Tras siete años de ausencia en la parrilla, Gran Hermano regresaba a Telecinco este mes de septiembre. Como no podía ser de otra manera, se ha recuperado la esencial del formato original, el de anónimos, por lo que ya se ha producido el intercambio de concursantes con otras versiones del programa. Hace unas semanas, Maica ponía rumbo a Italia, donde lograba resucitar las audiencias de Grande Fratello, y sufría un flechazo con su querido Tomasso. Telecinco es conocedora del interés que despiertan los romances dentro de los realities, por lo que ha decidido traer al italiano a Guadalix de la Sierra. Sin embargo, ni 24 horas después de su aterrizaje, el cuento de hadas ya se ha frustrado. ¿Habrá igualmente 'efecto Tomasso' en la gala de este jueves?

Maica Benedicto llegaba a la casa de Grande Fratello el pasado 21 de octubre y su aparición generaba un repunte en las audiencias del programa de Canale 5. La versión italiana del reality alcanzaba ese lunes un 18,2% de share y 2.268.000 espectadores en horario de máxima audiencia, según los datos de la medidora Auditel. Durante su estancia, que apenas duró dos días, la murciana sufrió un flechazo con uno de los concursantes, Tomasso, un joven de 24 años natal de la Toscana.

Los concursantes compartieron muchos momentos a solas; de la sauna al confesionario, pasando por las intensivas jornadas de limpieza propuestas por la española. Sin embargo, mientras que Maica vivía en su nube de amor, lo cierto es que el italiano ya estaba conociendo a otra mujer: Maria Vittoria. Es más, el primer beso entre ambos se produjo mientras que la murciana lloraba por no haberse podido despedir de su 'enamorado' desde Guadalix de la Sierra. Tanto Grande Fratello como Gran Hermano organizaron un primer 'encuentro' entre ambos, de manera virtual. Los concursantes, vía confesionario, mantenían una conversación por videollamada en la que Maica no podía ocultar la sonrisa ni evitar decirle que le echaba de menos.

La trama empezaba a cebarse hasta que, como muchos ya imaginaban, la versión española terminaba por 'raptar' por unos días a Tomasso. Durante la última gala de Grande Fratello, dos bailarinas de flamenco irrumpían en la casa italiana para llevárselo a la fuerza, sin que el concursante entendiera que estaba pasando. La peor parada fue Maria Vittoria, que no podía contener las lágrimas poco después. Por su parte, el escogido para el intercambio comenzaba a entender lo que se estaba tramando. Poco importaban las palabras que él mismo compartía días antes con algunos de sus compañeros: "No", "no" y "absolutamente no", contestaba a si estaba "pensando en ir de Madrid a Murcia a comer un arroz con pollo".

"Estoy emocionado, es una experiencia bellísima. No me lo esperaba, pero es un sueño para mí", decía Tomasso ya en España, aunque dejaba claro que Maica le gustaba como una amiga. "Como persona me gusta mucho, pero sentimiento no tengo", le confesaba a Jorge Javier Vázquez este martes en Límite 48 Horas, instantes antes de que se reencontrara con la de Cartagena. Ella se quedaba en shock y no podía evitar que le saliera la sonrisa tonta, pero a Tomasso no se le terminaba de ver cómodo. "El universo me ha mandado una señal y no he sabido interpretarla", confesaba ella, que aún no sabía lo que el de la Toscana tenía que aclararle.

Aunque durante la emisión no se produjo la necesaria aclaración, llegaría ni 24 horas después. Maica se enfrentaba a 'la' conversación con Tomasso sabiendo lo que iba a ocurrir, y es que él ya se había encargado de aclarar las cosas con el resto de la casa. Y si bien pasa en la vida real, como no iba a ocurrir en la casa de Gran Hermano; la información se propagó hasta llegar a los oídos de la concursante. Además, de forma cuanto menos irónica, ya que el encargado de contárselo era Adrián. El cuento de hadas se acababa para Maica mientras que el italiano reconocía sentirse "un poco forzado". "Dijiste en un vídeo que me echabas de menos y a mis compañeros les dijiste que no, Tomasso", le reprochaba ella, mientras que no paraba de preguntarse si había hecho el ridículo. "Ellos han organizado esos vídeos para juntarnos. Yo estaba bien en Italia. Yo he visto un sentimiento por tu parte y el sentimiento no es un juego", le contestaba él, en un acto de sinceridad. 

La murciana se sentía desengañada y mientras que él se apoyaba en la habitación azul, capitaneada por Ruvens y Laura, ella hablaba con Violeta y Nerea: "Menos mal que hay vídeos en los que dice que le encanto, que por una vez que le gusta una chica se tiene que ir...y cuando me fui se puso a llorar...No ha sido mi imaginación". A Telecinco parece habérsele caído el chiringuito, pero lo cierto es que el drama también vende. ¿Se producirá un 'efecto Tomasso' en las audiencias de la gala de este jueves?

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