concepto de sí mismos y por tanto nunca se consideran capaces. Las causas son multifactoriales, como en casi todos los casos", aseguran desde la clínica psicológica. 

Sin embargo, es un cuadro sintomatológico que puede afectar a mujeres y hombres sin distinción, al igual que a la clase social a la que pertenezcan. Los expertos recomiendan en todo momento acudir a terapia para aplicar los trucos y consejos adecuados.

¿Por qué afecta este síndrome a los famosos?

El síndrome del impostor no solo afecta a personalidades famosas y más expuestas a la opinión pública ya que, como se ha expuesto anteriormente, puede sufrirlo cualquiera. No obstante, sí que se conocen casos como el de las actrices Kate Winslet (Titanic), Natalie Portman (V de Vendetta) o Emma Watson (Harry Potterque sí lo han padecido en algún momento de sus carreras. 

Incluso la exitosa trayectoria profesional de Michelle Obama no le impidió sentirse una impostora en 2019. "El síndrome del impostor es durísimo. Las niñas y las mujeres llevamos tantísimo tiempo escuchando que nuestro sitio no está en el aula, en la sala de juntas o en cualquier espacio donde se toman grandes decisiones que, cuando conseguimos llegar a esos sitios, no paramos de cuestionarnos una y otra vez. Nos sentimos inseguras, no tenemos claro que merezcamos estar ahí. (...) Me ha pasado mil veces. Lo que más me ha ayudado es recordar que las peores críticas siempre vienen de nosotras mismas", confesó en una entrevista para la revista Vogue.

“El miedo a no sentirse querido, no dar la talla y fallar antes lo podía mantener en secreto porque no estaba expuesto”, desveló el actor Jaime Lorente en Salvados este domingo, dando a conocer con total naturalidad por todo lo que había pasado a nivel psicológico. “Cuando iba al estudio, me sentía pequeña y tenía miedo de decepcionar y a que se dieran cuenta de que no valía”, secundó Amaia Romero rememorando los primeros meses tras salir de la academia de OT.